Recopliado por Ritchie Pugliese
La adoración es la respuesta de nuestro corazón a la bondad de Dios derramada en nuestra vida. Significa abrir el corazón a Dios, y es expresada en cada aspecto de nuestro ser (Mt. 12:30). Adorar es ministrar al Señor (Hech. 13:1-2) y también servir a Dios (Ap. 7:15).
La adoración trae las bendiciones de Dios (Ex. 23:25-31). El plan original de Dios es bendecirnos para que nosotros le adoremos (Dt. 28:47). Es un ciclo perpetuo.
La adoración también tiene que ver con sacrificios y ofrendas. ¿Cuáles son los sacrificios y ofrendas que le agradan a Dios cuando lo adoramos?
Un sacrificio aceptable a Dios puede traer dramáticos resultados: En Lev. 9:24 cayó fuego (Aarón); en 1 Cr. 21 cayó fuego (David); 1 Reyes 18 cayó fuego del cielo (Elías)… ¿cómo podemos ofrecer sacrificios aceptables para Dios? La Biblia lo enseña…
La mayoría pensamos que todo lo relacionado con la adoración se encuentra solamente en el libro de los Salmos pero en realidad el libro de fundamentos para la adoración es Levítico. Para los judíos este era el libro más importante. ¿Por qué era así para ellos? Porque en ese libro se nos dice como realizar sacrificios aceptables para Dios.
Existen seis clases de ofrendas aceptables para Dios que forman parte de la adoración. Cada una tiene su equivalencia para nosotros hoy:
1. Holocaustos
En algunos sacrificios el sacerdote tomaba algo y en otros el que ofrecía el sacrificio comía algo de lo que sacrificaba, pero esta clase de ofrenda era solo y totalmente para Dios. La ofrenda tenía que ser consumida totalmente.
En el hebreo la palabra holocausto significa “ir hacia arriba”. El humo subía como aroma fragante para Dios. Ej: Génesis 8:20 (Noé); Génesis 22 (Abraham); 1 Reyes 18:34-38; Éxodo 29:38-43 (Israel), Números 28:1.
En el tabernáculo lo primero que se veía al pasar por la puerta era el altar del sacrificio u holocausto. ¿Qué ejemplifica esto? Darse uno mismo totalmente a Dios. El animal representaba al que ofrecía el sacrificio. Lo primero que debemos entregar en el altar e a nosotros mismos como lo afirma 1 Corintios 6:20; Romanos 12:1.
2. La ofrenda de granos (Lev. 2)
Esta era una ofrenda que celebraba el regalo de Dios de la provisión material.
En el mundo antiguo uno de las maneras principales de medir la riqueza era con los granos. Representaba el fruto del trabajo del granjero. Era su entrada financiera y la medida de su seguridad. La cosecha era un tiempo para dar gracias porque la cosecha provenía de Dios. Era también un tiempo de dar un poco de todo lo que Dios había dado. Dar es un acto de adoración. En Nehemías 12:44 leemos la existencia de tres clases de ofrenda de granos:
A. Nehemías 10:35-39
El v. 35 dice “las primicias de nuestra tierra”
Los primeros frutos eran precisamente la primera hoja de trigo o cebada que se cosechaba. No era una ofrenda grande pero era la que honraba a Dios con lo primero de lo primero. Por dar los primeros frutos la bendición de Dios estaba asegurada en el resto de la cosecha. Proverbios 3:9-10 refleja esta clase de ofrenda.
B. El diezmo (Malaquías 3:10-12)
C. Contribuciones (Nehemías 10:39)
La ofrenda de contribución era una expresión voluntaria y se daba cuando la bendición era inusual o más de lo esperado. No era una ofrenda obligatoria.
Este era el ciclo de bendición: Primeros frutos (lo primero de lo primero por honrar a Dios); El diezmo (10% x obediencia); y Ofrendas de acción de gracias (contribución) por la superabundancia recibida.
3. La ofrenda de comunión o compañerismo (Levítico 3)
En este caso, cuando la ofrenda se cocinaba al fuego, uno tomaba el sacrificio del alta y se lo comía en la presencia de Dios con la familia y/o amigos. Era una fiesta dedicada a Dios. Era un tiempo de gozo y celebración por la bondad de Dios. ¡Esta es la ofrenda que menos se entiende hoy!
En el tiempo del Oscurantismo cuando la iglesia aceptó el patrón de pensamiento griego, el resultado fue que el cristianismo gozoso se acabó y se enfatizó a la pobreza y el sufrimiento como virtudes espirituales. Enseñaban que el ayuno extremo agradaba a Dios pero no el celebrar y festejar con gozo. Por cierto existen tiempos de ayuno y arrepentimiento pero en las celebraciones que Dios ha dado hay más de fiesta y gozo que tristeza y lamento.
El ayuno no es más espiritual que festejar en la presencia de Dios. La Biblia habla más de los beneficios de festejar y celebrar que de ayunar. De las 7 fechas de celebración ordenadas por Dios solo en una había que ayunar.
Dios quiere que celebremos en su presencia comiendo cosas ricas con familiares y amigos. Deuteronomio 14:25-27 dice “te alegrarás” (o celebrar alegremente)
4. La ofrenda por el pecado (Levítico 5)
Aquí el animal moría en nuestro lugar. Es una figura de lo que hizo Jesucristo en su obra en la cruz del calvario por nosotros (Juan 3:16). Esta ofrenda la hizo Jesucristo una vez y para siempre (1 Juan 1:9). Esto lo recordamos en la cena del Señor.
5. La ofrenda de culpa o por algún error que hayamos cometido
La ofrenda por el pecado era una ofrenda por los pecados contra Dios, pero esta es por lo que hicimos contra otros. Era una ofrenda de restitución. En esta ofrenda, uno traía un carnero a Dios para ser sacrificado en lugar del culpable. Además se pagaba una compensación a la víctima por la pérdida que le habíamos ocasionado (se agregaba un 20 por ciento extra) para obtener la restitución de la relación (1 Juan 4:20; Matero 5Z:23-24).
6. La ofrenda bebible (Levítico 23)
En los vv. 12-13 se menciona. Cada mañana y al atardecer Israel ofrecía un holocausto, la ofrenda de granos y a esas se agregaba la ofrenda bebible con un vaso de vino el cual era derramado sobre el altar. ¿Por qué era necesaria esta ofrenda bebible?
Cuando uno invitaba a la casa a comer a alguien lo honraba con carne asada, pan y vino. Era la manera de dar una cordial bienvenida. Se ofrece una ofrenda bebible cuando honramos a Dios y le damos la bienvenida a Su presencia. Reconocer la presencia de Dios es un acto de adoración. Es como la ofrenda de vino.
Que nuestra alabanza y adoración se derrame delante de Dios como vino fino.