CÓMO CONOCER REALMENTE AL ESPÍRITU SANTO

Recopilado por Ritchie Pugliese

Se cuenta una historia de cinco ciegos que vivían en una tribu y querían saber a qué se parecía un elefante. Para dar cada uno su opinión decidieron reunirse alrededor de un elefante para tocarlo con sus manos. Comenzó el primero y al tocarle las grandes orejas, dijo: -¡Es como un abanico! –

Luego el segundo tocó uno de los grandes colmillos del elefante y dijo: – ¡Es como una lanza o un arpón! Cuando llegó el turno del tercero tocó una de las patas del elefante y dijo: -¡Es como un árbol!-  Ahora era el turno del cuarto y luego de recorrer sus manos por la piel del elefante, dijo: -¡Es como una pared rugosa!-.  Cuando el último hombre ciego le tocó la trompa al elefante, dijo: – ¡es como una serpiente! –

Lo que cada uno dijo era una parte de la verdad, pero ninguno de ellos supo realmente como era el elefante totalmente.

Así como sucedió con esos ciegos, así somos muchos cristianos cuando intentamos definir cómo es el Espíritu Santo.

La Biblia pareciera darnos ideas contradictorias sobre el Espíritu Santo: Por un lado lo muestra como fuego consumidor y por otro como una mansa paloma; lo presenta como un viento recio y un poderoso río pero también como el silbo apacible.  En el libro de los Hechos vemos como el poder del Espíritu sanó al cojo pero luego vemos por otro lado como mató a  Ananías y Safira.

La mayoría de los creyentes hablan del Espíritu Santo pero no tienen idea cómo es el Espíritu Santo. Algunos dicen que es “una fuerza”, otros “un poder o fluido invisible”, etc.

Existen muchos símbolos en la Biblia que lo define cómo paloma, fuego, viento… pero en la Palabra hay una descripción detallada sobre cómo es el Espíritu Santo y la encontramos en Apocalipsis 4:5 “Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.”

El pasaje dice que delante del trono de Dios había un candelabro y que ese candelabro era el Espíritu Santo. Aquí tenemos al candelabro como una figura del Espíritu Santo.

Para poder entender al Espíritu Santo, que es invisible, tenemos la figura visible del candelabro. Analicemos a continuación lo que la Biblia enseña sobre el candelabro y de esa manera sabremos cómo es el Espíritu Santo y lo que puede hacer:

Para comenzar digamos que el candelabro era llamado en 1 Samuel 3:3 “Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios  fuese apagada,”

Previo a eso tiempo atrás Dios le había dado instrucciones detalladas a Moisés en Éxodo 25:31-40 para hacer el candelabro (en hebreo, “menorah”) en la construcción del Tabernáculo. El diseño era según el santuario celestial (Apocalipsis 4:5). El menorah o candelabro celestial mencionado se refiere al Espíritu Santo.

El candelabro o menorah, entonces, es la figura del Espíritu Santo y fue diseñado en aquél entonces para que nosotros hoy sepamos cómo es el Espíritu Santo.  Si queremos entender cómo es el Espíritu Santo, necesitamos estudiar como es el menorah o candelabro.

En Zacarías 4:1-6 Israel estaba trabajando en la restauración del Templo pero el trabajo parecía imposible. Fue allí donde se menciona al candelabro como figura del Espíritu Santo. Leamos el relato: “Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre que es despertado de su sueño.2 Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos para las lámparas que están encima de él;3 Y junto a él dos olivos, el uno a la derecha del depósito, y el otro a su izquierda.4 Proseguí y hablé, diciendo a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto, señor mío?5 Y el ángel que hablaba conmigo respondió y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, señor mío.6 Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”

Detalles importantes sobre el candelabro o menorah y su significado espiritual:

El candelabro era de oro puro. Eso significaba que el Espíritu es santo.

Era de una sola pieza sólida. Eso significa que hay un solo Espíritu Santo aunque él obra de muchas maneras.

Su diseño se parecía a un árbol, como figura del árbol de vida del huerto de Edén, que representa el libre y gratuito acceso a la bondad y bendiciones de Dios. La humanidad perdió esto por el pecado. En el cielo el acceso al árbol de la vida es restaurado. ¡A través del Espíritu Santo tenemos acceso al árbol de vida ahora!

El menorah o candelero es una figura de la zarza ardiente, un árbol que se quema con fuego. La zarza ardiente es una figura de Dios viniendo a Su pueblo con poder para traer liberación y el cumplimiento de sus promesas.

La menorah o candelabro era la única fuente de iluminación en el lugar santo del tabernáculo. El Espíritu Santo es el que ilumina, revela y trae la profecía.

Las llamas de fuego eran alimentadas con aceite puro, que representa la unción que trae la Gloria de Dios.

Los siete brazos del candelabro o menorah representan el despliegue de lo que el Espíritu Santo puede hacer.

¿Por qué el Espíritu Santo se despliega en siete maneras y no menos o más? La respuesta la tenemos en Isaías 11:2  “Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.”

De este pasaje entendemos que el despliegue general del Espíritu Santo lo hace de siete maneras diferentes, las cuales vamos a analizar brevemente:

1. Espíritu de Jehová o el Espíritu del Señor

Estaba en el la parte central del candelero. Esto revela una verdad central: El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios. El Espíritu Santo no está separado del Espíritu del Señor. El Espíritu Santo también es el Espíritu de Jesús.

2. Espíritu de sabiduría o de creatividad

Sabiduría en hebreo significa “habilidad creativa” (En hebreo, “hochma”). Como la tuvo Bezaleel en Éxodo 31: 1-5: “Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; 3 y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, 4 para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, 5 y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor.”

Es el Espíritu Santo nos llena de creatividad ilimitada y puede darnos ideas para cada ámbito de la vida.

3. Espíritu de inteligencia

Este es el Espíritu de conocimiento y entendimiento que provee revelación profética, iluminación para entender. El Espíritu Santo revela la voluntad de Dios y sus caminos. Revela la mente de Cristo a través de la revelación profética y la iluminación de lo que dice la Palabra de Dios.

4. Espíritu de consejo

Es el Espíritu de buen consejo para obtener dirección. Nos brinda el camino hacia nuestro futuro, destino, porque hay momentos en que uno no sabe qué hacer. Para eso está el Espíritu que nos dirige hacia nuestro futuro en Dios.

5. Espíritu de poder

Este es el espíritu de fuerza, que nos equipa para servir. Es la sobrenatural habilidad y poder de Dios derramada en dones, unción. Por eso Juan 14:12 dice: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.”

En el hebreo, la palabra “poder” es “Geburah” y significa: “fuerza, poder“. Describe la naturaleza de Dios. El Salmo 20:6 dice: “… la potencia (geburah) salvadora de su diestra“; el Salmo 65:6 dice también: “ceñido de valentía (geburah)”.

En el griego, la palabra poder es “dunamis” y significa: “Habilidad, fuerza, poder sobrenatural“. En 1 Corintios 2:10 donde dice: “hacer milagros” se lee literalmente “hacer dunamis”.

El “dunamis” de Dios fue la clave del ministerio de Jesús. Leemos en Hechos 10:38: “como Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder (dunamis)…”; en Lucas 6:19 leemos: “porque poder (dunamis) salía de él y sanaba a todos.

Lo más glorioso es que ese poder “dunamis” es el poder que Dios quiere darnos. En 2 Timoteo 1:7 leemos: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder (dunamis)”. En Efesios 3:16 leemos también: “…el ser fortalecidos con poder (dunamis)…”

6. Espíritu de conocimiento o intimidad para conocer a Dios

Este es el Espíritu de intimidad, que nos provee el conocimiento del Señor. El patrón de pensamiento griego ve al conocimiento como “hechos o evidencias”. Por eso se estudia a Dios (teología) y te dice que si quieres conocer a Dios solo estudia acerca de Dios y sus atributos. En cambio para el patrón de pensamiento hebreo para conocer a Dios es necesario desarrollar intimidad con él, aprender a conocer su corazón y sus caminos, aprender a amarle mejor y a agradarle.

7. Espíritu de temor de Jehová o de adoración

Este es el Espíritu de adoración que fluye cuando reconocemos la grandeza de Dios y quien es él. Eso desarrolla en nosotros una santa reverencia y asombro ante la grandeza de Dios y no miedo ni temor.

En el libro de Apocalipsis capítulo 4 vemos al Espíritu delante del trono… ¡pero él también es enviado a la tierra!

En Apocalipsis 1:4 Juan ve a las 7 iglesias con 7 candeleros de oro y el v.20 vemos que los 7 candeleros son las 7 iglesias. Bajo la óptica divina, la Iglesia es la visible manifestación del Espíritu Santo en la tierra. ¡Por eso necesitamos ser saturados del Espíritu Santo!

El problema es que algunas Iglesias limitan al Espíritu y quieren que se “comporte” cómo ellos piensan y no como él quiere hacerlo. ¿Quién es el dueño de la iglesia? ¿Nosotros o Dios? ¿Pretendemos agradar a los hombres o ser sensibles al Espíritu Santo?

Donde el Espíritu reside o habita, el poder y bendición se manifiesta, la gente es cambiada.

Jesús dijo que nosotros somos una lámpara. Somos la luz del mundo. Debemos reflejar la identidad del Espíritu Santo dondequiera que vayamos como dice Mateo 5:14-16.

¡Hay mucho más por recibir de la presencia del Espíritu Santo! Démosle lugar al Señor hoy para que el realice una nueva obra en nosotros como dice Isaías 60:1-2Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. 2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.”

¡Es tiempo de conocer profundamente al Espíritu Santo y recibir más de su presencia!

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