CÓMO ATRAVESAR VICTORIOSAMENTE LOS TIEMPOS DE TRANSICIÓN

Por Ritchie Pugliese

Los tiempos de transición son aquellos momentos de la vida, donde luego de experimentar un cierre o final de un proceso, nos conducimos hacia un nuevo comienzo. Si tuviéramos que ejemplificar a un tiempo de transición bien podríamos utilizar la figura de un puente que nos conecta hacia el otro lado. Podríamos decir que estar parado sobre un puente significa no estar “ni aquí ni allá”.

Los tiempos de transición pueden ser breves, o extensos. Cuánto más extensa sea la travesía sobre ese puente hacia el otro lado, mayores son las posibilidad de fatigarnos, cansarnos, debilitarnos y frustrarnos.

Si bien experimentar tiempos de transición en la vida parecerían inevitables, podemos atravesarlos con una actitud de fe y confianza en el Señor, pero debemos ser sinceros y saber que es una empresa un poco difícil.

Analizando el capítulo uno del libro de Josué, podemos aprender cómo atravesar victoriosamente los tiempos de transición hacia el tiempo nuevo o tiempo del cumplimiento de aquellas cosas que esperamos de Dios.

En este momento de la historia de Israel, ellos estaban por entrar en un gran cambio para sus vidas. El tiempo del desierto quedaría atrás al entrar a tomar posesión de la tierra prometida.

Si podemos analizar y recordar la estrategia que Dios les dio a su pueblo para ese tiempo, nuestro tiempo de transición también será un tiempo productivo, y no de pérdida, hacia lo nuevo de Dios.

1. Debemos aceptar la responsabilidad de que tenemos que hacer algo

Dios siempre hará lo que él solo puede hacer, pero nosotros debemos hacer lo que él espera que hagamos  durante el tiempo de transición. Muchas veces exageramos demasiado lo que es la soberanía de Dios y decimos livianamente  “Dios hará lo que tenga que hacer sin importar lo que yo haga”. Si leemos la historia del pueblo de Israel, veremos que una generación entera murió en el desierto como prueba de que el cumplimiento de entrar a la tierra prometida no estaba garantizado automáticamente para ellos.

El capítulo 1 de Josué marca la transición de Israel hacia un tiempo “kairos” o tiempo estratégico de Dios. Si ellos seguían fielmente al Señor, alcanzarían el cumplimiento de la promesa. En Josué 1:2 leemos que Dios le dijo a Josué: “Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel”. Esta frase significa que Dios les decía: Este es tu tiempo Josué, ha llegado tu turno de liderar a este pueblo y guiarlo.

La palabra “doy” del v.2 en el hebreo es la palabra “nathan” que significa “dar algo con un sentido de asignación”. No era solo recibir algo, sino que recibirían algo para hacer una tarea específica. Lo que en realidad Dios les dijo fue: – Les estoy asignando esta tierra a ustedes”.

Lo mismo es para nosotros hoy. Necesitamos ser fieles para hacer nuestra parte en el tiempo de transición para llegar al tiempo “kairos” del cumplimiento con el favor de Dios.

2. Debemos movernos con un nivel mayor de fe

En Josué 1:2 el Señor le dijo: “…levántate y pasa este Jordán…”. ¿Por qué les dijo “este Jordán”?. En la época en la cual Dios les ordenó cruzar, el río crecía y se hacía más ancho, lo cual sería más complicado atravesarlo. No era una temporada fácil para atravesar el Jordán. Necesitarían un nuevo nivel de fe para creer que lo podían atravesar.

Cuando tenemos que esperar, generalmente no necesitamos mucha fe, pero cuando Dios dice que es el tiempo de ir hacia adelante, tendremos que dar pasos de fe con un nivel mayor de fe.

3. Debemos ser bien flexibles

En Josué 1:1 leemos: “Pasad por en medio del campamento y mandad al pueblo, diciendo: Preparaos comida, porque dentro de tres días pasaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que Jehová vuestro Dios os da en posesión”.

Imagine la secuencia: El pueblo había estado dando vueltas y vueltas por el desierto durante 40 años, donde todo pasaba lentamente. De repente, Dios les dice que en tres días debían pasar el Jordán. El pueblo pudo haber pensado; ¿No podríamos hacerlo con algunos días más para poder empacar nuestras pertenencias y avanzar más tranquilos?

Esto nos enseña que los cambios de Dios pueden suceder de repente y seguramente Dios tendrá razones para hacerlo. Es probable que él quería que ellos no cayeran bajo la “parálisis” de analizar las cosas y que simplemente obedecieran.

Lo mismo puede suceder con nosotros. Se necesita flexibilidad para los sucesos inesperados. Cuando caminamos y avanzamos hacia el tiempo “kairos” o tiempo oportuno y estratégico de Dios, habrá oportunidades y desafíos inesperados. Otras veces el cambio sucede de maneras que no esperábamos. ¿Estamos dispuestos a ser flexibles?

4. Debemos recordar las cosas básicas

En Josué 1:7-8 leemos: “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.

Aquí vemos como Dios llama la atención de Josué acerca de la importancia de Su Palabra. Cuando estamos atravesando tiempos difíciles, especiales, no debemos olvidarnos de las cosas básicas, pues ellas son las que nos guardan durante los tiempos de transición.

Durante el tiempo difícil que Jesús atravesó en el desierto, él se sostuvo con la Palabra de Dios. Necesitamos seguir el ejemplo de Jesús, pues el guardar las cosas básicas nos asegura el éxito en la transición hacia el tiempo “kairos” del Señor.

5. Necesitamos aferrarnos de las promesas pasadas

Josué 1:6 dice:” Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a éste pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos”.

Cuando atravesamos un tiempo de transición es importante que recordemos lo que Dios nos ha hablado en el pasado. Esas palabras nos darán consuelo, dirección y serán como un ancla firme de nuestra fe.

Pablo le dijo a Timoteo que peleara la buena batalla de la fe con las profecías que había recibido (1 Timoteo 1:18). En otras palabras, en los tiempos difíciles que Timoteo estaba experimentando, Pablo le dijo que pensara en las palabras que había recibido y que las utilizara como un arma para pelear la buena batalla de la fe.

6. Debemos vivir en completa obediencia

Dios le enfatizó a Josué la obediencia en ese proceso de transición.  Dios le repitió varias veces la necesidad de obedecer. Josué era un hombre obediente a Dios. ¿Por qué el Señor le enfatizó aún más la necesidad de obedecer?

Durante los tiempos de transición es absolutamente decisivo obedecer al Señor y hacerlo rápidamente. Puede ser que no entendamos porque debemos obedecer de esta manera, pero es esencial hacerlo.

Debemos seguir al Señor cuidadosamente, esperando nuevas directivas de él, aún cuando no sea fácil o poco agradable.

7. Debemos darnos cuenta que habrá ciertas batallas que pelear

El hecho de que nos movamos del tiempo “chronos”, donde hacíamos lo rutinario y no “pasaba nada”, hacia el tiempo “kairos”, o tiempo estratégico y oportuno de Dios, no significa que no habrá luchas que librar. Es como la madre embarazada a punto de dar a luz con sus dolores de parto. Está cerca de tener al bebé en sus brazos pero no lo tiene todavía.

La victoria puede estar muy pero muy cerca, pero a menudo es cuando más se intensifica la batalla. Dios le dijo a Josué en el capítulo 1:3Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie”.

La palabra “pisar” viene de la palabra hebrea “darak”. Esta palabra no solo significa caminar, sino que representa la marcha de un guerrero. En términos bélicos significa algo similar a cuando el capitán le dice al ejército: -¡Atención soldados, preparados y listos para pelear!

El Señor no les está diciendo simplemente que todo lo que pisaren será de ellos, sino que les está marcando los perímetros o el alcance de la herencia. Dios le estaba diciendo a Josué que para poseer esa herencia habría una batalla.

El enemigo no se va a rendir fácilmente, pero si nos disponemos a pelear la buena batalla de la fe, conquistaremos nuestra tierra prometida. ¡Hay que luchar!

8. Debemos reconocer nuestra necesidad de pedir ayuda

En Josué 1:12-18 leemos que Dios menciona a las tribus de Rubén, Gad y Manasés, los cuales se quedarían del lado este del Jordán. Ellos igualmente debían ir a ayudar a sus compañeros.

Esto nos recuerda la necesidad de pedir ayuda a los demás con sus oraciones, consejo, ayuda financiera, etc. ¡No dejemos de buscar ayuda!

9. Debemos permitir que la paz de Dios nos sustente y nos gobierne

Josué 1:9 dice: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”.

La palabra “desmayar” viene de la palabra hebrea “chathath” que significa “quebrar o romper”. Dios le estaba diciendo a Josué que la transición hacia el tiempo oportuno y especial sería un tiempo estresante, debido a los cambios repentinos, las luchas y dificultades.

Es en estos tiempos que la se hace necesaria permitir que la paz de Dios nos cubra. Colosenses 3:15 dice: “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos”.

Que el Señor nos ayude a tener en cuenta estos consejos útiles que ayudaron al pueblo de Dios de la antigüedad a cruzar al otro lado del Jordán y entrar en un tiempo nuevo “kairos”. Dios será fiel para que ellos nos ayuden a entrar victoriosamente a nuestra nueva asignación espiritual, a nuestro nuevo tiempo de Dios.

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