CÓMO VIVIR CADA DÍA ENAMORADO DEL SEÑOR

Por Ritchie Pugliese

Existen síntomas de la pérdida del “primer amor” con el Señor. Cuando hablamos del “primer amor” con el Señor nos referimos cuando recién nos convertimos a Cristo y todo era hermoso y maravilloso. Parecía que tocábamos el cielo con las manos en nuestra relación con Dios, pero esa luna de miel se fue apagando con el paso del tiempo.

Si bien Dios nos ha dado herramientas para que vivamos todo el tiempo enamorados de su presencia, si nos descuidamos, podemos perder ese estado espiritual, por eso debemos hablar acerca de los síntomas de la pérdida del primer amor con el Señor.

Los síntomas de la pérdida del primer amor pueden aparecer en la vida de todo creyente, sea líder o un buen hermano.

Cuando hablamos de la pérdida del primer amor al Señor, estamos hablando de estar tan ocupados de las cosas de la vida cotidiana que, a pesar de ser cristianos y asistir a una iglesia, nos olvidamos de cultivar una vida de relación íntima con el Señor cada día.

Jesús nos advirtió que los últimos días serían tiempos donde el amor de muchos se enfriaría (Mateo 24:12). El Señor también en Apocalipsis 2:1-7 le recordó a la Iglesia de Efeso que estaban perdiendo su fervor espiritual a pesar de estar involucrados en hacer cosas para él.

En los tiempos difíciles que vivimos, si nos descuidamos, podemos perder la frescura espiritual, el amor ferviente hacia el Señor y transformarnos en cristianos tibios o fríos espirituales.

Usted está leyendo este artículo porque Dios así lo ha diseñado, para que pueda hacer por un momento un alto en sus actividades para reflexionar y evaluarse a solas ante Dios, para saber si su vida espiritual está en peligro de decadencia.

Si así fuera, la idea no es que usted se sienta condenado sino advertido, para que hoy mismo pueda decidir cambiar de rumbo.

Para poder examinarnos, leamos las doce evidencias que nos mostrarán si hemos caído en la pérdida del primer amor hacia el Señor:

1. Cuando mi deleite en el Señor ya no es más mi mayor deleite sobre las demás cosas de la vida, he perdido mi primer amor (Marcos 12:30).

2. Cuando mi alma ya no anhela desarrollar comunión con el Señor a través de la oración y meditación diaria en la Palabra de Dios, he perdido mi primer amor (Marcos 12:30; Salmos 42:1).

3. Cuando mis pensamientos, durante mis tiempos de recreación o descanso, no están enfocados en el Señor, he perdido mi primer amor (Marcos 12:30; Salmos 10:4).

4. Cuando me excuso diciendo que “soy humano” para fácilmente rendirme a aquellas cosas que desagradan al Señor, he perdido mi primer amor (Marcos 12:30; Juan 14:15; 15:10).

5. Cuando voluntariamente, y alegremente, no invierto energías en la obra de Dios y en ayudar a otros, he perdido mi primer amor ((1 Juan 3:17).

6. Cuando dejo de tratar a mis hermanos en Cristo como agrada a Dios, he perdido mi primer amor (Mateo 25:40; Juan 13:34).

7. Cuando veo los mandamientos del Señor como lo que me impide “disfrutar de la vida”, más que obedecerlos como expresiones a Su amor, he perdido el primer amor (Juan 14:21).

8. Cuando busco la aprobación de lo que dicen los demás, más que la aprobación del Señor, he perdido mi primer amor (1 Juan 2:15; Juan 15:19);

9. Cuando dejo de predicar a Cristo y la Palabra de Dios por temor a ser rechazado por mis familiares y amigos, he perdido el primer amor (Juan 15:20).

10. Cuando me niego a dejar de hacer algo que pueda perjudicar la salud espiritual de un hermano en Cristo, he perdido mi primer amor (Romanos 14:15)

11. Cuando llego a ser complaciente con las condiciones pecaminosas que me rodean, he perdido el primer amor (Mateo 24:12).

12. Cuando me niego a perdonar a los que me han ofendido, he perdido mi primer amor (1 Juan 4:20).

Si luego de leer los doce puntos, usted encuentra uno o varios puntos donde usted se ve identificado, ¡Ha llegado el momento de arrepentirse y cambiar de rumbo!

El arrepentimiento es el camino para cambiar de rumbo

Le invitamos a hacer lo siguiente:

1. Haga una oración genuina de arrepentimiento al Señor.

Por ejemplo: – Dios mío, luego de leer los doce puntos me doy cuenta que estoy perdiendo mi primer amor, mi amor ferviente hacia ti. En este momento quiero arrepentirme y renunciar a esta manera de vivir que me ha hecho enfriar espiritualmente y perder mi primer amor hacia ti. (en este momento renuncie específicamente a cada uno de los puntos donde usted ha detectado la pérdida de su primer amor para con el Señor).

2. Luego de realizar su confesión personal, puede decir: – Señor Jesús, límpiame con tu sangre preciosa derramada en la cruz del calvario y perdona mi pecado (1 Juan 1:9) -.

3. Reciba por fe el perdón absoluto de Dios.

No se deje llevar por lo que siente sino por lo que Dios dice en su Palabra. ¡Usted ha sido perdonado/a!

4. Pídale a Dios que se derrame la presencia del Espíritu Santo para vivir una vida enamorada del Señor cada día (Efesios 5:18).

5. Cambie su estilo de vida en lo que contribuya a edificar su vida espiritual y la relación con el Señor.

¡Si usted ha seguido todos estos pasos lo felicitamos en Nombre del Señor, y bienvenido a la plenitud espiritual que solo Cristo puede dar!

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