CÓMO ATRAER LA PRESENCIA DE DIOS

Recopilado por Ritchie Pugliese

Desde el principio de la creación, Dios siempre se mostró interesado en revelar su presencia sobre la tierra y la humanidad. Manifestó su presencia en el huerto del Edén hablando normalmente, y en todo momento, con Adán y Eva además de habitar entre ellos. Era una presencia continua para una relación continua. Solamente cuando Adán y Eva desobedecieron esa comunión se quebró y la presencia de Dios se apartó.

La presencia de Dios es un hecho que está revelado en muchos pasajes de la Palabra de Dios y no nos queda ninguna duda, pero la experiencia viva de la presencia de Dios en nuestro medio es una habilidad que nosotros debemos aprender a cultivar y desarrollar. Una cosa es que Dios esté con nosotros y otra muy diferente es que nosotros estemos con Dios. La presencia de Dios siempre está presente y vigente, pero depende de nosotros recibir o rechazar su Santa Presencia. La presencia de Dios es invisible pero a la vez tangible y real.

La presencia de Dios está en todo lugar pues Dios es Omnipresente, pero para que Su presencia se haga manifiesta específicamente, se hace necesario nuestra decisión y participación.

Para poder entender lo que estamos hablando sobre cómo atraer la Presencia de Dios, debemos incorporar una palabra conocida: “Atmósfera”. El diccionario la define como: “capa de aire que envuelve la tierra. Fluido gaseoso que rodea el cuerpo. Ambiente en el que vive una persona.”

Esta definición también nos ayuda para entender el mundo espiritual. La presencia de Dios siempre está vigente, pero nos corresponde a nosotros en la tierra desarrollar la habilidad de crear primero la atmósfera o ambiente para que Su presencia específica se manifieste. Algunos pasajes nos enseñan esto:

2 Crónicas 16:9ª

“Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen un corazón perfecto para con el.”

Aquí se nos anima a desarrollar la habilidad de crear la atmósfera de la presencia de Dios teniendo un corazón perfecto para con Dios.

Santiago 4:8

“Acercaos a Dios y él se acercara a vosotros.”

Aquí se nos anima a desarrollar la habilidad de crear la atmósfera de la presencia de Dios acercándonos nosotros primero a Él.

Mateo 18:20

“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”

Aquí se nos anima a desarrollar la habilidad de crear la atmósfera de la presencia de Dios estando dos o tres reunidos en Su nombre.

La presencia de Dios, que se manifiesta en la tierra por el poder del Espíritu Santo, siempre está presente pero puede no estar vigente operando en nuestras vidas, familias, iglesias, ciudades y naciones si no respetamos los parámetros de Dios. Según lo que hagamos atraeremos o impediremos el fluir de la presencia del Señor.

Veamos a continuación lo que nosotros podemos hacer para impedir o atraer la presencia de Dios:

I. Lo que nosotros podemos hacer para IMPEDIR O FRENAR el fluir de la Presencia de Dios:

a) Contristar la presencia de Dios.

Efesios 4:30 dice: “y no contristéis al Espíritu Santo de Dios…”. La palabra “contristar” significa “reprimir, contener, afligir”. La orden es no reprimir, contener, afligir a la presencia de Dios.

b) Apagar la presencia de Dios.

1 Tesalonicenses 5:19 dice: “No apaguéis al Espíritu”. Apagar el fuego significa eliminarlo, extinguirlo.

c) Alejar a la presencia de Dios.

En Ezequiel capítulos 8 al 11 (lo veremos luego más detallado) se ve como la presencia de Dios sale del templo y se va de la ciudad. Aquí queda explicito que se puede echar a la presencia de Dios.

Impedir el fluir de la presencia de Dios implica, entonces, contristar, apagar y alejar la presencia de Dios.

Ahora bien, ¿Cómo se cultiva la presencia de Dios para que el Señor se manifieste específicamente en nuestras vidas, familias, iglesias, ciudades y naciones? Utilizaré los mismos tres pasajes mencionados al principio para poder entender lo que nosotros podemos hacer para atraer la Presencia de Dios:

II. Lo que nosotros podemos hacer para ATRAER la Presencia de Dios:

1. 2 Crónicas 16:9ª

“Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen un corazón perfecto para con él.”

Aquí el pasaje dice que Dios está mirando y buscando sobre quien derramar su presencia y poder. La clave es que en la tierra haya alguien con “un corazón perfecto”. ¿Qué significa tener un corazón perfecto? Bíblicamente hablando es tener un corazón integro, libre de todo pecado. Cuando recibimos a Cristo como nuestro Salvador y llegamos a ser hijos e hijas de Dios (Juan 1:12) fuimos colocados en una posición legal para poder llegar a tener un corazón perfecto. En otras palabras, tener un corazón perfecto es vivir con una actitud constante de arrepentimiento y conversión, es decir, reconociendo cuántas veces contristamos y alejamos con nuestras faltas y pecados a la presencia de Dios, arrepintiéndonos y disponernos a atraer su presencia.

Muchos creyentes piensan equivocadamente que el arrepentimiento y la conversión sólo son pasos vitales para la conversión, pero para Dios son la clave para tener constantemente un corazón sensible y perfecto. Hechos 3:19 dice: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien dé cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas…”

Según el pasaje no es posible la manifestación de Dios sin que primero haya arrepentimiento y conversión de nuestros pecados.

2. Santiago 4:8

“Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros.”

Aquí aprendemos otra manera de cultivar la presencia de Dios: Acercándonos nosotros primero a Él, es decir, buscar nosotros primero a Dios. Muchos creyentes se quejan y se sienten frustrados diciendo que Dios está lejano, que no lo sienten, etc., pero ellos no se dan cuenta que los que tenemos que acercarnos primero a Dios somos nosotros.

¿Quién es el Señor y Rey? ¿Quién es la más grande Autoridad? La respuesta es obvia, nos corresponde a nosotros buscarle a El primero para cultivar su Santa Presencia. Cuando empezamos a buscarlo, empezaremos a sentirlo ¿Cómo nos acercamos a Dios? Con actos espirituales tales como la oración, la alabanza, la adoración, lectura y meditación en Su Palabra, sirviéndole, etc. Todo esto, siempre acompañado previamente por un corazón perfecto atrae la presencia de Dios. De nada sirve intentar orar, leer la Biblia, alabar sin tener primero un corazón del agrado de Dios. Nunca lo olvide: Dios siempre, y principalmente, mira más el corazón que la acción. Isaías 29:13 dice que es posible hacer y hacer cosas de la boca para afuera, que parecen buenas, pero con un corazón lejos de Dios.

3. Mateo 18:20

“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”

Muchos dan por descontado, que donde “dos o tres están reunidos” Dios está presente, pero olvidan el contexto del pasaje donde se explica las bases fundamentales para que Dios se manifieste. Si usted lee algunos versículos previos notará que allí se habla acerca del perdón y la armonía entre “los dos o tres que están reunidos en una iglesia o lugar de reunión”. Tenemos que ser sinceros y directos diciendo que a menos que haya una atmósfera de perdón y armonía unos a otros, cuando nos reunimos, Dios no estará presente allí aprobando lo que se hace.

En una congregación es posible estar todos juntos alabando, cantando a Dios y a la vez tener (algunos o todos de los presentes) un corazón no perdonador, algo contra un hermano, el pastor o el esposo, pero es imposible que Dios apruebe esa atmósfera de pecado con su presencia. Que esta situación la veamos hoy en algunas de nuestras iglesias no significa que cuente con la aprobación de Dios. ¿No le parece? ¿Se da cuenta porque Dios se manifiesta tan poco en nuestro medio y no vemos un avivamiento genuino? Nosotros pensamos injustamente que Dios se olvidó de nosotros cuando en realidad, Dios está esperando a que en la tierra se reúnan las condiciones básicas para su preciosa manifestación.

Dios nos ha llamado a atraer Su Presencia, y para que eso suceda, se hace necesario e indispensable de nuestra parte mantenerla y avivarla constantemente.

Por otro lado, la persistencia en la desobediencia contrista, aleja, apaga, anula la presencia de Dios.

Cuando la presencia de Dios se aleja…

Hemos visto que podemos alejar la presencia de Dios contristando al Espíritu Santo; apagando la presencia de Dios y nos quedó por ver el tercer punto, el de peor consecuencia. Ruego al Señor que usted pueda leerlo detenidamente para examinarse asimismo, examinar su familia, iglesia y ministerio, pues no existe cosa peor que cuando la presencia de Dios se ausenta por nuestra negligencia y desobediencia.

En Ezequiel 8 se detalla en visión las abominaciones del pueblo de Dios en Jerusalén. El Señor le muestra al profeta lo que estaba sucediendo entre Su pueblo. El v.8 dice: “Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? Pero vuélvete aún, y verás abominaciones mayores.” ¿Qué estaba haciendo Israel? Con sus abominaciones y pecado deliberado estaban haciendo alejar a Dios se su santuario.

Luego le dice que haga un agujero en la pared para ver lo que se hacía dentro del templo de Dios (8:8-9). Todo lo que se veía estaba saturado de pecado e idolatría (8:10-12). Note que lo que hizo que Dios emprendiera la retirada de su presencia fue el grado de desobediencia y la falta de arrepentimiento y conversión del pueblo. A continuación se detalla la secuencia de la retirada de la presencia de Dios:

A. La presencia de Dios se retira del templo y se posa en el umbral de la casa.

En 9:3 y 10:4 leemos: “Y la gloria del Dios de Israel se elevó de encima del querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la casa…entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del querubín al umbral de la puerta…”

B. La presencia de Dios es retirada por los ángeles de Dios

En 10:18-19 leemos: “Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del umbral de la casa, y se puso sobre los querubines. Y alzando los querubines sus alas, se levantaron de la tierra delante de mis ojos;… la gloria de Jehová estaba por encima sobre ellos.”

C. La presencia de Dios se va de la ciudad

En 11:23 leemos: “Y la gloria de Jehová se elevó de en medio de la ciudad, y se puso sobre el monte que esta al oriente de la ciudad.”

D. La presencia de Dios se posa sobre un monte fuera de la ciudad en busca de un nuevo lugar (11:23)

¿Puede entender usted el peligro que se corre si dejamos de atraer la presencia de Dios? Él se retirará buscando la atmósfera adecuada donde le den la bienvenida y la habitación que se merece. Quizás ahora pueda entender esas expresiones que muchas veces decimos, tales como “en esta iglesia Dios no se mueve”, “esta ciudad es muy dura” “o esta nación está cerrada al mover de Dios”. ¿No será más bien que nuestras vidas, familias, congregaciones, ministerios, ciudades y naciones no experimentan la manifestación de la presencia de Dios debido a que nosotros no hemos hecho lo que nos correspondía para crear la atmósfera adecuada para el obrar de Dios y a la vez hemos colaborado para apagar y alejar la presencia de Dios?

Que en este día podamos examinarnos para darnos cuentas donde estamos parados espiritualmente y si estamos haciendo lo que corresponde para atraer la poderosa presencia de Dios… ¡El Señor está deseoso de manifestarse y derramar el más grande avivamiento de la historia sobre nuestras vidas, familias, iglesias, ministerios, ciudades y naciones! ¡No nos quedemos afuera!

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