LOS NOMBRES DE DIOS – SU SIGNIFICADO ESPECIAL PARA SUPLIR NUESTRA NECESIDAD –

Recopilado y ampliado por Ritchie Pugliese

La sociedad actual ha hecho que muchos padres les pusieran nombres a sus hijos por lo popular o por estar de última moda, pero en los relatos bíblicos los nombres de las personas tenían un significado especial. En el contexto hebreo cada nombre expresaba la naturaleza o el propósito de lo que Dios quería hacer en la vida de esa persona.

En el Antiguo Testamento, en Génesis 17:5, encontramos a Abram, cuyo nombre significaba “Padre enaltecido”, que debido a una promesa recibida por Dios su nombre fue cambiado posteriormente por Abraham, “padre de multitudes”. Su esposa Saraí, una mujer de noventa años y humanamente hablando estéril, dio a luz un hijo en su vejez y su nombre fue cambiado por Sara, que significa “princesa” (Génesis 17:15).

También el hijo de ellos, Isaac, cuyo nombre significa “risa” (Génesis 17:19) le fue dado para que sus padres recordasen que durante el lento proceso de recibir el cumplimiento de la promesa de Dios, Sara se rio algunas veces debido a la incredulidad y la vergüenza de ser una madre anciana (Génesis 18:12-15). Josué, el sucesor de Moisés, como su nombre lo indica fue el salvador del pueblo al dirigirlo a entrar en la tierra prometida.

En el Nuevo Testamento cuando Jesús se encontró por primera vez con Simón le dijo que se llamaría Cefas o Pedro, que significa “piedra” (Juan 1:42). El mismo Señor Jesús tuvo un nombre con significado pues quiere decir: “salvador” (Mt 1:21).

Todos estos ejemplos que hemos dado sirven para darnos cuenta que los nombres tenían un significado especial para las personas.

Lo mismo sucede con Dios. A lo largo del tiempo él se fue revelando a la humanidad con varios nombres, para que podamos conocer su carácter, su poder, y lo que Él deseaba hacer.

Los nombres de Dios

Una de las revelaciones más impactantes que Dios nos ha dado sobre si mismo ha sido referente a sus nombres. Como mencionamos anteriormente, en las Escrituras los nombres generalmente hablan de la naturaleza o el carácter de una persona. Los hebreos dicen acerca de Dios “que El mismo es Su nombre y que su nombre es El mismo”.

Los nombres de Dios están básicamente divididos en dos grupos:

  1. Creacionales
  2. Redentores

Veamos cada uno de ellos a continuación:

  1. Los nombres creacionales de Dios

Los nombres creacionales de Dios son aquellos que tienen que ver con la revelación de su ser, quién es él.

Esos nombres se utilizan en relación de Dios con su creación, con sus criaturas. El nombre “EL” significa “ser fuerte, poderoso”. Elohim es la forma plural de “EL” y habla de las tres personas de la Deidad. “EL” se refiere más al objeto de la adoración que a un nombre divino.

Cuando la palabra “EL” es utilizada como nombre compuesto, se la asocia generalmente para mostrar su poder o un atributo de Dios en relación a su creación.

Esta es la lista de los nombres creacionales de Dios:

  1. EL = ser fuerte, poderoso. Es la forma singular. Se la utiliza para Dios el padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El Padre es El (Génesis 14:18-22); El Hijo es El (Isaías 7:14; Emanu-El; Isaías 9:6-9); el Espíritu Santo es EL (Job 33:4; 37:10).
  2. Elohim – Es la forma plural. Es utilizada cerca de 2,500 veces en el Antiguo Testamento (Genesis 1:1). Es utilizado para mencionar al trino Dios (Éxodo 3:1-6,15). Es utilizado para referirse a la plenitud de la Deidad en el Hijo, Jesucristo (Salmos 45:2-6).

    Acerca de este nombre podemos decir lo siguiente:

    A.  Este fue el primer nombre en el cual Dios se dio a conocer. En Génesis 1:1 leemos: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”, para indicar su supremacía como el Gran y Único Creador del universo. Esto coincide plenamente con lo que dice Hebreos 12:2 “el autor y consumador…”, Apocalipsis 1:8  “… el alfa y la omega, el principio y el fin, el que es, el que era y el que ha de venir”.

    Todo el universo refleja la gloria de Elohim, pero tristemente podemos decir que la humanidad no lo ha reconocido y venerado sino que le ha dado la espalda para idolatrar en cambio imágenes y pervertir la genuina adoración al verdadero Dios. Romanos 1:23 claramente dice que ellos “cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imágenes de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles”. Con solo observar la creación, toda la humanidad debería irrumpir en alabanza, adoración ante el Gran Creador. Dios es Creador por excelencia y naturaleza. 

    Todos los descubrimientos que se han hecho vinieron después de Él y se han realizado con los materiales que Él ha creado. Aún la inteligencia humana ha sido creada por el Señor. Por eso Él es digno de ser adorado, ¡es Elohim!

    B. En Génesis 1:26 leemos: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos…”

    Nosotros como cristianos entendemos que aquí está presente la trinidad. El versículo revela que Dios es Dios en tres personas (Padre, Hijo, Espíritu Santo). En los tiempos del Antiguo Testamento la gente no entendía como hoy entendemos que Dios es uno en tres personas.

    El nombre que Dios utilizaba para identificarse a sí mismo era ELOHIM, nombre que revelaba el divino poder y majestad del Señor. ELOHIM era el nombre apropiado para definir al verdadero y único Dios manifestado en tres personas.

    Los maestros judíos de la época creían que el nombre ELOHIM enfatizaba la misericordia de Dios (Génesis 1:28; Génesis 17:3, 6; Génesis 30:17), mientras que Yahvé (Jehová) enfatizaba su estricta justicia (Génesis 6:3; 15:4; 30:27).

    ELOHIM básicamente significa “alguien que es adorado”. El nombre ELOHIM era el nombre más reverenciado y honrado por los ancianos de Israel. Los israelitas sabían que existía un verdadero ELOHIM, el único digno de ser adorado. A menudo lo llamaban Jehová Dios (Éxodo 20:4-6)

    También, Dios mismo se refería a sí mismo como Jehová-Elohim, nombre que literalmente significa: “El Señor es Dios” (Génesis 2:4; 3:21; Éxodo 9:30)

    Nuestra respuesta ante el Señor que es digno de ser adorado, es la de venir a él con una actitud humilde, de quebrantamiento.

  3. EL-Elyon -El Dios Altísimo (Génesis 14:18).
  4. EL-Roi – El Dios que ve (Génesis 16:13-14) Omnisciente.
  5. EL-Shadai – Dios Todopoderoso, Dios todo suficiente (Génesis 17:1).

    Dios se reveló a Abraham como el Todopoderoso en Génesis 17:1-3 para:

    a)            Revelarse como el que tiene todo poder para llevar a cabo su voluntad y propósito. Usted ya conoce la historia de Abraham y Sara, que siendo ya muy ancianos engendraron un hijo de promesa y propósito. Nunca se olvide que cuando Dios le ha prometido algo, él lo cumplirá en su  tiempo debido, ni un minuto más ni un minuto menos.

    b)            Revelarse como Aquél que se perfecciona en la debilidad. Abraham tenía una promesa de Dios pero su vida tenía cierta inclinación hacia la mentira. En dos ocasiones se hizo pasar por hermano de su esposa para que no lo matasen. Dios tenía que tratar con él para que cuando llegase la bendición de la promesa cumplida, estuviese calificado espiritualmente para disfrutarla y darle toda la gloria al Señor.

    c)            Revelar su generosidad. Los teólogos dicen que la palabra “shaddai” deriva del término “shad” y representa a una mujer que con sus senos alimenta a su hijo. Da la idea de derramar, verter vida. El Shaddai nos muestra al Señor que derrama y vierte sus bendiciones sobre nosotros.

    d)            Revelarse como un Dios fructífero y de multiplicación. Leemos en Génesis 28:3 “y el Dios omnipotente te bendiga y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos”. ¡Necesitamos de nuestro Gran Señor, El Shaddai, para desarrollarnos y crecer en todas nuestras empresas de fe!

    Nuestra respuesta ante el Señor todopoderoso, que tiene la habilidad y capacidad para controlar, manejar cualquier situación que enfrentemos, es la de rendirnos ante él.

  6. EL-Olam – Dios, el Eterno (Génesis 21:33) El es un ser eterno.
  7. EL-Bet-El – Dios de la casa de Dios (Génesis 31:13; 35:7)
  8. El-Elohe-Israel – Dios, el Dios del Príncipe de Dios (Génesis 33:20)
  9. ELoah – El único Dios (Deuteronomio 32:15; Daniel 2:11)
  10. El-Gibor – El poderoso o gran Dios (Isaías 9:6; Jeremías 32:18-19)
  11. Elohim-Elyon – Dios el más alto (Salmos 91:1-2; 78:56)
  12. Elohim-Sabot – Dios de los ejércitos (Salmos 80:7, 14. Se refiere a su omnipotencia.
  13. Adon o Adonai – Maestro, Dueño, gobernador sobre todo (Salmos 147:5; 86:12)
  14. Emanu-EL – Dios con nosotros (Isaías 7:14; Mateo 1:21-23; Dios hecho carne. El Logos encarnado (Juan 1:1-3; 14-18)
  1. Los nombres redentores de Dios

Los nombres redentores de Dios son aquellos que tienen que ver con lo que él puede hacer por los suyos.

Los nombres redentores de Dios revelados como Jehová o Yahwéh son nombres propios y distintivos de Dios. En algunas versiones la palabra Jehová se la traduce como Señor.

Los hebreos se referían a este nombre como impronunciable o el incomunicable nombre de Dios. Las letras hebreas para este nombre son YHWH (Tetragramaton)

Jehová es YO SOY EL QUE SOY. Significa “ser” o “Yo seré lo que seré”. Nos habla de que Dios es eterno y que nunca cambia, siempre es fiel.

Los nombres redentores siempre vienen acompañados de otra palabra y están asociados a las necesidades del ser humano. Eso significa que Jehová será siempre todo lo que su pueblo necesite de él.

El dijo de si mismo en Exodo 3:14-15Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. 15 Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová,[a] el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.” (ver también Exodo 15:3; Isaías 42:8; Jeremías 16:21; 33:2; Amós 5:8; 9:6)

Veamos algunos nombres:

  1. Jehová (Yahve o Señor) YO SOY EL QUE SOY (Exodo 3:14-15) El que se revela a si mismo a la humanidad con un propósito redentor (Malaquias 3:6).
  2. Jehová-Elohim – El Señor Dios, el Creador Redentor (Génesis 2:4)
  3. Ja (abreviatura de Jehova) (Exodo 15:2; 17:16; Salmos 68:4)
  4. Jehová-Elohim-Sabaot – El Señor de los ejércitos, esto es de los ejércitos celestiales, de la creación y las criaturas (Salmos84:8; Jeremias 15:16)
  5. Adonai-Jehová-Sabaot – El magnifico Señor de los ejércitos (Salmos 69:6). “Adon” es la palabra singular para magnifico y se la traduce como Señor en el Antiguo Testamento. Adonai es la forma plurar para lo mismo.
  6. Jehová-Elohim – El Señor Dios (Salmos 68:18)
  7. Ja-Jehová – El Señor Jehova (doble énfasis) (Isaias 12:2; 26:4)
  8. Jehová-Jiré – El Señor que provee (Genesis 22:14).

    Luego de muchos años de espera en recibir el cumplimiento de la promesa de  Dios, Abraham y Sara fueron padres de Isaac. Seguramente ellos habían pensado que el trato de Dios hacia ellos había terminado, pero no fue así. Aún el Señor tendría una prueba más… y muy exigente: Debería Abraham sacrificar su único hijo al Señor como una ofrenda de obediencia y lealtad hacia Él.

    Dios vio el corazón dispuesto de Abraham e impidió el sacrificio físico pero aceptó el sacrificio interior de su siervo.

    En ese contexto aparece el Señor revelado como el Dios que todo lo provee. Dios requiere siempre obediencia para probar nuestra fidelidad y para ser testigos de Su fidelidad.

    Para Abraham este acto de sacrificio fue un acto de adoración (Génesis 22:5). Note también el lugar donde se manifestó Dios como proveedor. Dice Génesis 22:14: “Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: en el monte de Jehová será provisto”.

    Únicamente en la presencia del Señor y por medio del sacrificio recibimos provisión. Para mover la “rueda” de la provisión espiritual debemos primero sacrificar lo que tenemos. Cuando empiezo a dar por fe, recibo por fe. Para conocer a Jehová-Jireh debemos ir al monte del sacrificio.

    Nuestra respuesta ante el Señor que provee es darle nuestra mezquindad y avaricia.

  9. Jehová-Rafa – El Señor que sana (Exodos 15:26).

    Dios se manifestó a su pueblo también como el Sanador en medio de las aguas amargas de Mara (Éxodo 15:24-26). Como cristianos podemos vivir seguros bajo la cobertura sanadora de nuestro Señor. Él se manifestó como sanador de nuestras enfermedades y es el mismo que nos provee salud divina diaria para cuando estamos bien.

    La medicina cada día crece con sus avances, los médicos descubren nuevas técnicas cada día pero el Médico por excelencia es nuestro Dios. A menos que El intervenga no existe verdadera sanidad. Toda sanidad es sobrenatural, aun la que viene por medio de la medicina pues el Señor la ha creado para restaurar la salud. ¿Sabía usted que si alguien enfermo de gravedad toma un medicamento, por bueno que sea, pero su cuerpo lo rechaza, esa persona muere? Toda sanidad es obra sobrenatural del Señor. ¡No hay mejor cobertura que la que nos provee nuestro Jehová-Rophe/Repheka!

  10. Jehová-Nisi – El Señor mi estandarte o bandera (Exodos 17:5).

    En Éxodo 17:9-15 nos encontramos con el relato de la lucha del pueblo de Dios contra Amalec, como una figura del enemigo y las luchas que tenemos que enfrentar en la vida como hijos de Dios. Las manos levantadas de  Moisés sobre la cumbre del collado es una figura de la victoria de Jehová-Nissi.

    De la misma manera hoy nosotros, su pueblo, podemos estar tranquilos en nuestras luchas y problemas personales sabiendo que no las enfrentamos solos sino teniendo al Señor al frente nuestro para ayudarnos a vencer. ¡Dios no solo nos acompaña en nuestros tiempos difíciles, sino que también toma la delantera sobre nuestras circunstancias y nos da la victoria!

    Nuestra respuesta ante el Señor que va delante nuestro para darnos la victoria es entregarle nuestra incapacidad de ganar o vencer, en cada situación de nuestras vidas, por nosotros mismos.

  11. Jehova-Kana -El Señor que cela o es celoso (Exodo 20:5; 34:14; Deuteronomio 5:9)
  12. Jehová-Mekadeskum o M’kaddesh – El Señor que santifica (Exodos 31:13; Levitico 20:8).

    Éxodo 31:13 muestra al Señor como “…el que os santifico”. Dios no se conforma con limpiarnos del pasado de pecado sino que nos quiere llevar a un presente y futuro glorioso viviendo en santidad. Una cosa es tener a Cristo como el Salvador y otra muy diferente tenerlo como el Señor de la vida.

    La santidad de Dios diferencia al mediocre del maduro espiritual, diferencia al convencido del comprometido en la causa del Reino de Dios. Muchos confunden santidad con legalismo o religiosidad, pero el Señor nos quiere hacer disfrutar la hermosura de su santidad. La obra de Dios sobre nuestras vidas es total, por dentro y por fuera, para el presente, pasado y futuro. ¡Seamos santos como él es santo para conocerlo como Jehová-M’kaddesh!

    Nuestra actitud ante el Señor nuestro santificador es entregarle nuestra religiosidad y humana moralidad.

  13. Jehová-Shalom -El Señor nuestra paz (Jueces 6:24.

          La Biblia nos dice en Filipenses 4:7 que la paz de Dios sobrepasa todo entendimiento y guarda nuestros     corazones y pensamientos con tranquilidad celestial en Cristo Jesús. Esto mismo fue lo que experimentó Gedeón en un momento de tensión en su vida y circunstancias (Lea Jueces 6:22-24).

Nuestra paz, como cristianos, no depende de las circunstancias sino del Señor que está sobre todas las circunstancias reinando con poder. ¡Hay verdadera estabilidad y firmeza en la paz de Dios!

Nuestra respuesta ante el Señor que provee paz es entregarle, todo lo que nos provoca nerviosismo, intranquilidad, tensión.

   14. Jehová Shafat – El Señor es juez (Jueces 11:27)

   15. Jehová-Sabaot – El Señor de los ejércitos (1 Samuel 1:3; Salmos 24:10; 84:1,3).

El gigante Goliat padeció en carne propia la grandeza de nuestro Dios en la vida del pequeño-gigante espiritual llamado David. En 1 Samuel 17:43-45 al ser menospreciado por el experto guerrero de los filisteos, le respondió diciendo:  (v. 45) “…tu vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos (Jehová-Sabaoth), el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado”.

Usted bien sabe cómo terminó la lucha, el Señor de los ejércitos le dio a David inteligencia y autoridad para vencer y cortarle la cabeza al humanamente hablando invencible Goliat (v. 51). Si estamos del lado de Jehová-Sabaoth, vamos a triunfar sobre toda fuerza del mal por más poderosa que parezca a nuestros ojos o sentidos. Nuestras batallas espirituales contra el enemigo no se ganan con sagacidad o intrepidez humana sino con el poder de los Alto (Zac. 4:6). ¡Levántese hoy  contra sus enemigos con el poder del Espíritu Santo pues de su lado esta Jehová-Sabaoth!

Nuestra actitud ante el Señor de los ejércitos es alabarle y adorarle pues en medio de los tiempos peligrosos que vivimos y problemas que enfrentamos en la vida, tenemos al Señor que nos defiende y protege.

Nuestra vida espiritual puede hoy mismo ser renovada y nuestros ojos espirituales pueden ser abiertos a la maravillosa verdad de Quien es nuestro Dios. ¡Él se ha revelado con todos sus gloriosos nombres y aún sigue siendo más grande pues es el Señor! ¡Gocémonos en nuestro Dios y sirvámosle con gozo pues no hay nadie como El!

  16. Jehová-Elyon – El Señor Altísimo o Dios supremo (Salmos 7:17).

Este nombre de Dios aparece en la Biblia varias veces en el Antiguo Testamento. Aparece por primera vez en Génesis 14:19-20 cuando el Rey Melquisedec de Salem alaba la valentía de Abraham al rescatar a su sobrino Lot. Él le dijo: “y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.

Esta expresión, “altísimo, no quiere significar la altura en el sentido de medir más alto que los demás. Al mencionar al Dios altísimo, la Palabra quiere dar a entender al Señor que está por sobre todo en poder y majestad. El Salmo 47:2 dice “Porque Jehová el Altísimo es temible; Rey grande sobre toda la tierra” y el Salmo 97:9 dice “Porque tú, Jehová, eres excelso sobre toda la tierra; eres muy exaltado sobre todos los dioses”. No hay nada ni nadie que se pueda comparar a la grandeza de nuestro poderoso Dios. ¡Él es inigualable en Majestad, Autoridad y Poder! ¡Por eso vale la pena entregarle nuestras vidas y servirle con devoción!

Nuestra actitud ante nuestro Dios altísimo es venir humillados ante él, considerando nuestra “bajeza”.

  17. Jehová-Raah o Roi -El Señor mi pastor (Salmos 23:1).

El salmo 23 revela la figura maravillosa de nuestro Gran pastor con nosotros las ovejas de prado. La característica del buen pastor es que no solo da su vida por las ovejas (Juan 10:11-12) sino que también las pastorea, es decir, les da buenos pastos para comer. Nunca se congregue en una iglesia donde el pastor no le provea alimento espiritual balanceado, lleno del Espíritu Santo y de la autoridad de la Palabra de Dios. ¡Salga corriendo de allí! Tampoco no se coloque bajo la cobertura espiritual de pastores que no dan la vida por sus ovejas.

Con dolor debemos decir que muchos ministros dejan el pastorado o cambian de congregación por propuestas económicas más suculentas en otro lado como si el ministerio fuera un empleo y se van sin importarle nada la vida de las ovejas que tenían a su cargo. ¡No es ninguna sorpresa que el lobo (el diablo) se las devore! ¡El Señor guarde a su iglesia de semejantes “pastores” que nada tienen que ver con un verdadero pastor! Si usted se congrega en una iglesia donde su pastor es un verdadero reflejo y ejemplo del Gran Pastor, ¡Alabe al Señor!

Nuestra respuesta ante el Señor que es nuestro gran pastor, es recibir siempre el alimento espiritual que nos proveen los siervos de Dios.

  18. Jehová-Hosenú – El Señor nuestro hacedor (Salmos 95:6).

Dios no solo se manifestó como Creador sino también como nuestro Hacedor. Él ha pensado en nuestra concepción y nos ha hecho tal como somos. ¿Puede ver la mano del Señor al pensar que de miles de espermatozoides dando vueltas, nosotros fuimos elegidos por el Señor para ovular y crecer en el vientre de nuestra madre? ¿Puede ver la mano de Dios en su nacimiento y en su forma de ser externa e interna? 

Existen cristianos disconformes con su apariencia física y su manera de ser. Ellos desearían cambiarse en otra persona si fuera posible. Por cierto debemos cuidar nuestra apariencia, pues somos templo del Espíritu Santo, pero nunca dejar de agradecer a Dios tal como somos. Él nos hizo así, altos o bajos, rubios o mestizos, blancos o negros, con ojos claros o de color café. ¡Somos únicos para El y debemos gozarnos en ello!

El Salmo 95:6 nos da una invitación para venir ante él con adoración postración y porque Él es nuestro hacedor y nos ha hecho tal como somos para Su Gloria. Dios, por manifestarse como nuestro Hacedor, tiene derechos sobre nosotros. No nos pertenecemos a nosotros mismos sino le pertenecemos a Él. ¡Alabe al Señor, Jehová-Hoseenú!

Nuestra actitud ante el Señor nuestro hacedor, es la de agradecerle por lo que somos físicamente (altura, color de piel, color de pelo, ojos, contextura física, etc.).

  19. Jehová-Gibbor – El Señor es poderoso (Isaías 42:13).

  20. Jehová-Tsidkenu = Jehová mi justicia 

En el relato de Jeremías 23:5-6 Dios se revela como el justo o el que justifica. En el Nuevo Testamento por cierto Él se revela como nuestra justicia “al que no conoció pecado (Cristo), por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (Cristo)”.

Dios nos hizo justicia al ser, por medio de la obra de Cristo en la cruz, declarados justos. No es que seamos justos sino que fuimos declarados justos, pues Cristo tomó el castigo de nuestras rebeliones y pecado para que podamos ser salvos. Romanos 5:1 dice “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” ¿Quién otro sino el Señor pudo hacer esta obra increíble a favor nuestro? ¡Bendito sea Su Nombre, Jehová-Tsidkenu!

Nuestra respuesta ante el Señor nuestra justicia es entregarle nuestra actitud de pretender con nuestros actos ganar el favor de Dios.

 21. Jehová-Shama – El Señor está alli siempre presente (Ezequiel 48:35)

Dios se caracteriza no solo por su omnipotencia, omnisciencia sino también por su omnipresencia. Aquel que ha hecho la paz con Dios por medio de Cristo tiene asegurada la cobertura presente y continua del Señor. Dios reveló este nombre en Ezequiel 48:35 “Y el nombre de la ciudad desde aquel día será Jehová-sama”, y en el Nuevo Testamento encontramos a Jesús diciendo en Mateo 28:20 “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”. ¡El Señor nunca sale de vacaciones ni se toma un descanso, sino que está atento y vigilante para cuidarnos, amarnos y bendecirnos! ¡Él no es un Dios de templos solamente sino el Señor siempre presente en cada lugar donde nos movamos y vivamos!

El Salmo 46:1-3 dice: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza”.

Isaías 50:7-8 dice también: “Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado. Cercano está de mí el que me salva; ¿quién contenderá conmigo?”

Nuestra respuesta ante el Señor que siempre está presente es declarar su compañía cuando los demás nos abandonan por diversas causas.

22. Jehová Elheenú = Jehová nuestro Dios

Dios se ha revelado también como un Dios cercano y accesible. Existe una idea errónea de que el Señor es muy lejano e inaccesible. Para aquellos que tenemos a Cristo como el Salvador, Dios es bien accesible y es nuestro Padre Celestial.

Una persona se transforma en hijo de Dios cuando recibe a Cristo en el corazón (Juan 1.12). Es por eso que los que hemos sido libertados de la esclavitud del reino de tinieblas y trasladados al Reino de Dios podemos con libertad decir ¡Abba Padre!, es decir “Papito”, una expresión muy tierna y cercana que un hijo le dice a su amado padre.

El Salmo 99:5, 8, 9 repite tres veces la expresión “Jehová nuestro Dios”. ¡Aleluya porque él se ha revelado a nosotros como Jehova-Elheenú!

Nuestra actitud ante el Señor nuestro Dios, es agradecerle por poder ser parte de una iglesia local donde podemos adorarle y servirle en comunidad.

23. Jehová-Elohay = El Señor mi Dios

El Señor no solo es nuestro Dios, a nivel grupal, sino principalmente nuestro Dios personal. ¡Él es mi Dios! Es hermoso y bello compartir con otros que tienen al Señor como su Dios pero esta comunión es el resultado de tenerlo individualmente viviendo en nuestro corazón por la presencia del Espíritu Santo.

En Zacarías 14:5, 7, 9 él se reveló con este nombre para mostrar que Él es “mi” Dios no importa lo que pueda pasar en la tierra. Es verdad, ¿Quién nos puede separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús? (Ro 8:38-39)

¡Conocer a Jehova-Elohay no es una acción egoísta sino un acto de fe!

Nuestra actitud ante el Señor mi Dios es agradecerle por poder tener una relación personal e íntima con él a través de Cristo.

 

La mayoría de los nombres de Dios fueron tomados del libro “The Foundations of Christian Doctrine” (Los fundamentos de la doctrina cristiana) escrito por el apóstol-maestro Kevin J. Conner, publicado en 1980 por Bible Temple Publishing, U.S.A.

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