LIMPIEZA TOTAL ESPIRITUAL

Por Ritchie Pugliese

La limpieza es un ingrediente necesario que debería adornar la vida de cada persona y todo lugar. La falta de limpieza produce suciedad, la cual da lugar a todo tipo de enfermedades.

Si bien esta clase de limpieza es necesaria e indispensable, existe otra clase de limpieza que aún es más necesaria: La limpieza espiritual.

A lo largo de los años hemos descubierto que existen ciertos patrones pecaminosos que ensucian nuestras vidas, afectan nuestra relación con Dios y nuestro caminar espiritual, por eso es necesario hacer algo al respecto a fin de vivir una vida de limpieza total espiritual.

Así como para quitar la suciedad natural existen soluciones rápidas, la buena noticia es que también en lo espiritual, gracias a la obra de Cristo en la cruz del calvario, podemos despojarnos rápidamente y a cada instante de todas aquellas cosas que nos ensucian espiritualmente.

La limpieza espiritual comienza cuando reconocemos nuestras faltas, nos humillamos ante Dios, nos arrepentimos y las confesamos. El resultado inmediato será que la sangre preciosa de Cristo nos limpiará totalmente. 1 Juan 1:9 dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” y podremos vivir sin condenación como también lo afirma Romanos 8:1: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús…” porque Romanos 5:1 además dice: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo…”

Te invitamos en este día que hagas un tiempo para examinarte individualmente ante Dios para detectar aquellas cosas que pudieran ensuciarte y contaminarte espiritualmente.

Lee con atención los siguientes puntos. Te sugiero que vayas paso a paso. Luego de leer cada punto, haz un alto para arreglar cuentas con el Señor y recibir limpieza total espiritual, la cual es posible por la Gracia de Dios y por lo que Jesucristo hizo una vez y para siempre en la cruz del calvario:

1. PECADO

Salmos 32:1,5 “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.”… “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.”

Salmos 19:12-13 “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.”

El pecado, básicamente, es vivir independiente de Dios, más que hacer cosas malas. Uno hace cosas malas por vivir independiente de Dios. Ese es el pecado básico de la humanidad.

A pesar de salvos por la Gracia de Dios, y decidir caminar en obediencia, la vida diaria, el ambiente y otras cosas nos contaminan continuamente. De allí la necesidad de humillarnos ante Dios, arrepentirnos y ser limpios con la preciosa sangre de Cristo.

Permite al Espíritu Santo que te muestre específicamente aquellas cosas que son desagradables a Dios. Cuando algo venga a tu mente como recordatorio, no te quedes con culpa o remordimiento. Toma el mejor camino: arrepentimiento + limpieza = Recibir el perdón del Señor. Romanos 8:1 dice que no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús.

2. TRANSGRESIONES

Romanos 4:25 “el cual (Jesús) fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.”

Hebreos 10:17 “…nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones…”

Salmos 32:5 “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.”

Salmos 39:8 “Líbrame de todas mis transgresiones…”

Las transgresiones son aquellas cosas que hacemos traspasando mínimamente los límites de Dios. Es como intentar poner la mano por un instante en el fuego para sentir su calor y sacarla para que no nos queme. Este “juguetear” en ese borde entre lo bueno y lo malo es muy peligroso. Detecta esto en tu vida y arregla cuentas con el Señor. La práctica continua de las transgresiones nos insensibiliza a escuchar la voz de alerta del Espíritu Santo que nos advierte que estamos haciendo algo que desagrada a Dios.

3. PATRONES DE INIQUIDAD

Salmos 103:3 “Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias”

Romanos 4:7 “Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos.”

Hebreos 8:12 “Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.”

Aquí tenemos que tratar todo lo referido a maldiciones generacionales, familiares y territoriales. Este es un trabajo más complejo pero aun así el Señor puede mostrarnos algo malo que nuestros padres, abuelos, bisabuelos hicieron en el pasado, por ejemplo: Consultar algún brujo, hacerse tirar las cartas o directamente involucrados en prácticas espiritistas u ocultas. La Biblia nos dice que ese pecado de nuestros antepasados corre por nuestra línea sanguínea familiar y se transforman en iniquidades que nos afectan a nosotros y a nuestros hijos.

Aquí lo conveniente, además de buscar ayuda de un líder maduro espiritual y con discernimiento de espíritus, es buscar a Dios para consagrarle nuestra línea de sangre familiar. Invitemos al Señor que con su Espíritu Santo recorra nuestro linaje y que sea cortado todo efecto maligno que hemos heredado de nuestros padres, abuelos, bisabuelos, etc. Declarar que a partir de nosotros y hacia nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, correrá desde ahora la gracia y la misericordia de Dios.

4. LO QUE YO HABLO DE MI

Mateo 12:37 “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”

Son incontables las veces que hablamos mal de nosotros o nos decimos cosas negativas, como ser: – No sirvo para nada; – soy un inútil, – soy el peor de todos, etc. Son palabras que atentan con lo que Dios dice que nosotros somos y aunque parezcan expresiones inocentes nos afectan como personas. Recuerda que el enemigo siempre quiere degradarnos, rebajarnos, y utiliza nuestros pensamientos y expresiones para destruirnos.

Necesitamos arrepentirnos de todas esas palabras negativas que hemos dicho contra nosotros y cambiarlas por lo que Dios dice de nosotros en su Palabra (Jeremías 29:11).

5. LO QUE OTROS HABLAN DE MI

Isaías 54:17 “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.”

Es inevitable que la gente no hable de nosotros. Lamentablemente no les caemos bien a todas las personas, por eso nos critican, calumnian, difaman y esparcen chismes con la idea de degradar nuestra imagen y reputación. Una cosa es que la gente hable porque les hemos dado motivos pero el énfasis aquí es de aquellos que injustamente nos atacan con sus palabras.

Pensemos en las personas que están o estuvieron en autoridad sobre nosotros, como ser padres, maestros, jefes, supervisores, pastores, mentores, que hablaron mal o negativamente de nosotros, generalmente a nuestras espaldas. También podríamos agregar a nuestro cónyuge en esta lista.Debemos cancelar el efecto destructivo en el Nombre de Jesús y cambiar esos dichos negativos por las promesas positivas de la Palabra de Dios que hablan bien de nosotros.

6. LO QUE YO HABLO DE OTROS

Mateo 12:37 “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”

Romanos 12:14 “Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.”

Aquí, si somos sinceros, estamos todos involucrados ya que en mayor o menor medida hablamos de otros en forma negativa, despectiva y enjuiciadora. Así como no podemos agradarles a todos a nosotros nos pasa lo mismo con ciertas personas. Por cierto eso no da lugar para hablar mal pero nuestra baja naturaleza nos impulsa a hacerlo.

Cuando el Espíritu Santo nos muestre específicamente lo que hemos dicho contra alguien, arrepintámonos y decidamos bendecir a esa persona aunque no nos guste. Esta es una acción de fe, no sentimental. Si lo hacemos, ¡Dios nos recompensará por esto!

7. MOTIVOS IMPUROS DEL CORAZÓN

Hebreos 4:12 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Pensamientos de ira, lujuria, venganza, envidia, celos, rencor, egoísmo, avaricia son solo algunos de los motivos impuros del corazón que nos llegan en forma de pensamientos y contaminan nuestra vida.

Permite que el Espíritu te muestre específicamente. Renuncia no por uno a ellos y recibe la limpieza y perdón del Señor.

8. FALTA DE PERDÓN Y MISERICORDIA

Mateo 5:7 “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.”

Todos hemos tenido problemas para perdonar a aquellos que nos han hecho mal en algún momento. Hemos alojado en nuestro interior deseos de venganza y de mal. Lo interesante es que esto no le hace nada a la otra persona pero si a nosotros. Es como tomar veneno y pretender que la otra persona se muera.

Perdonar es divino pero también implica nuestra decisión de fe. El primer paso para perdonar es decidir perdonar aunque no lo sintamos. Nunca sentiremos el deseo de perdonar pero cuando lo hacemos porque Dios lo dice, al cabo del tiempo el sentimiento se alistará detrás de nuestra decisión de fe y el perdón y olvido serán una realidad.

9. PRÁCTICAS OCULTAS, PACTOS CON DEMONIOS

Deuteronomio 18:10-12 dice:“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.”

Vivimos en un mundo saturado y rodeado de tinieblas y sea por ignorancia o por curiosidad muchos se involucran en prácticas ocultas peligrosas. Hoy es muy común que la gente vaya a consultar a un brujo, se involucre con sectas diabólicas que prometen “beneficios” a cambio de hacer algún pacto, el cual generalmente incluye el derramamiento de sangre de un animal y en casos extremos de un ser humano. Esto no es ningún juego y hacer esto deja las puertas abiertas para que el diablo y sus demonios nos atormenten.

La gente no se da cuenta que el diablo cuando da algo es a cambio de otra cosas y con una consecuencia final terrible. Es probable que luego de hacer un pacto para enamorar a alguien esa persona salga con ella o que luego de hacer un pacto de prosperidad pueda avanzar financieramente. El enemigo les dio “el dulce” pero a cambio de eso la persona queda atada, enlazada, atrapada, oprimida durante toda la vida, terminando en muchos casos en suicidios o asesinatos. Solo cuando decidimos renunciar a esto y pedir que la sangre de Jesucristo corte esos pactos es que podemos ser libres.

¡Cuántas cosas ensucian y contaminan nuestra vida espiritual! Por eso no debemos quedarnos pasivos. ¡Declara que hoy es el día para comenzar con el proceso de limpieza espiritual total! Cuando lo hagas, ¡Las bendiciones de Dios te alcanzarán!

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