Recopilado por Ritchie Pugliese
Cuando hablamos en nuestro círculo cristiano del “mover de Dios”, nos referimos cómo Dios se mueve en medio nuestro con su Espíritu Santo. No existe una sola manera de definir cómo Dios se mueve, ya que el se manifiesta como lo considere necesario en el momento determinado.
Muchas veces ese mover lo vemos en algunas congregaciones solamente, y en otros casos más excepcionales lo vemos diseminado por toda la nación como un avivamiento.
Ante el mover del Espíritu Santo, el creyente debe elegir entre dos alternativas:
1) Quedarse como simple espectador y criticar negativamente lo que sucede, perdiendose lo real y genuino que Dios está haciendo;
2) Sumergirse en las corrientes de Dios y alinearse en lo que Dios está haciendo.
La voluntad de Dios es que toda su Iglesia disfrute en plenitud cuando Dios se mueve con su poder.
Lamentablemente esto no siempre ha sido así. La historia de la Iglesia nos dice que en medio de un genuino avivamiento, es posible quedarse afuera del mover de Dios.
¿Por qué sucede esto, si es algo de Dios?
Esto sucede mayormente debido a que existen algunas ideas equivocadas, o preconceptos, que muchos cristianos sinceros tienen respecto al obrar de Dios que los hace quedarse afuera del mover del Espíritu Santo.
Estas ideas vienen a manera de pensamientos, los cuales son utilizadas por el enemigo para bloquearnos y hacernos perder lo glorioso del mover del Espíritu Santo.
Veamos algunas de ellas:
1. “Si yo no lo comprendo, no es de Dios”
Existe una frase que nos ayudará a entender este punto: “Dios ofende la mente para revelar el corazón”. Que yo no comprenda lo que sucede, cuando Dios está actuando o haciendo algo, no significa que no sea de Dios.
En la Biblia encontramos situaciones que no se entienden naturalmente. Recuerde que el hombre natural no puede comprender las cosas del Espíritu de Dios (1 Corintios 2:14).
a) Génesis Capítulo 22. Abraham recibió una orden de Dios antinatural o anormal para el pensamiento humano de sacrificar a Isaac.
b) En Juan 9:1-12 la sanidad del ciego fue realizada por Jesús de una manera no muy higiénica, a nuestro parecer (v.6) cuando escupió en la tierra e hizo lodo para untarlo en sus ojos. Esa sanidad seguramente no fue como la gente hubiera imaginado que una sanidad tendría que ser.
c) En 2 Reyes 5, Naamán el leproso no podía entender porque debía sumergirse en aguas más sucias que las de su ciudad siete veces para ser sanado (v.10). El razonamiento natural de Naamán casi le hace perder la bendición de Dios.
2. “El Espíritu Santo jamás hará nada contra mi voluntad”
Muchos cristianos dicen livianamente y sin entender: “Señor haz lo que quieras”, sin comprender lo que esto significa realmente. El problema es que la mayoría en realidad dice: “Señor, haz lo que quieras… pero a MI manera”. Hermanos, Dios obra cómo quiere, cuándo quiere y con quién quiere pues él es el Señor.
En la Biblia existen algunas situaciones sobre este punto, que valen la pena recordar:
a) En Hechos 10:9-10 el Espíritu Santo le “suspendió” la comida a Pedro, pues Dios quería mostrarle una visión.
b) En Lucas 1:5-25 Zacarías estuvo nueve meses mudo por el obrar de Dios. La mudez fue contra la voluntad de Zacarías (v.64).
c) En Hechos 5:1-11 Ananías y Safira, contra su voluntad, cayeron fulminados, muertos, sin desearlo por cierto, por el poder del Espíritu Santo.
3. “Si verdaderamente es de Dios, no tendré temor”
Hoy se habla mucho de la presencia de Dios pero se habla poco del temor de Dios. Al sumo-sacerdote que entraba una vez al año al Lugar Santísimo, del tabernáculo, antes de entrar se le ponía una cuerda alrededor de su cuerpo, por si moría ante el resplandor de la Shekina-Gloria de Dios. Si eso sucedía, nadie podía entrar a buscar el cuerpo, sino que debían arrastrarlo hacia afuera.
Cuando la presencia del Espíritu de Dios se hace presente realmente, si somos cristianos que andamos en el Espíritu, automáticamente sentiremos un temor reverente que tocará nuestro ser, que nos impulsará a humillarnos ante su grandeza y darle toda la gloria y honor.
La Biblia detalla ciertas situaciones donde Dios actuó de diferentes formas y la gente experimentó un temor reverente:
a) Lucas 1:30 “No temas” (Lea también Lucas 2:9-10)
b) Daniel 10:4-7 “Un gran temor”
c) Éxodo 19:16 “Se estremeció todo el pueblo” (vea también 20:18 “temblaron”).
d) Hechos 9:6 Saulo…“temblando y temeroso”.
e) Éxodo 14:31 “el pueblo temió a Jehová”.
4. “Dios es prolijo y ordenado”
Dios es Dios de orden, pero según el orden del Espíritu. Su orden es diferente a lo que nosotros consideramos como “orden”. Para Dios muchas veces orden puede ser que, como resultado del obrar del Espíritu Santo, todas las personas en una reunión estén tiradas o postradas en el piso. ¡Para nosotros en realidad sería desorden pero para Dios no!
a) Lucas 8:26-39 El endemoniado gadareno liberado.
b) Hechos 2 El día de Pentecostés.
c) Hechos 16 Pablo y Silas.
d) Hechos 3:1-10 (cojo sanado).
e) Juan 18:5-6 Los que fueron a arrestar a Jesús.
Te sugiero que vuelvas a leer con detenimiento cada cita bíblica para que puedas darte cuenta por tí mismo que Dios opera, muchas veces, muy diferente de lo que nosotros pensamos. Generalmente Dios avergüenza la mente para revelar la dureza que hay en nuestro corazón.
Es tiempo de dejar de pensar naturalmente y renovar nuestra mente, es tiempo de salir de nuestro pensamiento religioso y entrar en la dimensión sobrenatural de entender, por fe, lo que Dios está haciendo entre nosotros. ¡No te quedes afuera del mover de Dios!