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Por Ritchie Pugliese
El presente artículo no tiene la intención de discutir sobre si los diezmos son cosa del Antiguo Testamento, etc., sino acerca de las condiciones que necesitan ser dadas para que nosotros honremos al Señor financieramente con lo que él nos ha dado primero.
En muchos lugares se habla hasta el cansancio sobre los diezmos, como poniendo cargas pesadas sobre la gente, pero los mismos que “fuerzan” a la gente a traer sus diezmos a sus lugares de ministerio son los mismos que olvidan leer lo que la Biblia dice acerca de las condiciones que se necesitan para que alguien con confianza traiga sus diezmos. Según este pasaje no todo lugar es apto para que traigamos nuestros diezmos y lo apoyemos financieramente.
Es importante recordar que dar los diezmos es un acto de adoración individual, que generalmente lo hacemos en el lugar donde nos congregamos, pero si leemos bien el pasaje de Malaquías 3:10 allí el Señor dice enfáticamente que no solo que traigamos los diezmos, sino que pone una premisa o base para hacerlo, Dice: “haya alimento en mi casa”:
En Malaquías 3:10 leemos: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”
Más allá que digamos que la frase se refería a que hubiera lo suficiente en los lugares donde se depositaban lo que la gente ofrendaba, para sostener a los siervos de Dios, creo que para nosotros hoy es bueno que pensemos en lo siguiente. Por lo que dice el pasaje, podemos deducir que si no hay alimento en la casa de Dios, no debemos apoyar financieramente ese lugar.
Una buena pregunta para hacerse antes de apoyar financieramente un ministerio seria: ¿Hay alimento espiritual sustancioso en este lugar?
Aquí no estamos para juzgar a nadie ni sembrar dudas, pero si somos sinceros, veremos que muchos creyentes hoy día carecen del alimento espiritual balanceado que debieran recibir en sus congregaciones locales.
Esa carencia de recibir buen alimento espiritual, los ha llevado a buscar alimento espiritual en libros, páginas de internet, radio, televisión. Gracias a Dios por estos ministerios, pero a la vez esto muestra un realidad actual de muchos creyentes sinceros. ¡Es posible que tú seas uno de ellos!
Una de las características de los líderes espirituales (Efesios 4:11) es que sean personas de la palabra, para luego apacentar a la grey…pero la realidad moderna de algunas congregaciones locales es que la gente es entretenida, no es saciada, no reciben una palabra adecuada ¡y se quedan con hambre espiritual! Resultado: Sus vidas espirituales no crecen por falta de alimento espiritual de la Palabra de Dios.
Por eso es muy importante antes de apoyar un ministerio que nos hagamos la siguiente pregunta: ¿Este ministerio me alimenta, me nutre y edifica espiritualmente con la Palabra de Dios? ¿Este ministerio me desafía a crecer a nuevas alturas espirituales con los principios de la Palabra de Dios?
A pesar de ser ministros según los ministerios de Efesios 4:11, con mi esposa igual acostumbramos desde hace varios años, apoyar financieramente a algunos ministerios que nos alimentan espiritualmente. ¿Por qué lo hacemos? Por agradecimiento, pues gracias a ellos nuestras vidas son tocadas, bendecidas, edificadas y nos conducen a nuevos niveles espirituales.
Necesitamos apoyar ministerios que nos edifiquen espiritualmente para que ellos tengan los recursos suficientes y sigan hacia adelante con su precioso ministerio de la Palabra de Dios.
Muchas veces ayudamos a aquellos ministerios que están en necesidad, y eso es bueno, pero lo mejor que necesitamos hacer es apoyar a aquellos ministerios que nos imparten las cosas del Espíritu y nos alimentan balanceadamente con la Palabra de Dios.
A veces caemos en el error de apoyar ministerios que tienen un nombre o son famosos, pero que lamentablemente no alimentan ni edifican espiritualmente. Usted necesita ser un buen administrador de lo que Dios le ha dado y como hombre o mujer del Espíritu que es, debe saber que es una necesidad apoyar a aquellos ministerios que nos enseñan y edifican espiritualmente con los principios de la Palabra de Dios.
Es bueno aclarar que si nos encontramos congregados en un lugar donde no recibimos el alimento necesario espiritual, no significa que no debamos darle a Dios los diezmos. Como dije anteriormente, este es un acto de adoración personal que lo hacemos para agradar a Dios no a los hombres, pero sí debiéramos orar para que Dios nos dirija a un nuevo lugar donde podamos ser alimentados para crecer espiritualmente.
“Que haya alimento en mi casa ha dicho el Señor” es responsabilidad del liderazgo espiritual, pero también es responsabilidad de aquellos que reciben el alimento espiritual de apoyar financieramente a ese o esos ministerios que nos alimentan y edifican espiritualmente con los principios poderosos de la Palabra de Dios.
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