CÓMO VIVIR EN LA PERFECTA VOLUNTAD DE DIOS

Recopilado por Ritchie Pugliese

Hablar sobre el tema de la voluntad de Dios pareciera ser uno de los temas más conflictivos para la vida del cristiano en general. Hablamos con otros acerca de hacer la voluntad de Dios, nos preguntamos a nosotros mismos si hemos hecho o estamos haciendo la voluntad de Dios. Otras veces nos confundimos y dudamos si estamos realmente haciendo la voluntad de Dios.

En cada nuevo tiempo que empieza, creo que es necesario volver a meditar sobre este tema, para poder alinearnos correctamente en el cauce de Dios en los tiempos que vienen.

Para comenzar podemos decir que la mayoría de los creyentes tenemos una “idea convencional’ sobre lo que es la voluntad de Dios: Pensamos en “descubrir cuál es el plan de Dios para mi vida”; lo asociamos con tomar decisiones correctas, y creemos que eso originará un efecto o consecuencia (buena o mala).

También, la mayoría de los cristianos deseosos de hacer la perfecta voluntad de Dios, buscamos maneras de encontrar esa santa voluntad, por medio de lo que dice la Palabra de Dios, los consejos sabios de hombres y mujeres maduros en la fe, señales confirmatorias externas y lo que nos dice nuestro ser interior.

Para ser sinceros, muchas veces a pesar de tomar todos los recaudos y utilizar los medios aprendidos en nuestros años de creyentes, la duda siempre está latente en nuestro interior. Pareciera como que siempre hubiera una inquietud interior que nos hace preguntar: – ¿Estoy haciendo correcto? ¿Habré tomado la correcta actitud? –

Creo que en este tiempo de nuestras vidas se hace conveniente que reflexionemos acerca de la manera en que hemos venido interpretando hasta hoy todo lo referido a la voluntad de Dios. Creo que el Espíritu Santo nos está llevando otra vez a que pensemos sobre la voluntad de Dios, para recibir nuevas perspectivas fundamentales bendecidas.

Muchos cristianos sinceros al pensar en hacer la voluntad de Dios, generalmente lo asocian con algo hacia el futuro, con decisiones importantes a tomar, como ser, elegir el compañero para casarnos, elegir una carrera, mudarnos a otra ciudad o país, servir a Dios en un nuevo ministerio, etc.

Pareciera que al tratar el tema de la voluntad de Dios pensamos más en lo que podemos HACER que en la CALIDAD DE VIDA (ser) que podemos llevar. Por dondequiera que nos movamos y/o cualquier cosa que hagamos o emprendamos, seria bueno preguntarnos: ¿Estas decisiones que estoy por tomar o lo que voy a hacer, me ayudarán a desarrollar la calidad de mi carácter (el fruto del Espíritu), la profundidad de mis convicciones, o principios cristianos, y mi competencia o desarrollo personal?

Pensar de esta manera quizás pueda darnos la perspectiva correcta de lo que es hacer la voluntad de Dios. ¿Es posible poder aplicar los principios del Reino de Dios en cualquier área de la vida, ya sea que seamos carpinteros, maestros, ministros o empleados en alguna oficina? La respuesta es obvia; ¡Por supuesto que sí! Existen dos palabras correctas para entender este punto: “Importante” e “indispensable”.

Lo “importante” se refiere a lo que uno puede hacer (ser carpintero, maestro, pastor, etc), lo “indispensable” se refiere más a la calidad de vida, por ejemplo, como ser un buen esposo, un trabajador honrado y esforzado, un creyente disciplinado, un pastor integro, entre tantas otras cosas.

Al pensar en hacer la voluntad de Dios, ¿No sería conveniente pensar que lo que escogemos ser y vivir creará una trayectoria para cualquier cosa que hagamos o emprendamos? ¿No será que estamos más pendientes y dependientes de lo que HACEMOS que lo que SEREMOS con nuestra calidad de vida?

Al recorrer la Palabra de Dios podemos se puede saber a grandes rasgos, cuál es la voluntad de Dios para todos nosotros:

1. La voluntad perfecta de Dios para nosotros está en vivir día a día y descansar en Él acerca de nuestro futuro

Mateo 6:34 dice: “…no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a CADA DÍA su propio mal”

La perspectiva de Reino de Dios es vivir día a día de la mano del Señor.

¿No será que el enemigo nos está torturando una y otra vez haciendo que pensemos todo el tiempo acerca de nuestro futuro “incierto’? Podremos contrarrestar este ataque diabólico si nos enfocamos en los principios del Reino de Dios, viviendo día a día confiando en el Señor.

Decidamos en este nuevo tiempo vivir día a día, teniendo como principal prioridad aplicar los principios del Reino de Dios en las tareas grandes o pequeñas de la vida, dentro y fuera de la iglesia.

2. La voluntad perfecta de Dios es que vivamos una vida llena del Espíritu Santo

En Romanos 12:1-2 leemos que es posible comprobar cuál es la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios, y luego en Efesios 5:17, en adelante, revela cual es esta buena, agradable y perfecta voluntad de Dios: “Por tanto, no seáis insensatos sino entendido de cuál sea la voluntad de Dios… SED LLENOS DEL ESPÍRITU, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (vv.18-20)

El presente es el único momento que tenemos para conocer a Dios y hacer su voluntad. – ¿Que hago con mi presente: Soy o no soy fiel a Dios? ¿Estoy viviendo ahora una vida llena del Espíritu Santo? –

La voluntad de Dios está centralizada en hacer lo que sabemos que Dios quiere que hagamos. A veces nos complicamos tanto pensando en cuál es la voluntad de Dios, cuando en realidad basta con leer solamente los pasajes recién mencionados y aplicarlos cada día.

3. La voluntad perfecta de Dios tiene que ver con nuestras motivaciones y acciones

Para Dios lo importante no es lo que HAGAMOS sino cómo SOMOS, que calidad de vida llevaremos al hacer lo que vamos a hacer. La manera como nos conducimos en nuestra vida es lo que vale para Dios, más que lo que hagamos.

Cuando decidimos movernos con este principio de vida importante del Reino de Dios, el mundo entero se vuelve un lugar lleno de posibilidades para hacer su voluntad. Ya no estaremos pensando “en aquél lugar’ o “aquella posición” a alcanzar para hacer su voluntad. Cualquier lugar es apto para vivir una vida llena del Espíritu Santo y aplicar los principios del Reino de Dios.

4. ¿Ya hemos quebrado/roto el patrón mental de lo “sagrado” y “secular”?

En los círculos cristianos se habla, por ejemplo, “en lo secular yo trabajo de ingeniero, pero en el ministerio soy líder de célula”, danto a entender que lo “espiritual’ es lo que hago dentro de la iglesia y que lo demás no es algo espiritual. Esta clase de distinción entre lo sagrado y secular no proviene de la mentalidad hebrea-cristiana sino de la mentalidad griega pagana, la cual diferenciaba lo espiritual de lo físico.

Renovar la mente significa entre otras cosas, romper y quitar el patrón equivocado y colocar en su lugar el patrón bíblico correcto. Como hijos de Dios, dondequiera que estemos, podemos movernos bajo la Unción del Espíritu Santo, ser luz y sal y comportarnos como buenos embajadores del Reino de Dios.

Para Dios es tan espiritual ser un pastor o líder de la iglesia como ser un abogado u obrero en una fábrica. En cada uno de esos lugares siempre el creyente debe escoger ser fiel o infiel, entre obedecer y desobedecer al Señor.

5. ¿Sabemos cuál es la diferencia entre una carrera y un llamamiento?

Para el Apóstol Pablo, por ejemplo, su llamamiento era ser un Apóstol-Maestro y su carrera era el oficio de hacer tiendas. Para Lucas su carrera era la de ser médico.

Hoy día veo a muchos interesados en servir a Dios, y ven el llamado como una carrera para ganar prestigio, fama y dinero en vez de servir a Dios. Es por eso que cada vez tenemos menos ministros con el corazón de Dios, interesados en extender únicamente el Reino de Dios y su justicia.

Muchos se confunden y creen que mientras continúen trabajando en algo “secular”, su vida espiritual no será superior ni se realizaran en la vida a menos que sirvan “a tiempo completo en la iglesia”. Por supuesto que Dios llama a algunos a un servicio a tiempo completo hoy, pero muchas lo hacemos fuera del tiempo y otras veces directamente lo hacemos no por llamado sino por gusto personal.

En el mundo entero hoy se está dando el concepto de lo bivocacional, es decir, tener una profesión y a la vez servir a Dios en los distintos lugares de ministerio. Aunque esto parezca algo negativo, he descubierto que puede ser muy positivo a fin de influenciar con nuestras profesiones y/o trabajos a nuestra sociedad sin Cristo. Además es una manera de revertir esa imagen opaca que muchos tienen de los siervos de Dios, diciendo que ellos son personas perezosas y que le quitan el dinero a la gente.

Descubrir y caminar en la voluntad de Dios puede ser algo mucho más accesible de lo que nos hemos imaginado. Por eso, caminemos en este tiempo aplicando lo revelado que ya conocemos de la Palabra de Dios y dejemos que aquellas cosas que ahora no conocemos, Dios las irá aclarando mientras continuamos caminando en Su voluntad.

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