Por Ritchie Pugliese
La palabra “ética”, según el diccionario de la RAE, significa: “Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida”. De modo que cuando hablamos de ética profesional nos estamos refiriendo a ciertas normas o formas de actuar en ese ámbito.
Para que un negocio o empresa prospere y avance es necesario tener en cuenta 10 principios básicos, que marcan la diferencia y definen si un negocio o empresa es mediocre o si va camino hacia la excelencia.
Estos 10 principios son:
1. No criticar a un superior delante de un empleado
Este punto es esencial para mantener una atmósfera de trabajo agradable y positiva. Es inevitable que los empleados hablen de todo, incluso de sus superiores. Pero esto produce una atmósfera totalmente negativa. El empleado que habla mal de sus autoridades tiene no solo una falta de ética sino de agradecimiento por el trabajo que le ha ofrecido esa empresa. Sin duda alguna, a veces pueden no gustarnos algunas decisiones o determinaciones que tomen los superiores de la empresa; pero eso no debería dar lugar alguno a la crítica, ya sea en forma abierta o secreta.
2. Dejar afuera de la empresa las miserias y problemas personales
El lugar de trabajo es lo que la misma palabra indica: Un lugar para trabajar, un lugar para estar enfocado y producir. Esto significa que cada día el empleado debe rendir bien, a pesar de los problemas o contratiempos que tenga. Es común ver a un empleado condicionado por sus sentimientos: cuando todo le va bien, entra sonriendo y es la persona más feliz del mundo y cuando tiene problemas, el mundo se le viene abajo y su rendimiento laboral también. Cuando uno ve a un empleado entrar por la puerta con la “cara larga” o amargado, uno ya sabe que esa persona vivirá toda la jornada laboral afectada por lo que le ha pasado fuera del trabajo. Para mejorar y maximizar el rendimiento en las horas de trabajo es necesario adiestrarse para dejar afuera todos los problemas personales.
3. No calumniar ni desprestigiar a un compañero de trabajo para poder escalar
“Divide y reinarás”, algunos atribuyen esta frase a Julio César y otros a Maquiavelo, pero sea cuál sea su origen, es lamentablemente cierta. En el ámbito laboral se habla de “serruchar al piso” para que el compañero caiga y uno sea promovido. La sana competencia laboral es buena y productiva, pero cuando se transforma en una pelea sin cuartel para ver quién es el mejor, se genera un clima bélico que da lugar a conflictos interpersonales en vez de disfrutar de un clima de compañerismo y trabajo en equipo.
4. Ir a la fuente principal
En todos los ámbitos se escuchan comentarios o chismes relacionados a la vida de otros y a la vida de la empresa. “¿Te enteraste de los cambios que van a hacer en el área de ventas?”. “¿Te enteraste que van a despedir al director de marketing?”, etc. Estos comentarios de pasillo, crean un microclima de inseguridad y duda, que atentan contra el rendimiento individual del empleado y la producción de la empresa. La mejor decisión ante estos comentarios siempre es ir a la fuente principal, a aquellos que realmente saben la verdad. Hacer esto corta la cadena del chisme dentro de una empresa.
5. Mantener siempre una actitud positiva en busca de una solución
Hay empleados que parecen deleitarse de hablar siempre de las cosas que están mal, y que viven enfocados en los comentarios negativos. Son aquellos que lo único que pueden ver son problemas. Lo increíble es que siempre encuentran un oído que los escucha. Es indispensable que el personal de una empresa trabaje con una actitud positiva y que no se detenga a hablar de los problemas, sino que colabore en traer soluciones. Las empresas que prosperan y avanzar tienen más empleados que suman y multiplican, y menos que restan y dividen.
6. No hablar mal de la fuente de trabajo
Una de las cosas más habituales en los lugares de trabajo es encontrar empleados que, a pesar de ser parte de la compañía y de recibir una retribución financiera, se la pasan hablando mal de la empresa y de sus directivos. A ellos todo les parece mal, pero aun así siguen trabajando allí. Esto no solo es una falta de ética laboral, sino una falta de agradecimiento por empleo recibido.
7. Visión de equipo versus individualismo
Vivimos en una sociedad muy egoísta e individualista donde a muchos les cuesta trabajar en equipo. El trabajo en equipo es compartir habilidades, no competir. El trabajo en equipo valora las fortalezas y habilidades del otro, reconoce que el aporte de cada uno es muy importante y que sin cada uno de ellos no se podrían llegar a cumplir los objetivos y las metas. No hay equipo ganador o empresa exitosa que no tenga una visión de trabajo en equipo.
8. Los desacuerdos se arreglan en privado, no en público
Dar rienda suelta a los nervios y gritar en medio de la oficina a la vista de todos no es la manera de resolver los desacuerdos. Una actitud sabia y prudente ante los desacuerdos es hablar en privado, a solas. Sin duda todos hemos presenciado situaciones donde un entredicho o discusión pública en el lugar de trabajo terminó de la peor manera. Esto se puede evitar sencillamente haciendo silencio en público e ir a hablar a solas con la persona o las personas involucradas en el problema.
9. Ganar amigos, no enemigos
Es imposible agradar a todo el mundo y es difícil tener afinidad con todos. Pero en el lugar de trabajo, donde invertimos muchas horas por día, es necesario esforzarnos por ser atentos, simpáticos, amables con todos, incluso con quienes nos cuesta entablar un diálogo o con aquellos que nos disgustan como personas. Debemos ver al otro principalmente como un trabajador y valorarlo por lo que hace, no necesariamente por lo que es como persona.
10. ¡Di todo con una sonrisa!
Muchas veces la expresión del rostro lo dice todo. Por eso cuando la expresión viene acompañada de una sonrisa amable, no ficticia, se pueden lograr muchas cosas buenas. Por algo Williams Shakespeare dijo “Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada”. No hay mejor compañero de trabajo que aquél que no solo es positivo, gentil y honesto; sino que también nos regala cada día una sonrisa. ¡Di todo con una sonrisa y todo resultará mejor!