Vivimos en un mundo saturado de violencia, crimen e inseguridad, donde a todo eso se le suma la estrategia terrorista de diseminar miedo, temor y terror por todos lados. Cada vez se hace más difícil vivir seguros, protegidos y en paz y lo peor de todo es que pareciera que a medida que el tiempo pasa nos estuviéramos acostumbrando a “vivir” de esta manera.
Como creyentes redimidos por la sangre de Cristo no podemos quedarnos solamente con la perspectiva natural de los acontecimientos. Necesitamos hoy más que nunca ver las cosas desde la perspectiva espiritual.
Detrás de todo esto existen fuerzas malignas destructoras. Se ha desatado una verdadera guerra espiritual. El diablo quiere frenar, a cualquier precio, el derramamiento más grande del Espíritu Santo sobre la faz de la tierra, y la gran cosecha evangelística que viene. Su intención es que más gente muera cada día sin que tengan la posibilidad de escuchar el Evangelio y de recibir a Jesucristo como su salvador personal. Lo que vemos reflejado en nuestro mundo a través de todas las atrocidades que se comenten es un reflejo de lo que sucede en el mundo espiritual.
El Cristianismo, en esencia, consiste en la lucha espiritual para impedir que avance en la tierra el reino de la maldad y a, la vez, se extienda el Reino de Dios y Su justicia.
La Biblia nos enseña que la vida cristiana es una batalla cotidiana contra las fuerzas de maldad. El Apóstol Pablo animó a su hijo espiritual Timoteo a enrolarse en la buena milicia (1 Timoteo 1:18) y pelear la buena batalla de la fe; (Lea 1 Timoteo 6:12). Este mensaje, por cierto, es para nosotros hoy.
Los cristianos llevamos el Evangelio de la paz por todo el mundo para la bendición de la humanidad pero, a la vez, podemos batallar tenazmente, en el mundo invisible y espiritual contra las fuerzas del mal, con nuestras oraciones.
En Efesios 6:12 leemos que nuestra lucha no es contra personas físicas (sangre y carne) sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Lo que la Biblia está diciendo aquí es que vivimos rodeados de aires contaminados por el enemigo, el diablo, y esa atmósfera afecta a naciones, ciudades, familias, hogares y personas.
Es obvio que hoy vivimos tiempos peligrosos sobre la tierra. Pareciera que no existiera lugar seguro y que estaríamos al borde de una guerra mundial sin precedentes. Ya no es una guerra entre naciones sino una guerra contra el terrorismo que cohabita encubiertamente en medio nuestro.
Si usted leyó los periódicos y la información dada sobre los acontecimientos previos al ataque del 11 de Setiembre del 2001 sobre la torres gemelas de New York, los terroristas que participaron en los hechos, eran personas que vivían dentro de los Estados Unidos, llevaban una vida tranquila en la comunidad, enviaban a sus hijos a la escuela y hacían la vida cotidiana normal, hasta que se les dio la orden de cometer semejante destrucción.
El terrorismo tiene diseminados por todo el mundo personas muy bien entrenadas, que aparentan vivir pacíficamente entre la gente, pero con un sólo llamado se alistarán para cometer atrocidades.
El diablo quiere frenar, a cualquier precio, el derramamiento más grande del Espíritu Santo sobre la faz de la tierra, pero si intercedemos nada podrá detener el obrar del Señor.
El poder de la oración, en el nombre de Jesús, puede cancelar todo ataque del enemigo por los aires sobre cualquier nación, los ángeles de Dios pueden desactivar bombas e impedir que las aguas y alimentos sean envenenados. El poder de Dios puede cancelar el efecto de tóxicos mortales (como ántrax, gérmenes de viruela, etc.) que alguien suelte a una “hora pico” sobre las calles, los trenes, subterráneos o derrame por los aires y en el agua.
Este es tiempo de que hagamos lo que solamente podemos hacer como Iglesia: Orar con el poder del Espíritu Santo para que nada ni nadie detenga la predicación del Evangelio de Jesucristo.
Para orar sólo hace falta nuestra decisión. Usted puede hacerlo tanto en el hogar como en la oficina o en el auto. Invertimos tiempo para lo que nos interesa.
Si a usted le interesa vivir quietamente y en paz, ¡Necesita orar más que nunca para contrarrestar el espíritu de violencia que se ha desatado sobre la tierra y para que el Evangelio sea predicado completamente en su nación o ciudad!
El Señor quiere levantar por todo el mundo un ejército de guerreros espirituales dotados con la unción de valentía, dispuestos a batallar contra las fuerzas de maldad, que con sus oraciones cancelen todo poder maléfico y, a la vez, suelten el favor de Dios para que el Evangelio corra. ¿Desea enrolarse en el ejército de los intercesores del Señor?
¿Se imagina usted lo que puede hacer la oración diaria de los intercesores de Dios en todo el mundo? ¡No se pierda este tiempo tan especial de la historia, su oración puede hacer la diferencia!
¡No se quede mirando cómo pasa la historia, en cambio haga historia con su poderosa oración!
2 Crónicas 7:14 dice:
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”
LA ORACIÓN EFECTIVA
El pasaje de Lucas 3:21-22 nos enseña algo clave para recibir un derramamiento del poder de Dios sobre nuestras vidas, familias, iglesias, ciudades y naciones:
“Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió; y descendió el Espíritu Santo”
Este pasaje nos enseña la secuencia del obrar de Dios:
Oración, clamor e intercesión.
El resultado será que los cielos se abrirán. Esta expresión refleja que Dios desciende directamente para bendecir (Mal. 3:10)
Se origina, entonces, un derramamiento sobrenatural de la presencia de Dios, originando un verdadero avivamiento que impactará la iglesia y la sociedad.
Dios está deseoso de responder al clamor de su pueblo (Je. 33:3), por eso, como Iglesia de Cristo, necesitamos poner en práctica lo que dice la Palabra del Señor.
LA ORACIÓN EFICAZ
Santiago 5:16 dice en la parte final del pasaje: “La oración eficaz del justo puede mucho”
Para orar eficazmente necesitamos tener una meta o un blanco en mente hacia dónde dirigir nuestras oraciones. Dios es un Dios específico y desea que oremos en forma específica.
Hebreos 1:1 dice:
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”
Aquí aparece un artículo neutro (“lo”) que se refiere a algo específico, algo bien definido. Necesitamos orar con un blanco o una meta definida, es decir, hacer oraciones específicas para que Dios las responda por su gracia y misericordia.
A continuación, se detallan los puntos específicos por los cuales vamos a orar, creyendo de antemano que Dios nos contestará, pues Él dijo en Marcos 11:24 “Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”
MOTIVOS PARA ORAR EFICAZMENTE
IMPORTANTE:
Esta agenda de oración puede ser utilizada individualmente o en grupos de oración e intercesión espiritual.
Para comenzar se sugiere alistar nuestras vidas, para que no haya ninguna interferencia espiritual y nuestros oraciones sean eficaces. Esto significa limpiarnos de todo pecado y contaminación que nos asedie. 1 Juan 1:9 dice que “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
1 Juan 2:1-2 dice también: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados…”
Cualquier pecado confesado, el Señor lo perdonará, nos limpiará y nos verá cubiertos con su sangre, como si nunca hubiéramos cometido pecado alguno.
Una vez hecho esto, declare con fe lo que dice Romanos 8:1 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
Una vez hecho este proceso de limpieza y santificación, reclamar la llenura del Espíritu según Efesios 5:18, para que nuestras vidas rebosen de la presencia de Dios y nuestras oraciones sean eficaces.
Una vez realizado este proceso de limpieza y posicionamiento espiritual, invertir unos minutos alabando y adorando al Señor, declarando lo que dice Mateo 16:18, que las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia de Jesucristo, porque Jesucristo tiene un nombre que es por sobre todo nombre sea en el cielo, la tierra o debajo de la tierra (Filipenses 2:5-11).
Una vez realizado esto y orar, leer el Salmo 91 a viva voz todos juntos o individualmente.
Para orar, simplemente puede ir leyendo paso a paso, comenzando por el número “1” la agenda de oración. La agenda de oración provee los temas para orar en un orden hasta llegar al final.
PROTECCIÓN ESPIRITUAL DE LA NACIÓN
Protección de Dios sobre los cielos, en la tierra y debajo de la tierra. Que el Señor cubra con Su sangre preciosa los bordes o límites de cada ciudad y nación y además envíe sus ángeles guerreros protectores para desbaratar todo intento de invasión de las fuerzas de maldad a través de células terroristas.
Cancelar, en el Nombre de Jesús, todo ataque terrorista en ciudades, pueblos, aviones, aeropuertos, escuelas, centros comerciales, estadios de fútbol, iglesias, cualquier lugar masivo.
Cancelar, en el Nombre de Jesús, todo intento de envenenamiento de las aguas y alimentos.
Cancelar, en el Nombre de Jesús, el efecto mortal del ántrax o cualquier otro germen destructor que haya sido derramado sobre cualquier lugar. Que todo armamento terrorista quede obstaculizado, atascado e inutilizado por el poder de Jesucristo.
Orar, en el Nombre de Jesús, para que las autoridades policiales descubran toda célula terrorista oculta.
Orar para que los terroristas se conviertan a Cristo.
Orar por el mundo musulmán para que el poder del Espíritu Santo sea derramado y pueda penetrar el Evangelio de Jesucristo.
OTROS MOTIVOS POR LOS CUALES ORAR:
(Optativo)
1. INDIVIDUAL
a) Arrepentimiento y confesión de pecados (Hechos 3:19)
b) Ser llenos del Espíritu Santo (Ef. 5:18)
2. FAMILIA
a) Matrimonios (He. 13:4)
Armonía, felicidad (Ef. 5:21-22)
Quebrar espíritus de divorcio, separación, infidelidad (Isa. 10:27)
b) Padres e hijos (Ef. 6:1-4)
Padres ejemplares, amigos de sus hijos.
Quebrar todo espíritu de abuso de autoridad (Santiago 4:7)
Hijos en el camino del Señor
Quebrar todo espíritu de rebeldía y mundanalidad (1 Juan 2:15-17)
3. IGLESIA
a) Unidad (Sal. 133)
Bendecir a los demás ministerios de la ciudad (1 Pedro 3:9)
Romper espíritus de celos, envidia, competición.
Romper todo principado de división y falta de perdón (Ef. 5:11)
b) Avivamiento espiritual (Hechos 2:17-21)
Para cada congregación
Quebrar todo espíritu de frialdad y adormecimiento espiritual (2 Ti. 1:6)
Derramamiento nacional del Espíritu Santo (Zacarías 10:1)
c) Crecimiento numérico
Dar palabra de crecimiento para cada iglesia local de la ciudad (Hechos 9:31)
Quebrar todo espíritu de esterilidad y falta de resultados (Mt. 16:18)
d) Madurez Espiritual
En el pastorado (He. 13:7)
En el pueblo (2 Pedro 3:17-18)
Quebrar todo espíritu de carnalidad y liviandad (Ga. 5:16-17)
4. CIUDAD Y NACIÓN
a) Autoridades del gobierno (Ro. 13:1; 1 Ti. 2:1-4)
Presidente
Jueces
Alcaldes, Intendentes
Senadores
b) Reclamar protección sobre los cielos de la Nación (Sal. 34:7)
Paz y prosperidad en la tierra (Je. 29:7)
c) Medios de Comunicación (Ef. 6:12; 2:5-6)
Bendecir a los medios de radio, TV. prensa y reclamarlos para Cristo.
Quebrar todo espíritu que gobierna esos medios. Cerrar en oración toda programación contraria al Señor.
5. ESCUELAS Y UNIVERSIDADES
Bendecir a los maestros, profesores, directores de los establecimientos.
Quebrar todo espíritu anticristiano en los lugares de enseñanza pública y privada.
6. EMPRESAS – HOMBRES DE NEGOCIOS CRISTIANOS
Crecimiento en ventas – expansión
Inversiones milagrosas
Quebrar todo espíritu de falta de crecimiento y expansión.
¡La oración e intercesión, sea individual o grupal puede hacer mucho!