Recopilado por Ritchie Pugliese
Una celebración que desata bendición
La celebración de la Pascua, conocida por todos como “Semana Santa” es mucho más que una celebración ritual y tradicional que se hace todos los años. En realidad ella refleja un hecho histórico de carácter doble que está asociado con los siguientes acontecimientos bíblicos:
1) Le recuerda al pueblo de Israel cuando fue liberado de las garras de Faraón y Egipto por medio del sacrificio de un cordero animal como requisito previo para experimentar esa bendición.
También,
2) a la luz del Nuevo Testamento el tiempo de Pascua refleja un segundo y glorioso hecho histórico. Vemos como Dios eligió precisamente el tiempo de la celebración de la Pascua para permitir que su Hijo Jesucristo fuera a la cruz del Calvario a ser crucificado por amor a nosotros.
Jesucristo, al ir a la cruz, fue el Cordero inmolado de Dios, para recordar al pueblo de Israe,l y a todo el mundo, que lo que sucedió en la liberación del pueblo de Israel era una figura profética de lo que se cumpliría en la persona de Jesucristo y su gloriosa obra expiatoria en la cruz del calvario (Juan 3:16).
Con el tema de la celebración de las fiestas que Dios le dio a su pueblo en el pasado hay una gran controversia. Creo que esta controversia se origina por el tema de siempre: Desconocimiento de lo que dice la Palabra de Dios.
En primer lugar la Biblia dice en 1 Corintios 5:7 que Jesucristo es nuestra Pascua y luego, interesante destacarlo, no dice que no haya que celebrarla sino que “celebremos la fiesta no con la vieja levadura” (v.8). ¿Qué está diciendo allí?: Que no celebremos esta fiesta en forma ritualista, legalista y farisaica judía sino con la perspectiva de Dios.
Esa es la idea, saber cuál fue la perspectiva de Dios cuando él reveló el concepto de las fiestas, incluida la de Pascua. Ahora nosotros, en Cristo y con la ayuda del Espíritu Santo, podemos entender realmente, y sin equivocaciones, lo que estas fiestas significan.
Cuando miramos la Biblia como toda la Palabra de Dios revelada, y con la perspectiva espiritual de Dios, vamos a darnos cuenta que en realidad las fiestas que Israel celebraba eran mucho más que una fiesta dada a ellos, sino que Dios reveló un calendario profético para que todo aquél que lo siguiera cada año fuera bendecido.
Nuestro problema es que vemos a todo lo referido a las fiestas judías, etc bajo la perspectiva ritualista farisaica y legalista, que no tiene nada que ver con los principios espirituales dados por Dios en su Palabra y no pensamos que son principios revelados para que a través de Jesucristo y en el poder del Espíritu Santo podamos entender y disfrutar su dimensión espiritual y los beneficios.
La fiesta de la Pascua (como las otras dadas y por Dios) más que un hecho histórico (por cierto también lo es) es parte del calendario sobrenatural de Dios para revelarnos sus tiempos proféticos a fin de que seamos bendecidos anualmente.
Por eso, debemos quitarnos todo lo equivocado que hemos visto y oído sobre el tema, pues en algunos círculos cristianos muchos han enseñado erróneamente diciendo que tenemos que vestirnos como los judíos, seguir las reglas de los judíos, etc.
La idea de Dios no es que abracemos toda forma hueca y vacía de ritualismo judaico sino que entendamos y captemos la esencia y la sustancia de lo que Dios quiso decir al revelar su calendario espiritual a los seres humanos.
Por eso es bueno repetir esto una y otra vez: Cuando Dios estipuló las fiestas anuales, se las dio a Su pueblo, como un principio espiritual y en forma de calendario con fechas específicas para celebrar, pues eran fechas especiales y definidas para ser bendecidos. Note que dije para celebrar y no para estar con la cara larga y angustiada como generalmente vemos por la calle a la gente religiosa judía (que no reconoce a Jesucristo como el Mesías) guardar sus ritos farisaicos, que no conducen a nada sino a una esclavitud espiritual. ¡Esto es otra cosa y esta enseñanza no tiene nada que ver con eso!
Nosotros, que hemos reconocido a Jesucristo como el Mesías (en hebreo esta palabra significa, “Ungido”), como nuestro Salvador, ya no tenemos la perspectiva religiosa sobre estas fiestas sino la perspectiva espiritual original de Dios de verlas como fechas proféticas para celebrar y recibir las bendiciones prometidas.
De eso se trata este artículo, de expresar que cuando celebramos esta fecha de Pascua con el sentido espiritual correcto, somos candidatos seguros a recibir las siguientes siete bendiciones prometidas como un regalo de Dios.
Las siete bendiciones de la pascua
Habiendo explicado esto, para evitar toda confusión y mala interpretación, vayamos a ver cuáles son las siete bendiciones prometidas para aquellos que celebran en Cristo, la fiesta de pascua.
Para eso, debemos remontarnos a Éxodo 23 donde se detallan las siete bendiciones:
1. Dios nos asigna en este tiempo un ángel
En los versículos 20 y 23 leemos lo siguiente: “He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado…. Porque mi Ángel irá delante de ti,”.
Sobre el tema de los ángeles los cristianos mayormente estamos mal informados y no le prestamos atención y para peor, a veces hablamos más de los demonios. Además, también escuchamos lo que el mundo dice equivocadamente sobre los ángeles. Resultado: Somos confundidos.
La Biblia habla mucho sobre los ángeles de Dios.
En la primera Pascua Dios asignó un ángel que fuera delante del pueblo para guiarles y cuidarles; en Josué 5:11-15 vemos que antes de tomar la ciudad de Jericó, Josué tuvo un encuentro con un ángel llamado el capitán de las huestes del Señor; En Jueces 6:11-12 vemos a Gedeón, al cual se le apareció un ángel. En 2 Crónicas 32:20-23 vemos a Ezequías orando y clamando y Dios enviándole un ángel.
Vemos a los ángeles asistir a Jesús durante su ministerio terrenal en Lucas 22:41-44: “Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”, luego en la Iglesia primitiva la aparición de ángeles era algo cotidiano en la vida de Pedro (Hechos 12:7) y Pablo (Hechos 27).
Podríamos hablar muchísimo más sobre los ángeles de Dios, pero quiero simplemente enfatizar lo que dice Hebreos 1:14 “…(los ángeles de Dios) ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?“
Dios ha puesto a sus ángeles a disposición de todos los hijos e hijas de Dios.
¿Qué hacen ellos en favor de los hijos de Dios?:
• Nos ayudan a que prosperemos en nuestro camino (Génesis 24:40)
• Nos protegen y nos guía (Éxodo 23:23)
• Persisten en ayudarnos hasta que su tarea haya finalizado (Números 22:31-31)
• Ellos pueden ser los agentes enviadores de juicio de Dios contra el enemigo (Josué 5:13-14)
• Traen paz e incrementan la fe de los creyentes (Jueces 6:12, 22-23).
• Son los agentes de Dios para traer ánimo (Jueces 6:12)
• Pueden ser los agentes guerreros de Dios (2 Reyes 6:15-17)
• Nos rodean para protegernos y liberarnos (Salmo 34:7)
• Dios ha puesto ángeles que se encarguen de nosotros (Salmos 91:11-12)
• Ellos oyen la voz de Dios y obedecen sus órdenes (Salmos 103:20)
• Son los ministros de Dios que hacen lo que a Dios le agrada (Salmos 103:21)
• Alaban a Dios (Samos 148:2)
• Guardan el trono de Dios (Isaías 6:1-2)
• Son guerreros defensores (Isaías 37:34-36)
• Cuidan y velan alertas a los creyentes (Daniel 4:13)
• Son agentes de protección de Dios (Daniel 6:22)
• Traen los mensajes de Dios (Daniel 8:15-16)
• Traen las respuestas a nuestras oraciones (Daniel 9:21-23)
• Nos hacen recordar el amor del Padre Celestial (Daniel 10:10-11)
• Nos ministran paz y nos animan (Daniel 10:12)
• Son los agentes de Dios que nos advierten (Mateo 2:13)
• Recogerán la gran cosecha final (Mateo 13:39)
• Ministran a los niños (Mateo 18:10)
• Son agentes de Dios para instruirnos y guiarnos (Lucas 1:13)
• Se regocijan cuando alguien es salvo (Lucas 15:10)
• Fortalecen a los creyentes (Lucas 22:43)
• Comunican las instrucciones de Dios (Hechos 8:26)
• Ministran específicamente a los creyentes (Hebreos 1:7, 13-14)
• Son vigilantes todo el tiempo (Apocalipsis 4:8)
• Rodean el trono de Dios ((Apocalipsis 5:11-12)
• Adoran a Dios (Apocalipsis 7:11-12)
• Presentan las oraciones de los creyentes delante del trono de Dios (Apocalipsis 8:3-4)
• Batallan contra el enemigo y los vencen (Apocalipsis 12:7-8)
• Son siervos (Apocalipsis 22:9)
IMPORTANTE: Los ángeles nunca deben ser adorados, ni se les debe pedir algo. Debemos clamar a Dios para que él envíe sus ángeles ministradores. Debemos ver a los ángeles como siervos espirituales, invisibles pero reales, de Dios que cumplen una tarea en favor del creyente. ¡Ellos son enviados por el Señor para servirnos y no para que nosotros los adoremos a ellos! ¡El único adorado debe ser el Señor!
¡No sé cuál es tu necesidad en este tiempo pero estoy seguro que Dios ha enviado a algún ángel para hacer algo específico en su vida! ¡Créelo y no te pierdas esta primera bendición!
2. Dios será enemigo de nuestros enemigos
En Éxodo 23:22 leemos: ‘’Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.”
La Biblia nos da varios ejemplos de aquellos que fueron bendecidos por celebrar la fiesta de Pascua:
• En Éxodo 14 Dios libró a su pueblo del ejército de Faraón
• En Josué 6 Dios le dio al ejército de Israel la capacidad tomar la ciudad de Jericó.
• En Jueces 7:12, 16-22 Gedeón enfrentó a un poderoso ejército y no tenía salida y Dios hizo un milagro para salvarlo de sus enemigos.
• Ezequías en 2 Crónicas 32:20-22 fue ayudado por Dios quien por medio de un ángel le dio la victoria sobre los Asirios.
• David fue defendido de su suegro, Saúl, que pretendía asesinarlo (1 Samuel 18:27-29)
• Pedro en Hechos 12 estaba en la cárcel injustamente y fue librado de sus enemigos milagrosamente.
• Pablo, tuvo muchos problemas por predicar el Evangelio y en esta oportunidad, luego de un naufragio fue librado de la mordedura de una serpiente, que es una figura del diablo (Hechos 28:4-6).
Como creyentes en Cristo tenemos autoridad sobre el enemigo, como lo dice Lucas 10:19-20: “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.”
¡Qué poderosa es esta segunda bendición!
3. Dios nos dará su prosperidad
Éxodo 23:25 dice: “Más a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas…”
Esa prosperidad sobrenatural se ve reflejado en estos tres ejemplos:
• David fue prosperado por Dios y con esa unción pudo ayudar a todos aquellos que le buscaban (pobres, endeudados), para seguirle y mostrarles la prosperidad divina (1 Samuel 22:2). Por eso el escribió en el Salmo 1:3: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” En el Salmo 23:6 el declaró: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.”
(La palabra “bien” en el hebreo está ligada a la raíz de la palabra “abundancia de bienes”), y en el Salmo 118:5 leemos: “Desde la angustia invoqué a JAH, Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso.” (En el hebreo “lugar espacioso” indica ser ubicado en un lugar de prosperidad).
• Gedeón era una persona pobre de la tribu de Manasés como lo vemos en Jueces 6:15, pero luego de la visita del ángel y luego de derrotar a los Madianitas, Dios hizo que viniera sobre el un gran incremento (Jueces 6-8:26).
• Ezequías en 2 Reyes 18-20 recibió la extensión de sus años y en esos años el pueblo tuvo que edificar muchos silos (depósitos de granos) para acomodar la fabulosa cosecha. Estos depósitos serian el equivalente hoy a llenar los bancos con riquezas personales.
¡Qué poderosa tercera bendición que está disponible para nosotros!
4. Dios se llevará nuestras enfermedades, dolencias y nos sanará
Dice también Éxodo 23:25: “Más a Jehová vuestro Dios serviréis… y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.”
Ya hemos mencionado a Ezequías de 2 Crónicas 20, como Dios le extendió el tiempo de vida. David clamó por su sanidad en el Salmo 30:2:”Jehová Dios mío. A ti clamé, y me sanaste.”.
La Biblia está llena de milagros de sanidad. Existen 7 propósitos por los cuales Dios quiere sanarnos:
a) Jesús sana para darle la Gloria a Dios el Padre (Mateo 15:30-31; Mateo 9:8)
b) Jesús sana para cumplir las promesas de Dios (Mateo 8:16-17)
c) Jesús sana para confirmar su Palabra (Juan 10:37-38)
d) Jesús sana para mostrar el poder que hay en su sangre (Isaías 53:5)
e) Jesús sana porque la sanidad le pertenece a los hijos de Dios (Marcos 7:27-28)
f) Jesús sana porque está lleno de compasión (Marcos 1:40-41)
g) Cada vez que el Señor sana, una vez más manifiesta la derrota del diablo en la cruz del calvario (1 Juan 3:8: Hechos 10:37-38).
¡Que seamos sanados en el Nombre del Señor en este tiempo de pascua!
5. Dios nos dará una larga vida
Leemos en Éxodo 23:26: “y yo completaré el número de tus días.”. Esto significa que no moriremos antes del tiempo estipulado por Dios y que tendremos una larga vida.
Ya hemos visto el testimonio de Ezequías, al cual el Señor le extendió la vida. Por lo que leemos en la Palabra vemos que lo que alarga la vida es nuestra obediencia a Dios. En Proverbios 10:27 leemos: “El temor de Jehová aumentará los días; Mas los años de los impíos serán acortados.”. Leemos también Proverbios 3:1-2: “Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán.”
Deuteronomio 4:40 dice: (Moisés hablando al pueblo)”Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.”
El Salmo 91:14-16 dice también: ”Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.”
¡Recibe ahora esta quinta bendición!
6. Dios hará incrementar o hacer crecer a nuestra herencia
En Exodo 23:30 leemos: “Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra.” ¿Qué implica esto? Lo vemos explicado en Éxodo 6:8: “Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ.”
Las palabras “heredad” y “herencia” vienen de la misma raíz. Hacer crecer nuestra herencia significa que necesitamos estar listos para ser bendecidos más allá de lo que pudiéramos imaginar.
Dios promete que recibiremos una herencia, la cual es algo que no podemos recibir a través de nuestra posición, poder, ni por lo mucho que trabajemos.
La vida cristiana ha sido diseñada para que tengamos siempre más y más en todas las cosas, comenzando principalmente por lo espiritual, para disfrutar la vida abundante que Dios da, que nos conduce a una vida espiritual más profunda.
En Ezequiel 34:26 leemos que podemos vivir bajo la lluvia de bendiciones de Dios:”Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán.” ¡Qué herencia poderosa que tenemos! Cuando el poder de Dios toca una vida, él la bendice con una vida abundante.
¡Recibamos por fe esta sexta bendición!
7. Dios nos dará un año especial bendecido
En Ezequiel 23:29 leemos: “No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo.”
El pasaje nos da la idea de que el pueblo iba a estar en el mismo lugar por un año para recuperar lo perdido. Con Dios no podemos perder sino ganar, aunque al principio ciertas cosas parezcan una perdida. Mateo 19:29 dice; “Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.”
Pensemos en la vida de Job, que luego de perder todo, excepto su esposa, Dios el restituyó las cosas perdidas al doble. Job 42:10 dice: “Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.” Y el v. 12 dice: “bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero”
Joel 2:23-26 nos dice algo similar: “Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.”
¡Qué preciosas son y que alcance profundo tienen cada una de estas siete bendiciones de la pascua! ¡Están disponibles para nosotros hoy! ¡Recibámoslas en el Nombre del Señor!