LOS ENEMIGOS QUE INTENTAN FRENAR LA VISIÓN QUE DIOS TE HA DADO

Recopilado por Ritchie Pugliese

Cualquiera que desea hacer algo para Dios en este mundo se enfrentará con el enemigo de Cristo, el diablo. El enemigo opera en contra de la visión que Dios les da a sus siervos, y los ataca de tres maneras:

A. A través de su propio pecado

B. A través del pecado de otros

C. Por la influencia de poderes demoníacos

Un hombre o mujer de Dios que ora e intercede espiritualmente tendrá que confrontarse con estos tres enemigos juntos, a lo largo del camino, para ver cumplida la visión que Dios le ha dado.

Alguien dijo una vez que cuando uno se pone a orar e interceder, su nombre aparece en el boletín de las oficinas del infierno. Muchos se han asustado de esto y se han detenido en el camino dejando de orar e interceder, y por consecuencia nunca recibieron ni pudieron sostener una visión de parte de Dios.

La vida de intercesión es peligrosa, y desafiante pues cuando el enemigo se entera de eso envía sus “asesinos” detrás de nosotros, pero también es la oportunidad gloriosa para ver manifestado el poder vencedor de nuestro Dios.

Jesús dijo que habría varias trabas para que la semilla diera su fruto (Mat. 13:8, 23). Algunos oyen la palabra (la visión que Dios les dio) pero el enemigo viene rápidamente para evitar que haga raíces en sus vidas.

Estos ataques del enemigo, que vienen para demoler una visión dada por Dios, pueden suceder en cualquiera de las 3 etapas necesarias para el cumplimiento de una visión:

1. Concepción; 2. Nacimiento; y 3. Cumplimiento de la visión.

1. BATALLA ESPIRITUAL DURANTE LA CONCEPCIÓN DE LA VISIÓN

Aquí estamos en un tiempo donde queremos estar quietos para buscar, oír la voz de Dios y no ser molestados por las cosas del mundo, pero satanás en ese tiempo tratará de arrebatarnos la visión que Dios nos quiere dar antes que se conciba dentro de nosotros. El hará lo imposible poniendo diversas imágenes en la mente para impedir que veamos la real visión de Dios. El tratará de plantar en nosotros su visión falsa. Así como Jesús se encontró en el desierto con el enemigo, sucederá con nosotros también.

2. BATALLA ESPIRITUAL DURANTE EL NACIMIENTO DE LA VISIÓN

Aquí el ataque es diferente. Quizás emocionados por lo que Dios ya nos mostró comencemos a compartirlo con familiares, hermanos y amigos en la fe y ellos no van a poder comprenderlo (es más, aun lo malinterpretarán pensando que somos orgullosos, anhelando los primeros lugares, etc.) debido a viejos patrones en sus mentes, dudas, las cuales el enemigo utiliza para hacer que bajemos los brazos y nos rindamos.

Además, el enemigo pondrá pensamientos en la mente diciendo que no vale la pena orar por la visión, que es imposible de alcanzar, que no somos lo suficientemente capaces ni tenemos los dones necesarios. El diablo resaltará nuestra incompetencia. Nos incitará a no depender más de Dios. Esta batalla nos hace dudar de Dios y Su palabra dada.

Tenemos que aprender a tratar con los ataques internos del enemigo. ¿Cómo les hacemos frente? El primero es el más directo: Confrontar y reprender en el Nombre de Jesús al diablo. Debemos reprender todo espíritu de duda e incredulidad y todo argumento mentiroso que destruye nuestra fe. Sin embargo, a pesar de que pensábamos que con esto era suficiente, el enemigo seguirá allí para interferir y hacer resaltar ciertas debilidades de nuestro carácter con las cuales tenemos que tratar. Es nuestro propio pecado.

Resistir al diablo implica no sólo hacer guerra espiritual sino vivir en santidad. Para evitar todo espíritu de acusación, debemos aprender a caminar en la luz de Cristo (1 Juan 1:7-9). Caminar en la luz es llegar a ser vulnerable ante Dios y los demás. Tenemos que reconocer ante Dios nuestras debilidades para que Él trabaje con ellas. Si escondemos esas áreas, el enemigo se aprovechará de ellas y nos afligirá matando la visión.

Si tenemos tentaciones y hemos pecado, busquemos alguien espiritual para compartirlo. Este ataque se vence en la luz y con otros (Stgo 5:16), Si podemos hacer esto, le ganamos la batalla al enemigo y el proceso de nacimiento de la visión seguirá hacia adelante.

Ataques contra la familia y hermanos en la fe:

Estas batallas intentan distraernos de concebir y dar a luz la visión de Dios. Satanás nos atacará a través de gente inocente, como ser familiares, compañeros de lucha espiritual para que nos desanimemos y bajemos los brazos. Ellos recibirán ataques del enemigo por causa de nuestra visión, y por su decisión de acompañarnos en el proceso. Esto nos puede hacer bajar los brazos si no lo sabemos de antemano. Cubramos a cada integrante de la familia y compañeros de lucha espiritual para que sean guardados por el Señor. A su tiempo ellos también recibirán su recompensa del Señor.

3. BATALLA ESPIRITUAL DESPUÉS QUE LA VISIÓN COMENZÓ A MOVERSE HACIA SU CUMPLIMIENTO

A medida que la visión avanza de la concepción, nacimiento y hacia el cumplimiento, los ataques espirituales toman una dimensión más agresiva, viciosa y perversa, por así decirlo. A medida que la visión se mueve del corazón del visionario (aquella persona a la cual Dios le dio la visión) hacia los otros que se identifican con ella y trabajan para su cumplimiento, el ataque se mueve paralelamente contra todos aquellos que son parte de la visión. A medida que la visión se agranda, se aumentan los ataques del enemigo.

¿Cómo ataca el enemigo en este tiempo?:

Debilidades personales

Maldiciones, maleficios que las personas involucradas en lo oculto nos hacen.

Enfermedades físicas

Disminución de la vida devocional

División y rompimiento de relaciones

Resistencia a nuevas oportunidades ministeriales

Depresión y desánimo

Bombardeo de temor sobre la mente

Pensamientos confusos y luchas con la duda

Oposición de personas que se prestan al control demoníaco.

En el libro de los Hechos vemos ciertos ataques viniendo sobre los líderes y la iglesia. El enemigo se movió haciendo que las autoridades encarcelaran y mataran a los líderes (Hechos 12:1-3). También se movió para crear engaño dentro de la iglesia (5:1-12).

OTROS ATAQUES QUE INTENTAN COMPROMETER LA VIDA DEL VISIONARIO:

Muchos hombres y mujeres de Dios recibieron verdaderas visiones de Dios pero terminaron fallando sin recibirla. Esto sucede porque el enemigo muchas veces seduce al visionario (es decir, la persona que inicialmente Dios le dio una visión) a tomar acciones contrarias a la visión original. Si el enemigo puede contaminar o eliminar el visionario, habrá ganado la batalla.

Así sucedió con el Rey David cuando cometió adulterio con Betsabe (2 Samuel 11). Este, en vez de estar luchando contra el enemigo estaba descansando, y en un momento de “no hacer nada” y distracción, fue tentado y seducido por una mujer. ¿Por qué Dios permite hoy que el enemigo asole a los ministerios? Tenemos que saber que todo lo que Dios le permite al diablo hacer contra nosotros, es para aprender una lección y posteriormente ser beneficiados. Así fue cuando Pedro fue probado (Lucas 22:31-32). Pedro se sentía seguro en sí mismo y esa característica de su persona no sería de bendición para su vida ni para su futuro ministerio en la Iglesia.

Las pruebas y las tentaciones son necesarias para saber si nuestro carácter supera la prueba. Nadie que haya alcanzado un ministerio bendecido por Dios ha escapado a estos exámenes previos.

A pesar que el enemigo es nuestro adversario y viene para destruirnos, juega un extraño rol en las manos de Dios al ser el “probador de Dios”. Los ataques del enemigo nos pulen el carácter y aumentan nuestra dependencia de Cristo.

Nunca olvidemos que ocupar una posición de liderazgo en el Reino de Dios trae inherente los peligros de la carne no quebrantada: Orgullo, autosuficiencia y abuso de poder. El Señor para guardarnos de eso y poder ser utilizados quiere que nos mantengamos en el camino de la santidad y obediencia. Es por eso que El permite al enemigo probarnos. Es por eso que somos enviados al desierto. Este lugar es la única oportunidad de crecer espiritualmente pero a la vez es extremadamente riesgoso porque podemos caer y ser removidos del ministerio.

Así como Jesús tuvo su enemigo durante su ministerio, todos aquellos que le sirven también recibirán la oposición, si están haciendo la obra y edificando la visión de Dios. Esta oposición no nos dañara en la medida que analicemos nuestras debilidades y las traigamos al Señor, confesemos nuestros pecados, recibamos fuerzas y rindamos cuentas a otros en el Cuerpo de Cristo.

Tomemos todos estos ataques como los senderos seguros o escalones ascendentes hacia la concreción de la visión que Dios nos ha otorgado. No te quedes detenido ni frustrado sino gózate en el Señor porque vas por buen camino, ¡Hacia la concreción de la visión que él te ha dado!

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