Todos los seres humanos, en cierto sentido, somos iguales. La humanidad básicamente enfrenta dos problemáticas a las cuales no les puede hallar una solución natural. Veamos cuáles son:
Problemática # 1: “Nadie puede controlar por sí mismo sus circunstancias ni evitar lo que le puede pasar”
Nadie por sí mismo puede evitar que le venga una enfermedad, que lo echen del trabajo, que pierda lo que tenía, la pérdida de un sueño, un fracaso amoroso, comercial, etc. Ni hablar de accidentes y catástrofes de cualquier tipo.
La humanidad está en problemas porque no tiene dominio sobre nada y eso le crea un gran temor y le origina una gran preocupación. Se siente indefensa, insegura, débil y a merced de cualquier calamidad.
En las Sagradas Escrituras leemos que en el principio, cuando Dios trajo su reino a la tierra, le había dado al ser humano gobierno y dominio sobre las circunstancias y sobre todas las criaturas: “y dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo”. (Génesis 1:26 NVI). Ese dominio que el ser humano había recibido en la creación como un regalo de Dios se perdió al desobedecer y ser engañados por la serpiente antigua, el diablo (Génesis 3:1-6 NVI).
A pesar de semejante caída, Dios en su misericordia, para restaurar el patrón original de gobierno y dominio que le había dado al ser humano, le dio la promesa en Génesis 3:15 de que Jesucristo (la simiente de la mujer) vendría posteriormente para devolverle al ser humano el dominio que había perdido y que el diablo le había robado.
El ser humano a partir de allí ha estado y sigue estando en problemas: Ha perdido el gobierno y dominio sobre su vida y circunstancias. Por consiguiente, no existe manera humana de evitar problemas, dificultades y calamidades.
Lo que ha hecho Jesucristo
Jesucristo durante su ministerio terrenal demostró que es el único que podía tener dominio de las situaciones y vencer a las circunstancias: Donde había Tormentas traía de su calma y paz, donde había hambre y enfermedad traía provisión y sanidad, donde operaban los demonios atormentando a la gente, eran echados fuera y el lugar se llenaba con su presencia. ¡Hasta venció a la misma muerte y volvió a la vida! ¡Por eso Jesucristo es el Rey del reino y ese gobierno y dominio se lo ha regresado a los que creen en su nombre!
Cuando por la proclamación del Evangelio entendemos que al recibir a Jesucristo, somos insertados en la familia de Dios y el Reino de Dios, ya no vivimos más bajo el temor de esta problemática. Sabemos que tenemos un Dios poderoso que rige por sobre todo, que nos cuida, protege, vela y sabe en definitivas lo que es mejor para nosotros. Por medio de la oración sabemos que las circunstancias pueden cambiar y mejorar, por su Espíritu y los principios de su palabra, ya creemos que no vivimos a la deriva, sino que en Cristo, podemos ser mas que vencedores y conquistadores sobre todas las circunstancias de la vida. Entendemos por el Espíritu que nada ni nadie nos puede separar de la mano compasiva de nuestro Dios y que él tiene un plan específico para cada uno de nosotros como lo dice Jeremías 19:11(NVI) “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” ¡aleluya!
La segunda problemática que enfrenta la humanidad es:
Problemática # 2: La búsqueda de un mundo perfecto e ideal
Debido a que el ser humano fue creado por Dios en el principio (Génesis 2) para vivir en un estado perfecto e ideal, pero que lamentablemente lo perdió en el Edén, en su interior se ha creado un vacío que quiere llenar, que lo lleva a buscar inconscientemente por todos lados la solución. Este vacío es el que lleva al ser humano a estar siempre en la búsqueda de un “mundo mejor”. Esto significa que:
- Cada generación está detrás de la búsqueda de la utopía de un mundo perfecto, ideal.
- La búsqueda es la fuente de todo progreso, desarrollo, inventos y filosofías humanas.
- La búsqueda y deseo de un mundo idílico es la fuente de las ideologías, llamadas “escuelas de pensamiento” (filosóficas, religiosas).
La búsqueda de lo ideal… o de un mundo mejor lo lleva al ser humano a buscar lo que se conoce como “religión”. ¿Qué es la religión en el pensamiento general? Es la búsqueda para encontrar a alguien superior que nos pueda ayudar en la vida. A la gente no le interesa en si quien ese ese Dios, lo que le interesa es como obtener ese mundo mejor e ideal. Por eso adora imágenes de seres humanos, animales, plantas, arbustos, etc. creando lo que se conoce como idolatría.
Para muchos otros la otra “religión” puede ser el dinero, el sexo, el poder y la fama entre otras tantas cosas, los cuales los lleva a adorarlos como dioses que controlan sus vidas y les provee algo de placer y seguridad pasajera.
El ser humano va detrás de la búsqueda del propósito de la vida y la promesa de un mundo mejor. Esto lleva a la búsqueda desesperada por el bienestar (En si no es nada malo anhelar tener bienestar general. El problema viene cuando eso es el resultado por tener un vacío espiritual no llenado por Dios). Por eso uno se muda a un lugar mejor, busca un trabajo mejor, etc. La gente utiliza generalmente a la religión pretendiendo obtener esas cosas.
Todos buscan el mundo utópico o ideal. Una sociedad perfecta con paz, seguridad, sin temor y prosperidad. Un mundo de equidad y justicia. Una comunidad de amor y seguridad. ¡Bien sabemos que solo con Jesucristo esto es posible!
La esperanza del más allá
La esperanza del más allá, en otro mundo, viene incluida con la promesa de la vida eterna en la mayoría de las religiones. Generalmente las religiones dicen que hay una recompensa en el más allá” cuando uno muere. Se les habla de un estado de eternidad o de reencarnarse en otro ser para vivir mejor que en la vida anterior.
El ser humano naturalmente no quiere envejecer ni morir, por eso busca por todos los medios que eso no suceda y se aferra, al darse cuenta de que este proceso es inevitable, se refugia en alguna religión.
Esta es en síntesis el vacío existencial que padece todo ser humano. Toda la humanidad corre en busca del “eslabón perdido” (A la luz de la Palabra de Dios sabemos que ese vacío interior viene por vivir la vida sin Cristo) pero al no tener la revelación del Evangelio van por otros caminos sin rumbo y sin destino.
Este “eslabón perdido” de la restauración de lo que perdió en Edén es lo que busca el ser humano, pero no lo sabe y lo que busca no es el camino correcto.
Una reflexión final
Es importante como creyentes en Cristo conocer estas dos problemáticas, las cuales nos ayudaran a entender las necesidades básicas de todo ser humano y posteriormente hablar con mayor efectividad de Cristo a otros.
Como alguien dijo: “Todos estamos cortados por la misma tijera” independientemente de su raza, sexo, estado social o financiero.
¿Nos damos cuenta de lo que glorioso que puede hacer en una vida el Evangelio del Reino de Cristo y el cambio de realidad que se produce?
¿Nos damos cuenta la importancia de estar atentos para saber el momento en que debemos hablarle de Cristo a los que nos rodean?
“Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y !!ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 9:16).
(Los conceptos generales de este artículo fueron tomados del libro “Principios del Reino, escrito por Myles Munroe)