Recopilado por Ritchie Pugliese
La unción del Espíritu tiene diferentes manifestaciones. En la vida del Señor, él experimentó más que una dimensión de la unción. Jesús vino para predicar, enseñar y sanar dice Mateo 9:35. Eso significa que podemos tener una o más unciones del Espíritu Santo.
1) La unción para predicar
Uno puede asistir a una clase de enseñanza y hacer que el maestro nos grite pero eso no cambiará nuestra vida. La predicación sin unción es lo mismo que escuchar a un conferencista motivacional. Debe haber unción en el predicador para que ella penetre en nuestra vida. La unción debe estar sobre la vida y ministerio del predicador. Uno no puede jamás olvidar un sermón ungido. La unción para predicar cambia las vidas. Isaías 61:1 dice: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar”
2) La unción para enseñar
Jesús enseñó las bienaventuranzas, no las predicó. La unción de Dios en la vida de Cristo hizo que la gente estuviera muy atenta a lo que él decía. La gente decía que él hablaba con autoridad. El captó la atención de las multitudes. Mateo 7:28-29 dice: “cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.”
En Hechos 15 cuando se reunieron en Jerusalén, pedro enseñó. Pedro estaba predicando en la casa de Cornelio pero estuvo enseñando en Jerusalén cuando compartió el testimonio de lo que había pasado en la casa de Cornelio.
La unción para enseñar llenará los corazones. La unción para predicar conmocionará los corazones. La unción agitará la unción. Con esta unción los pasajes de la Biblia se verán con claridad. Sin la unción de enseñar la gente no puede ser alimentada. 1 Juan 2:27 dice: “…así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado,”
3) La unción para sanar
Esta clase de unción es completamente diferente. Uno puede sentir el cambio en la atmósfera. ¿Por qué? Porque echa fuera a los demonios y a la enfermedad. Uno puede predicar el evangelio pero esa unción no echará fuera a los demonios. Uno puede enseñar pero esa unción no echará fuera a los demonios y a la enfermedad.
Simón el mago fue liberado pero no sanado. La unción de sanidad no echó fuera a los demonios, sino a la enfermedad. Existen diferentes clases de demonios. Jesús dijo “este género o esta clase”. Algunos son echados fuera por la unción de sanidad. La mayoría son echados fuera por la unción de liberación.
La unción de sanidad, aunque todas las unciones son iguales pues provienen de Dios, no es la misma que la unción de liberación. Jesús envió a los doce y a los setenta con unción de aceite para sanar a los enfermos. Las sanidades suceden cuando el cristiano más sencillo ora, pero la liberación de demonios es otra cosa. La unción de sanidad a los enfermos viene cuando nos rendimos.
4) La unción de liberación
La unción estruendosa libera a los cautivos. No es una unción fácil. Es una unción ruidosa, es como un poderoso viento que requiere un golpe fuerte desde el cielo. La unción de sanidad es suave. Nunca he conocido una unción de liberación suave. Uno no puede echar fuera a los demonios diciendo livianamente: Afuera. La unción que viene nos hace violentos y enérgicos. Uno puede ser suave cuando le habla a alguien para que sea sanado. Uno no ve a Jesús hablando suavemente cuando echaba fuera a los demonios. Isaías 61:1 dice: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado… a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;”
5) La unción profética o de revelación
Con esta unción, cuando uno está leyendo la Biblia puede entender la Palabra. Uno puede dar una palabra profética de conocimiento o sabiduría a otros (1 Co. 14:3) y ser parte de un ministerio de intercesión profética.
6) La unción de adoración
Esta unción está conectada a la alabanza. Esta unción alaba y adora a Dios. Es una unción muy poderosa cuando uno está en el Espíritu, a solas o en una reunión con otros creyentes.
7) La unción de prosperidad
Esta unción es mencionada en varios pasajes de las Sagradas Escrituras. Deuteronomio 8:18 menciona que Dios es el que da el poder para prosperar: “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.”
Deuteronomio 28:12-14 menciona lo siguiente: “Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.”
Uno puede trabajar hasta que las manos le sangren y no ser prosperado. Dios es el que bendice la obra de nuestras manos. Uno no puede ser alcanzado por las bendiciones a menos que haya favor sobre su vida. La gente responderá a ti a causa de la unción. José tuvo esa unción. La unción para prosperar y ser promovido es la misma unción. La misma unción que vino sobre los hebreos cuando fueron a las casas de los egipcios a la medianoche a pedir por sus riquezas. Fueron tres millones de personas con favor. ¿Cuál era la posibilidad de que los egipcios dijeran que si? Quizás uno, dos o tres dijeran que sí pero no toda la nación, como sucedió (Éxodo 11:2-3 y luego en 35-36). Uno no puede tener tal favor a menos que Dios este en eso. El favor es la unción de prosperidad.
Si Dios le dio al pueblo hebreo favor ante los ojos de sus enemigos, ¿Cuánto más él lo hará por nosotros hoy?
¿Qué fue lo que causó que Salomón pudiera obtener dinero tan solo hablando? La gente le traía cargamento de oro por barco. La Biblia no dice que él lo compraba. Sus siervos iban y tomaban el oro. ¿Qué fue lo que hizo que las naciones le dieran oro a Salomón? El favor de Dios, la unción de prosperidad. Esa unción te mantendrá vivo, mantendrá a tu jefe encariñado contigo, te guardará de las deudas. La unción de prosperidad se libera por dar.