LOS DOS ENEMIGOS QUE ATENTAN CONTRA NUESTRO DESTINO BENDECIDO

Recopilado por Ritchie Pugliese

Jeremías 29:11 dice lo siguiente: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”

Aquí el Señor está diciendo que él sabe contundentemente y firmemente lo que piensa acerca de nosotros. Dios piensa en mí, y en todos sus hijos, de la siguiente manera:

a) Pensamientos de paz o bienestar, y no de mal

b) Pensamientos para darnos lo que anhelamos y aspiramos en la vida

El problema está en que muchos pensamos que Dios es malo, injusto, castigador, malvado y que todo lo malo que hemos atravesado ha sido por su culpa. Esa idea en nuestra cabeza nos da una un concepto completamente diferente y distorsionado de lo que Dios realmente es.

El resultado de esa clase de pensamiento nos lleva a creer que la vida será una desgracia, un valle de lágrimas y sufrimiento constante.

El Salmo 100:5 declara lo que Dios realmente es: “Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones.”

Necesitamos renovar la mente y siempre creer que Dios es bueno, piensa bien de nosotros, y quiere bendecirnos. Dios es misericordioso y nos ama tal como somos, para ayudarnos a llegar a ser la clase de persona que él quiere.

Lamentablemente no todos saben esto y viven sumergidos en una capa espesa de tinieblas que les impide ver la realidad que Dios quiere que vean. ¡Dios es bueno!

Existen dos clases de impedimentos para conocer y alcanzar el plan bendecido de Dios:

1. LA IGNORANCIA

El diccionario defina la palabra “ignorancia” como la falta general de instrucción, que me lleva a la falta de conocimiento de una material o asunto determinado.

Lo contrario a “ignorancia” es conocimiento, saber, entender, encontrarle el sentido a algo o a alguna cosa.

Respecto a la ignorancia debemos saber que ella no nos exime de recibir las consecuencias. Existe una historia antigua sobre un pasajero que viajaba en barco desde Europa hacia América. El obtuvo su boleto y se dirigió a dormir a la bodega del barco. Durante la travesía pasó hambre y frio, cuando en realidad con el boleto tenía incluido dormir en una buena cama de un camarote y alimentarse comiendo todo lo suficiente. ¡Este hombre no disfrutó del viaje, sino que lo padeció, por su ignorancia!

La ignorancia nos impide alcanzar lo que podíamos alcanzar, nos impide recibir lo que podíamos recibir, nos impide disfrutar lo que podíamos disfrutar.

No hay nada que más le interese al enemigo, que el pueblo de Dios sea ignorante del plan bendecido que Dios tiene para sus vidas. Si él logra esto, a esa persona la tendrá cautiva toda la vida. ¿Puede entender por qué el enemigo quiere que usted sea una persona ignorante?

La ignorancia trae consecuencias negativas. Algunas de ellas son:

A. La ignorancia mata

Proverbios 1:32 dice: “Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará a perder;”

B. La ignorancia trae destrucción

Oseas 4:6 dice: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.”

C. La ignorancia nos aleja de Dios

Efesios 4:18 dice: “teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;”

D. La ignorancia esclaviza

Juan 8:32 dice: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”

La ignorancia se resuelve con el conocimiento. El conocimiento nos saca de la oscuridad y nos guía a obtener sabiduría y revelación de Dios. Esto significa prácticamente darnos cuenta de todo lo hermoso y precioso que Dios tiene para mi vida.

La Palabra de Dios enseña que podemos ser transformados y dejar de ser ignorantes.

Romanos 12:2 dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

2. LA INCREDULIDAD

Hebreos 11:6 dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

Según el diccionario, un incrédulo es una persona falta de fe y que no cree fácilmente.

La incredulidad es contraria a la fe. Es una condición que nos aleja de Dios y sus propósitos.

El enemigo no solo quiere que seamos ignorantes de todo lo que Dios tiene preparado para nosotros, sino que también desea impedir que seamos personas con fe.

Podemos con la ayuda de Dios vencer a la incredulidad, pero antes de hablar de eso, miremos todo lo negativo o malo que trae la incredulidad:

A. La incredulidad me aleja de creer en Dios y me impide recibir sus recompensas

Hebreos 11:6 dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

B. La incredulidad nos impide entra en el propósito y reposo de Dios (es decir, cumplir nuestro destino en Dios y hacer su voluntad).

Hebreos 3:7-12 dice: “El reposo del pueblo de Dios Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;”

me probaron” = Éxodo 17:1-7  Agua de la roca; Números 20:2-13 Moisés golpeó la roca enojado.

C. La incredulidad nos impide recibir lo que Dios tiene para nosotros

Mateo 13:58: “Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.”

D. La incredulidad nos conduce a la desobediencia para que nos venga maldición

Deuteronomio 28:15-68. El v. 15 dice: “Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.”

E. La incredulidad es pecado

Romanos 14:23 dice: “Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.”

Es contradictorio decirlo, pero uno puede ser un creyente incrédulo por no ejercer su fe. La frase preferida de la incredulidad es: – Dios puede hacerlo, pero….” –

Gracias a Dios podemos resolver este problema siguiendo los consejos de la Palabra de Dios:

Romanos 10:17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”

1 Timoteo 6:12 dice: “Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.”

Para vencer a la incredulidad debemos batallar para que la fe se imponga en nuestras vidas.

Dios en este tiempo nos quiere librar de toda ignorancia para llevarnos al conocimiento de la revelación de la Palabra de Dios y nos exhorta a batallar contra la incredulidad para ser hombres y mujeres de fe, de la fe que viene por oír la Palabra de Dios.

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