CUANDO DIOS HABLA CON EL SILENCIO

Por Ritchie Pugliese

Isaías 50:10-11 dice lo siguiente:

“¿Quién hay entre vosotros que tema a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios. He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y os rodeáis de teas; andad a la luz de vuestro fuego, y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados.”

Esta palabra fue dada para aquél que andaba en tinieblas y carecía de luz. No se refiere al que anda en pecado sino aquél que es fiel a Dios y en algún momento de su vida atraviesa una etapa donde no se ve nada y todo parece rodeado de tinieblas, sin ninguna solución a la vista.

Esta es una situación desesperante donde tenemos reales necesidades para que Dios las supla, y en cambio solo vemos a nuestro alrededor tinieblas y falta de luz. No tenemos respuesta. Caminamos cada día sin entender lo que está pasando, no tenemos luz de Dios para poder interpretar esta etapa difícil de la vida. Hemos orado y confiado en Dios, nos mantenemos fieles a Su Palabra, intercedemos con autoridad, Dios nos habla con palabras específicas de gran bendición, pero en la realidad…. ¡no sucede nada! ¿Te está sucediendo algo similar a esto actualmente, donde solo recibes de Dios un silencio que parece no terminar jamás, cuando necesitas desesperadamente su gloriosa intervención? ¿Qué debemos hacer cuando solo el obrar de Dios puede salvarnos y recibimos de Él, a cambio, silencio?

Esta es una prueba bien difícil de atravesar por lo cual muchos, como dice el pasaje, comienzan a buscar soluciones y diversas salidas. La expresión “todo vosotros encendéis fuego, y os rodeáis de teas; andad a la luz de VUESTRO fuego…” refleja lo que muchos de nosotros hacemos ante esta situación: – -¡Señor, o haces algo tu o tendré que moverme yo! – Ya conocemos siempre como termina la historia: Fracaso, desilusión, decisiones equivocadas, que nos causan dolor y nos sepultan mortalmente.

La expresión popular “el que espera desespera” es necesario que aprendamos a borrarla de nuestro vocabulario espiritual, pues esa desesperación (es decir, decidir no esperar más y hacer algo sin la guía y aprobación de Dios) nunca nos puede conducir a algo productivo que glorifique al Señor ni a un final feliz.

Sinceramente, esperar en los tiempos de silencio prolongado, es muy fácil de hablar pero bien difícil de practicar, especialmente cuando enfrentamos situaciones desesperantes en lo económico, la salud, la familia, relaciones, el ministerio, etc.

Para atravesar ese proceso, se necesita la Gracia de Dios y la sustancia de la Palabra de Dios, que nos provee la fe necesaria (Romanos 10:17) para transformar lo aparentemente negativo en algo beneficioso.

¿Por qué Dios permite, en ciertas etapas de nuestro andar cristiano, que experimentemos largos tiempos de silencio? ¿Qué dice la Biblia acerca del silencio de Dios?

Vamos a ver algunos casos de aquellos que hicieron algo ante el silencio de Dios, para obtener una beneficiosa enseñanza para aplicar en la vida cotidiana:

1. El Pueblo de Israel en el desierto

En Éxodo 32 nos encontramos en una situación especial donde Moisés estaba en la presencia de Dios por varios días y abajo en el campamento solo había silencio prolongado. Los días pasaban, la gente invertía horas y horas mirando hacia el monte a ver si veía bajar al hombre de Dios pero nada sucedía… era un silencio abrumador, enloquecedor, irritante y desesperante.

Es en ese contexto que el v.1 dice: “Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte…” Había consenso en el pueblo de que ya no se podía esperar más. Unos a otros se decían: – Ya estoy cansado de esperar ¿y tú? – y el otro respondía: – Yo también estoy más que nervioso de tanto esperar. ¡Este silencio nos está matando! ¡Tenemos que hacer algo! – Toda esa atmósfera pesada, de falta de espera, llevo al pueblo a hablar con Aarón y decirle: “… y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto; no sabemos que le haya acontecido.” Luego de eso el pueblo de Dios construyó un becerro de oro para adorar.

En este episodio, ¿Para qué sirvió el tiempo de silencio? Para revelar la idolatría y el corazón impuro del pueblo de Dios. Sirvió además para revelar falta de respeto y rebelión a una autoridad delegada de Dios.

¿En medio de este tiempo de silencio te has dado cuenta lo que realmente hay en tu corazón, que antes no lo sabias pero que necesita ser cambiado?

2. El Rey Saúl

En 1 Samuel 13:5 los filisteos se juntaron para pelear contra Israel. Era un enemigo muy numeroso que su sola presencia causaba temor. Era una situación desesperante y apremiante. El pueblo estaba temblando de temor (v.7), era una situación estrecha, apretada (v.6) donde había que hacer algo… o esperar al profeta de Dios que había dicho en el cápítulo 12:16Esperad aún ahora”.

Los días pasaban y el v. 8 dice: “Y el esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho; pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba.” El relato dice que Saúl esperó… pero no lo suficiente. Hubo algo dentro de el que dijo: – Basta de esperar, tengo que hacer algo – que le hizo hacer algo que no debía haber hecho, lo cual le costó el ser desechado por Dios y perder la Unción que había recibido.

El relato dice que el profeta Samuel apareció justo “cuando el (Saúl) acababa de ofrecer el holocausto…” Los vv. 13-14 reflejan la terrible consecuencia de no haber esperado en medio del silencio. En este episodio ¿Para que sirvió el tiempo de silencio? Para ver lo que había en el corazón de Saúl. ¿Qué hubo en el corazón de Saúl? Apresuramiento. Apresuramiento para Dios es no esperar todo el tiempo que El desea que nosotros esperemos. Quizás usted, como Saúl, espero unos días… pero al ver que no pasaba nada, hizo lo que no correspondía.

¿En medio de este tiempo de silencio te has dado cuenta lo que realmente hay en tu corazón, que antes no lo sabías, pero que necesita ser cambiado?

Generalmente cuando Dios hace silencios prolongados es para ver lo que hay en nuestro corazón, y para que nosotros también lo sepamos, a fin de corregirlo y pedir Gracia del cielo para ser transformados. Los tiempos de espera no son tiempos de tortura divina, sino de prueba divina para los hijos de Dios. ¿Va comprendiendo el propósito principal de este tiempo de silencio que estás atravesando?

3. La mujer cananea

En el pasaje bíblico de la mujer cananea, en Mateo 15:21-28, encontramos otro propósito divino en los tiempos de silencio. Nos encontramos otra vez ante una situación de extrema necesidad “Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio” Esta mujer tenía una hija endemoniada, la cual necesitaba urgente liberación, una palabra o respuesta, “Pero Jesús no le respondió palabra” ¿Qué hizo Jesús? Lo que menos necesitaba la mujer: ¡Silencio total!

Luego los discípulos al ver los gritos de esta mujer desesperada, le piden que la despida (v.23). Entonces Jesús, aquí empieza a hablar (v.24): “El respondiendo dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Estaba diciendo que él no ayudaría a personas que no fueran del pueblo de Dios, como lo era la mujer.

El relato continua diciendo que la mujer, con gran fe, a pesar de la negativa “vino y se postro ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!”. Jesús otra vez le responde con mayor dureza tratándole como a un perro (v.26), y la mujer aun así decía que al menos podía ella comer las migajas que le dan a los perros. ¿Por qué Jesús la trato así, despreciativamente?

Muchos aquí piensan que el Señor hizo esto porque es malo y castigador. ¡No! El Señor llevó a esta mujer cananea por todo ese proceso de silencio sin solución con un propósito: Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.” En este episodio ¿Para que sirvió el tiempo de silencio del Señor? Para probar el corazón de la mujer, para saber si ella tenía fe absoluta e inconmovible en El.

¿En medio de este tiempo de silencio te has dado cuenta lo que realmente hay en tu corazón, que antes no lo sabias, pero que necesita ser cambiado?

4. Marta y María, hermanas de Lázaro

En Juan Capítulo 11 encontramos el relato de la enfermedad, muerte y resurrección de Lázaro, el amigo de Jesús. Todo el relato, al leerlo detallado, tiene una secuencia “extraña” en el comportamiento de Jesús, aparentemente por cierto, aunque siempre Dios opera con propósito y no hace nunca nada al azar. El v.6 dice: “Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba”.

Todos hubiéramos imaginado a Jesús salir corriendo para solucionar el problema de Marta y María, pero no, a propósito y con propósito se detuvo e hizo silencio. Cuando lo vio Marta “le dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto” (v.21); cuando María lo vio le dijo también: “Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano”. Ya sabemos que posteriormente Jesús glorificaría su nombre al resucitar a Lázaro, para demostrar que Él es la resurrección y la vida y que el que cree en él, aunque este muerto, vivirá (v.24), pero en este episodio ¿Para que sirvió el tiempo de silencio del Señor y la aparente demora en su obrar? Para probar el corazón Marta y María y también para demostrar que él nunca llega tarde, que él siempre tiene todo bajo control pues es el Señor.

¿En medio de este tiempo de silencio te has dado cuenta lo que realmente hay en tu corazón, que antes no lo sabias, pero que necesita ser cambiado?

Por lo que hemos visto, podemos decir que los tiempos de silencio Dios los utiliza:

1. Para que aprendamos que el obrar de Dios siempre viene precedido de tiempos de silencio, muchas veces de silencio prolongado.

2. Para que nos demos cuenta de aquellas cosas que tienen que ser cambiadas de nuestro corazón, que no le glorifican y frenan su obrar.

3. Para que nos demos cuenta que tenemos apresuramiento y que solo nos interesa la bendición en vez de aprender la lección espiritual antes de recibir Su bendición.

4. Para que nos demos cuenta si tenemos fe genuina, perdurable y estable.

5. Para que nos demos cuenta si realmente creemos que Dios está en control de todo lo que nos pasa, a pesar de los tiempos difíciles que estamos atravesando.

Oh, hermanos, pidamos Gracia al Señor para que podamos aprender la lección que él considere necesaria en este tiempo difícil de espera silenciosa. Que la Palabra que hemos recibido sea una fuente motivadora, del Espíritu Santo, para dejar a Dios trabajar en medio del silencio que estamos experimentando, para que no caigamos en el apresuramiento y otras cosas que nos llevaran a errar el blanco de la voluntad de Dios para nuestras vidas.

Nunca olvidemos que los tiempos de silencio Dios los permite para poner de manifiesto lo que hay en nuestro corazón y revelar nuestras intenciones más profundas, para que sean corregidas de acuerdo a los principios de Su Palabra, a fin de recibir, como consecuencia, la bendición que estamos esperando y Él nos ha prometido.

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