PASOS CLAVES PARA LA INTERPRETACIÓN DE SUEÑOS

Recopilado por Ritchie Pugliese

Referido al tema de interpretar sueños, pareciera que dentro del pueblo de Dios, fuera un tema desconocido por muchos y conocido solo por algunos.

La Palabra de Dios, nuestra regla de fe y conducta, nuestra ancla segura de nuestra fe, tiene mucho para decirnos y enseñarnos sobre el tema.

Para comenzar es conveniente decir que no todo sueño proviene de Dios (Eclesiastés 5:3) y que los seres humanos tenemos la tendencia de ir hacia los extremos. Por un lado creemos que el tema de los sueños es algo sin importancia y por el otro pensamos que todos los sueños tienen un significado especial.

Eclesiastés 5:1-7 nos advierte de ambos extremos: “Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal. No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio. Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?  Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; más tú, teme a Dios.”

Lo que también es importante decir es que Dios muchas veces nos habla a través de sueños, pero como los sueños son simbólicos, no entendemos su significado.

El simbolismo de los sueños es el primer gran obstáculo a vencer para poder entender el significado de un sueño.

En Job 33:14-16, leemos que Eliú declara que Dios nos da instrucciones selladas en la forma de sueños: “Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; Pero el hombre no entiende. Por sueño, en visión nocturna, Cuando el sueño cae sobre los hombres, Cuando se adormecen sobre el lecho, Entonces revela al oído de los hombres, Y les señala su consejo,”

Debido a que estos sueños están sellados (como las parábolas) pocas veces nos damos cuenta que provienen del Señor. A veces lamentablemente consideramos a los sueños como material de propaganda sin importancia que recibimos todos los días en el correo.

En la antigüedad, una de las maneras en que más frecuentemente Dios se comunicaba con la gente era a través de sueños. Todos conocemos acerca de los sueños de Faraón y como Dios utilizó a José para poder interpretarlos. Esto sucedió en el pasado y por supuesto lo sigue haciendo hoy.

Es necesario entender que los sueños son parte del lenguaje del Espíritu Santo. La Biblia nos enseña que los derramamientos del Espíritu Santo vienen acompañados, entre otras cosas, con la manifestación de sueños.

Hechos 2:17 dice: “Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños”

Las Sagradas Escrituras fueron escritas por el mismo Dios que nos habla a través de sueños. Este lenguaje no ha cambiado. Por eso es indispensable que podamos comprender al menos las formas básicas para poder interpretar un sueño.

Pautas generales para poder interpretar un sueño:

Para comenzar podemos decir que los sueños son como una fotografía, la cual capta un breve momento de la vida y que no puede comprenderse cabalmente si no sabemos algo acerca de la persona que aparece en la foto.

Cuando conocemos algo sobre la vida de la persona podemos utilizar los símbolos para interpretar un sueño. La interpretación apresurada de los sueños debe evitarse. El mismo Daniel, cuando fue consultado por el rey Nabucodonosor para interpretarle un sueño, estuvo meditando cerca de una hora antes de decir lo que Dios le estaba mostrando. (Daniel 4:18-19), y además Daniel conocía el estilo de vida del rey.

Una de las cosas que se puede hacer para interpretar un sueño, es tener una “agenda de sueños” para escribir lo que soñamos antes de olvidarlo. Esta es una de las maneras seguras para poder comenzar a interpretar un sueño.

Algunas veces los sueños parecieran no tener alguna clave importante para su interpretación, pero si los comparamos con la serie de sueños que hemos tenido podríamos obtener más información para su interpretación. Es posible poder soñar lo mismo varias veces (Job 33:14).

Jesús nos dijo que fuéramos cuidadosos en lo que oímos y cómo oímos (Marcos 4:24; Lucas 8:18). Cuando grabamos o registramos un sueño podemos incluir entre otras cosas, el lugar donde se desarrolló el sueño (la calle, en el hogar, de vacaciones, etc,) y los sentimientos que hemos experimentado mientras soñábamos (alegría, tristeza, etc.).

Existe una diferencia entre un sueño y una visión nocturna. La visión nocturna no requiere interpretación. También, generalmente una visión nocturna tiene una voz hablando que nos provee el significado básico y mensaje de la visión (Ver Hechos 16:9-10).

Por el otro lado, un sueño raras veces, por si mismo, provee la interpretación. El tipo más común de sueños contiene más de una escena; un mensaje progresivo que se va desarrollando a medida que el sueño avanza, sea que el soñador observe o participe del sueño.

Algunos sueños tienen dos o tres escenas que tienen cada una un mensaje diferente, pero esto es menos común. Otras veces, la escena cambia y provee diferentes puntos de vista sobre un mismo tema o expresa la misma idea de diferentes maneras más que revelar un mensaje progresivo.

La primera escena de lo que soñamos:

En un sueño con más de una escena, la primera escena generalmente provee el escenario de sueño. Dios generalmente revela el tema de Su mensaje en la primea escena de nuestros sueños. Una vez que el asunto ha sido establecido, las escenas siguientes amplían el significado.

Esta progresión puede ser vista en la interpretación de Daniel a Nabucodonosor en Daniel 4:20-27.

Debido a que los sueños pueden cubrir diferentes temas y áreas de nuestras vidas, es importante discernir correctamente el tema al cual el sueño se refiere, si queremos utilizar el mensaje apropiadamente. Si no hacemos esto, fácilmente aplicaremos el sueño en algún área incorrecta de nuestras vidas, o lo aplicaremos incorrectamente a otra persona.

Esto puede suceder cuando un sueño contiene personas que conocemos, como ser, amigos, familiares, los cuales a menudo son utilizados como símbolos. Algunas veces representa a nosotros mismos, otras veces representa a un amigo o miembro de la familia

Sin la correcta aplicación y la correcta interpretación es prácticamente imposible interpretar un sueño.

Para determinar de qué se trata un sueño sería conveniente preguntarse:

1) “¿A quién se refiere el sueño?”

2) “¿De qué se trata el sueño?”. Una vez respondido esto, examinamos las acciones del sueño para determinar su mensaje. En otras palabras,

3) “¿Qué dice y hace la gente que aparece en el sueño?”

4) “¿Cuál es el escenario donde se desarrolla el sueño?”

Para responder la primera pregunta, examine siempre si el sueño se refiere a usted y se aplica a usted mismo. Un sueño generalmente se refiere o va dirigido para el que lo sueña. Debido a que no conocemos nuestro corazón, Dios utiliza los sueños para revelar lo profundo y secreto de nuestra vida.

Para responder la segunda pregunta recuerde que el deseo de Dios en definitivas es que podamos caminar en justicia y santidad. Como el sueño de Nabucodonosor que mencionamos anteriormente, muchos de nuestros sueños se refieren a nuestra conducta personal y santidad.

Otra área de nuestras vidas que generalmente Dios nos comunica en los sueños es acerca de nuestro medio de vida. Como 3 Juan v. 2 dice, Dios desea que prosperemos en todas las cosas, así como nuestra alma prospera. Entonces, Dios nos habla acerca de nuestra relación con él, nuestros trabajos, ministerio, salud y las relaciones que tenemos con los demás.

Para aquellos que están en el ministerio, muchas veces Dios les da a sus siervos un tema para predicar a través de un sueño. También Dios puede mostrarle algún problema oculto en la iglesia con el cual se debe tratar.

Entonces, una vez que sabemos el tema en particular del sueño que Dios nos dio y a quién se refiere, la interpretación del sueño no es difícil realizarla, pero si esas dos preguntas no son bien determinadas, cualquier interpretación será incorrecta.

Examinando la fuente u origen de los sueños:

Dijimos anteriormente que no todo sueño que soñamos proviene del Señor. ¿Cuál es la diferencia? Cuando comenzamos a desarrollar nuestra comunicación con Dios a través de la oración, al poco tiempo aprendemos que todo lo que oímos no proviene de Dios. El Señor con simpleza inserta un pensamiento en nuestros pensamientos, a menudo respondiendo nuestras preguntas cuando ni siquiera estábamos pensando acerca de lo que habíamos pedido.

Muchas veces, recibimos los pensamientos de Dios de la misma manera como en la oración. En medio de un sueño incoherente, Dios inserta un claro y preciso mensaje. Esa porción del sueño contiene el mensaje que Dios quiere que recordemos.

Como regla general, si después de sustituir los símbolos de un sueño con sus palabras claves o los pensamientos simbólicos, no tenemos un mensaje claro, entonces es probable que ese sueño no sea un sueño con un mensaje de Dios.

No olvidemos que los sueños revelan los secretos de nuestro corazón (I Corintios 2:11) y a veces no contiene un significado o mensaje directo del Señor, sino que nos muestra la condición de nuestro ser interior.

Porque no todo sueño proviene de Dios, debemos ser cautelosos en su significado. Las instrucciones y significados de los sueños deben ser también confirmados de otras maneras, antes de llevarlos a la práctica. Muchas veces, la obsesión y preocupación que tenemos por algo, puede hacer que uno sueñe para obtenerlo (Jeremías 29:8).

El tiempo de Dios es otro factor que debemos tener en consideración cuando estamos en el proceso de su interpretación. Algunas veces el Señor nos dice lo que él hará por nosotros, pero que debemos esperar que él lo haga. José fue un gran ejemplo de esto. Él tenía 17 años cuando tuvo dos sueños proféticos, sin embargo, cuando recién tuvo 30 años vio su cumplimiento (Génesis 37:2, 5; 41:46).

Si no esperamos podemos engendrar un Ismael en nuestras vidas (Génesis 21:11). Por eso, siempre es conveniente obtener confirmación de un sueño a través de otras fuentes antes de tomar el sueño como algo directivo (2 Corintios 13:1). Por otro lado, algunas veces un sueño simplemente confirma las instrucciones que hemos recibido por medio de otras fuentes seguras. Un buen ejemplo de esto es cuando Dios llamó a Gedeón (Jueces 7:9-15).

Una manera obvia para examinar su nuestro sueño proviene de Dios es que los mensajes de Dios siempre concuerdan con Su Palabra escrita. El sueño puede tener simbolismos y diversas cosas, pero siempre todo debe concordar con el sentir de las Sagradas Escrituras. (2 Timoteo 3:16-17).

Entender un sueño que tiene escenas sexuales explícitas y acciones violentas, es de ayuda para capacitarnos a caminar en justicia y santidad. Soñar con un encuentro íntimo sexual ilícito a menudo revela la necesidad de ser liberados de un espíritu de lujuria (Mateo 10:8). Aunque el adulterio y la fornicación son obras de la carne, no es normal tener sueños explícitos íntimos sexuales a menos que sea por la influencia de un espíritu inmundo. Esos espíritus se aprovechan del estado inconsciente de la persona (al estar durmiendo) para poner sus malos deseos en los sueños de la persona.

De la misma manera, soñar que uno es apuñalado o asesinado, a menudo revela la presencia de un espíritu de temor, de lo cual uno necesita liberación (2 Timoteo 1:7; Hebreos 2:14-15). La palabra correcta para describir tales sueños es “pesadilla”, que significa un sueño dado por un monstruo o demonio.

Soñar que estamos lastimando o matando a alguien puede alertarnos de la presencia de un espíritu de celos u odio, que anda dando vueltas en nuestro inconsciente (Proverbios 6:34; 1 Juan 3:15). Nuestro deseo inconsciente de venganza se verá revelado por la conducta violenta en el sueño. Santiago nos dice que tales emociones vienen directamente del diablo (Santiago 3:14-15).

En esta clase de sueños algunas veces los símbolos individuales no revelan nada específico en sí mismos, sino que los sentimientos de odio, lujuria, furia o rabia, temores nos dan la información para interpretar correctamente el sueño. Note que dije “algunas veces” porque existe otra clase de pesadillas de las que debemos estar alertas, y en estos casos los símbolos son importantes. No olvidemos que a veces estos sueños terribles pueden provenir del Señor. Job tuvo esta clase de sueños (Job 7:13-14)

En estos sueños, los símbolos tienen significado pero concentrarse en ellos puede hacer que perdamos el sentido principal. La idea es en vez de tratar primero de interpretar los símbolos, prestar atención principal a las acciones del sueño.

Las emociones en los sueños:

Como ya hemos visto, cuando soñamos nuestras emociones o sentimientos tienen su significado. Por ejemplo, si soñamos que alguien se muere y en el sueño nosotros estamos en paz y aun regocijándonos, esto no significa que Dios está diciendo que la persona morirá. En realidad, si la persona está perdida sin Cristo, el sueño de su muerte bien puede estar diciendo de su próxima conversión a Cristo (muerte a la vieja vida y nuevo nacimiento en Cristo).

Aunque dicho sueño nos confunda inicialmente, lo que el sueño nos dice en realidad está siendo revelado por las emociones que sentimos mientras soñamos.

Los colores cuando soñamos:

Aunque la mayoría de nuestros sueños son en blanco y negro, algunas veces ciertos colores aparecen. Los colores son simbólicos y nos proveen información adicional acerca de los objetos que están coloreados. Por ejemplo: Usted ha tenido un auto de color azul y sueña que tiene y maneja el mismo auto. Probablemente Dios le está hablando acerca de su pasado, pues el auto azul representa un período anterior de su vida (que no es necesariamente el tiempo exacto cuando usted compró el auto).

Por otro lado, si sueña que usted está manejando un auto azul que es suyo, aunque en la realidad nunca usted tuvo un auto azul, entonces el color tiene un significado diferente. En el primer caso el color azul simplemente identificaba al auto como algo que fue parte de su pasado. En este segundo ejemplo, el color azul se refiere a los aspectos espirituales de su vida o ministerio actual.

Los sueños, ¿son literales o simbólicos?:

Otro asunto importante acerca de la interpretación de sueños e discernir cuando un sueño es simbólico o cuando es literal. Como regla general, un sueño debería tomarse en forma literal. Si existe algo en un sueño que no es literal, entonces el sueño debería ser interpretado como si los objetos, y aun las personas que aparecen, son simbólicos.

Con el ejemplo que hemos dado del auto azul, en el primer ejemplo, usted ya no es más el dueño de auto. Entonces usted no lo maneja como si fuera el dueño. En el segundo ejemplo, usted nunca fue dueño de ese auto, así que entonces, el sueño debe ser simbólico. Sin embargo, si usted sueña que está manejando un auto del cual usted es dueño, yendo a su trabajo actual, y tiene un accidente en la calle donde usted trabaja, entonces usted debería orar para que Dios le guarde que esto suceda y usted pueda manejar cuidadosamente bajo la protección del Señor.

Normalmente en un sueño habrá alguna clave o algo que nos revelará si es literal o simbólico. Como regla general, si hay una persona o un objeto en un sueño que no pueda ser tomado literalmente, entonces el sueño completo debería ser visto como simbólico o en parábola. Sin embargo, si todo en el sueño es como en la vida real, el sueño generalmente es literal. Existen dos ejemplos de sueños interpretados en forma literal en Génesis 20:3-7; y 1 Reyes 3:5-15.

Independientemente de si el sueño es literal o en parábola, existen varios ejemplos de las Escrituras que nos muestran que, cuando es necesario, que podemos cambiar el resultado o las consecuencias de lo que aparece en un sueño.

La situación que un sueño revela o predice puede ser cambiada por medio de la oración. Un ejemplo de esto lo encontramos en Amós 7:1-6. Aquí vemos como la intercesión de Amós cambió la mente de Dios respecto a destruir a la nación de Israel. Así como la profecía que Jonás dio contra Nínive, los sueños a menudo advierten sobre un problema o peligro inminente. Estas advertencias son dadas para que podamos orar, y cuando fuera necesario, arrepentirnos. ¡La oración puede cambiar las cosas!

Sueños que se repiten:

Algunas veces cuando pensamos en lo que hemos soñado, nos damos cuenta que anteriormente hemos soñado lo mismo. El segundo sueño puede no siempre utilizar los mismos objetos o personas, pero tiene el mismo mensaje aparentemente. Un ejemplo de esto lo encontramos en los dos sueños de Faraón. En el primero siete vacas se comían otras siete vacas. En el segundo, siete espigas se comían a otras siete espigas. Los dos sueños utilizaban símbolos diferentes pero contenían el mismo mensaje.

José declaró que la repetición del mensaje significaba que provenían de Dios (Génesis 41:25, 32).

Cómo entender los sueños simbólicos (parábolas):

Mateo 13:34 dice: “Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba”. Jesús dio un ejemplo para poder entender los símbolos en la parábola del sembrador. Debido a que la mayoría de los sueños son parábolas, el método que él utilizó para descifrar esta parábola, es también el apropiado para interpretar sueños.

Debido a que Jesús dijo que la parábola del sembrador explicaba la manera de interpretar todas las demás parábolas, voy a mencionarla totalmente. Marcos 4:3-13 dice: “Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.  Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; más a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados. Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?”

Lo que Jesús hizo simplemente fue reemplazar cada símbolo de la parábola con su significado respectivo. Entonces la parábola quedaría así en Marcos 4:14-20:

“El sembrador (predicador) es el que siembra (predica) la palabra (la semilla). Y éstos son los de junto al camino (camino de impiedad): en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás (un ave), y quita la palabra que se sembró en sus corazones. Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales (corazones duros): los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo (gozo de la salvación); pero no tienen raíz (segura convicción) en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación (problemas) o la persecución (oposición, rechazo) por causa de la palabra, luego tropiezan. Estos son los que fueron sembrados entre espinos (deudas, responsabilidades naturales): los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra (impiden su cumplimiento o performance) y se hace infructuosa. Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.”

En esta parábola aparecen algunos números. El 30 significa “conformado o aceptado”; el 60 significa “imagen” y el 100 significa “medida completa o llena”. Entonces el versículo 20 quedaría así: “y estos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto porque ellos han sido conformados a Su imagen y semejanza. Por esa razón ellos dan fruto abundante.

Compare esta interpretación con los siguientes versículos bíblicos:

Romanos 8:29 “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.”

Efesios 4:13 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;”

Juan 15:7-8 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.”

¿Puede ver como todo coincide con el sentir de la Palabra de Dios?

Los símbolos: ¿Positivos o negativos? ¿Buenos o malos?:

Los símbolos como la mayoría de las palabras se pueden utilizar tanto positiva como negativamente. De la misma manera ellos pueden ser utilizados para definir algo bueno o algo malo.

El siguiente ejemplo utiliza dos metales: Bronce y hierro como un símbolo para dar dos significados diferentes. Isaías 60:17 dice: “En vez de bronce (la letra de la ley) traeré oro (sabiduría), y por hierro (esclavitud) plata (conocimiento o redención), y por madera (obras de la carne) bronce (la gracia o verdad de Dios), y en lugar de piedras (Acusaciones contra ti) hierro (fuerza o justificación); y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores.”

En principio el bronce es utilizado para simbolizar la Ley de Moisés, luego es utilizada para simboliza la palabra de gracia y verdad de Dios. La esclavitud de la ley es simbolizada por el hierro, el cual luego representa el poder del Espíritu Santo dado a los cristianos que han sido justificados a través de Cristo.

En el próximo versículo, Ezequiel 17:24, miremos como el símbolo para definir a las personas (árbol) es utilizado tanto negativa como positivamente, en buen y mal sentido: “Y sabrán todos los árboles (personas) del campo (mundo) que yo Jehová abatí el árbol sublime (persona altiva), levanté el árbol bajo (persona humilde) hice secar el árbol verde (persona carnal), e hice reverdecer el árbol seco (persona arrepentida en Cristo). Yo Jehová lo he dicho, y lo haré.”

Es importante recordar que los símbolos, como las palabras, son bien flexibles. Cuando uno conoce el contexto de un sueño y las circunstancias de la vida del soñador, uno puede apropiadamente definir los significados correctos. Sin este conocimiento lo único que podemos hacer es adivinar.

Para terminar, cuando necesitemos descifrar un símbolo, una pregunta conveniente sería: ¿Qué me dice a mí, personalmente, éste símbolo?

¡Que el Señor nos ayude a desarrollar nuestra capacidad espiritual de interpretar correctamente aquellos sueños que soñamos, aquellos que tienen un mensaje importante de parte del Señor para nuestras vidas, familias, ministerios y negocios! ¡Utilicemos éste lenguaje del Espíritu Santo!

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