LA ESTRATEGIA ESPIRITUAL PARA PREVALECER EN ESTE TIEMPO

Por Ritchie Pugliese

Sin duda vivimos tiempos peligrosos en todo sentido, donde pareciera que ya no existe un lugar seguro sobre la tierra. La pandemia ha traído enfermedad, muerte, problemas financieros, dramas familiares y, como si todo esto fuera poco, desastres climáticos, conflictos políticos, inseguridad, etc., que han afectado a miles de personas incluidos los creyentes en Cristo.

A pesar de que el mundo es un tremedal, gracias a Dios, tenemos la Palabra profética más segura, la Biblia, como una Palabra firme y segura donde aferrarnos para entender los tiempos que vivimos y la gloriosa presencia del Espíritu Santo que nos guía a toda verdad.

En Juan 16:33, Jesús ya nos había anticipado lo que sucedería en el mundo. Él dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Las Epístolas pastorales señalan algo similar: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos” (2 Timoteo 2:1).

La buena noticia es que, a pesar de la perspectiva sombría de los tiempos “luchados” que se avecinan, serán principalmente tiempos de gran oportunidad donde podremos ver la manifestación de la gloria y el poder de Dios. Este es un tiempo para “hacer nuestras” las palabras de Jesús: “Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora” (Juan 12:27). Así como Jesús vino al mundo precisamente por esa razón, nosotros hemos llegado a “esta hora” porque Dios tiene un plan específico con nuestra vida.

Sin embargo, prevalecer en este tiempo dependerá mucho lo que nosotros hagamos con las herramientas que el Señor nos ha dado. Para eso será necesario trazar una estrategia espiritual.

La estrategia espiritual adecuada para este tiempo

A lo largo de la historia, una de las herramientas más poderosas de los creyentes ha sido la oración. Se dice que la oración es el permiso terrenal para que Dios actúe de manera sobrenatural.

Para los tiempos que se avecinan la Iglesia de Cristo necesitará una renovación, revitalización y revalorización de la oración.

Desdichadamente, a menos que se experimente un avivamiento, en la mayoría de las congregaciones la oración es solo una parte ritual del programa. Para muchos, orar es parte del “sistema religioso”, que hacen por obligación y con poca expectativa. Hemos llegado a conformarnos con solo “cumplir la misión de orar por las necesidades de una lista de oración”. En realidad, la oración se ha transformado en una gran frustración debido a la falta de resultados.

¿Acaso el poder de Dios ha menguado?… ¿Acaso la oración ya no es tan relevante como antes y es intrascendente para los tiempos que vivimos? ¡De ninguna manera! La Biblia afirma que: “Jesucristo es el mismo [Todopoderoso] ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8); nos anima: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3). Además, nos desafía: “La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:16), y “Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz” (Job 22:28).

Necesitamos hoy mas que nunca, profundizar en el tema de la oración si queremos prevalecer en los tiempos que se avecinan.

Los diferentes niveles de oración

En la Biblia, encontramos cuatro niveles de oración. Mayormente, la Iglesia ha utilizado los primeros tres niveles de la oración, revelados en Mateo 7:7, que son:

Nivel 1: Pedir (peticiones por nuestras necesidades)

Nivel 2: Buscar (intimidad y comunión con Dios)

Nivel 3: Hallar (interceder por las necesidades de otros)

Cada nivel tiene su lugar en nuestra vida, pero para los tiempos que se avecinan, la Iglesia necesitará redescubrir o volver a utilizar lo que he denominado “el cuarto nivel de oración”. Esta es la clase de oración eficaz que menciona el libro de Santiago: “La oración eficaz del justo puede mucho” (5:16). Este cuarto nivel de oración fervorosa tiene mucho poder.

¿Cuál es el cuarto nivel de oración?

El cuarto nivel de oración es aquél mediante el cual el creyente (con la autoridad que el Señor le ha conferido por el poder del Espíritu Santo, y basado en las promesas de la infalible Palabra de Dios) actúa espiritualmente y por fe toma autoridad sobre las circunstancias para:

  1. a) Arrebatar las bendiciones de Dios y desatar el favor de Dios.
  2. b) Frenar, detener y atar al enemigo de nuestras almas.

La dimensión del cuarto nivel de la oración implica involucrarse en un conflicto espiritual contra las fuerzas de maldad, que se oponen a todo lo que Dios dice en su Palabra. Es la continua batalla de los siglos donde, desde el comienzo de la creación, Dios estipuló algo y el enemigo siempre ha intentado revertirlo y contradecirlo, como se describe en Genesis 3:1: “Pero la serpiente era astuta … la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”.

Este cuarto nivel de oración implica una clase de resistencia y determinación a vencer, que Dios otorga por su Espíritu a aquellos que se ponen en la brecha. El libro de Hebreos lo detalla: “Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra…” (12:4). Es una resistencia extrema y perseverante que conduce a la victoria para la gloria del Señor.

En este cuarto nivel de oración, el creyente actúa en fe basado en las promesas de Dios y, como embajador del Reino de los cielos en la tierra, ordena a las circunstancias a que se ajusten a lo que el Señor dice en su Palabra (en sus promesas).

Dios la ha otorgado esta capacidad espiritual a su Iglesia para que ejerza autoridad sobre las circunstancias contrarias a la voluntad del Señor. En los tiempos que se avecinan será necesario dejar la pasividad y actuar con valentía y fe para frenar, detener, cancelar todo espíritu de enfermedad, muerte, miseria, escasez, división, toda ideología contraria a Dios y decretos diabólicos que algunos profieren con la intención de intimidarnos, invadirnos y dominarnos.

Primero se deben atar todas estas cosas (entre otras) para cancelar su efecto nocivo, y luego soltar, desatar, liberar el poder divino de salud, sanidad, prosperidad, abundancia, unidad, y los principios creacionales de la Palabra de Dios que engrandecen a la sociedad y a toda la humanidad.

¡Cuántos prodigios y maravillas podrían suceder si pusiéramos en práctica el cuarto nivel de oración a nivel personal y congregacional!

Creo firmemente que Dios viene a buscar una Iglesia vencedora y no una iglesia amedrentada, intimidada y escondida para escapar de la tierra. Dios está utilizando los difíciles momentos que estamos viviendo en el mundo para que despertemos, abramos nuestros ojos y nos demos cuenta de la necesidad de utilizar la herramienta adecuada para prevalecer y ser victoriosos.

Para finalizar

La intención de esta palabra es inspirar a la Iglesia de Cristo para se movilice espiritualmente, utilice sus herramientas espirituales, gane sus batallas espirituales, conquiste su territorio y cumpla su misión en la tierra para el avance del Reino de Dios

¡Transformemos los desafíos en victorias conquistadas para la gloria de Dios, nuestra bendición y la extensión del Reino de los cielos!

“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte” (Apocalipsis 12:11).

 

 

 

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