Por Ritchie Pugliese
La Palabra de Dios dice en 2 Corintios 2:11 que no ignoremos las maquinaciones del diablo para que él no nos saque ventaja.
Una de las cosas que no debemos ignorar es que una de las armas más feroces que el enemigo utiliza contra la humanidad, y especialmente contra el creyente fiel, es el temor. No me refiero al temor a Dios como algo reverente, ni al temor sano que todos tenemos que nos sirve para evitar accidentes y peligros, sino al temor destructor.
Alguien dijo que la ignorancia es una forma de conocimiento peligroso, pero creo que realmente es peligroso no entender la dimensión de lo que es el temor.
Quiero mencionar algunos pasajes que nos hablarán por si mismos sobre este tema tan importante:
1. ¿Qué es el temor?
2 Timoteo 1:7 dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía (o temor), sino de poder, de amor y de dominio propio.”
La Biblia afirma que el temor no una sensación sentimental negativa sino un espíritu. Si es un espíritu, significa que es un ser invisible. ¿De dónde proviene el espíritu de temor? No viene de Dios sino del diablo destructor (Juan 10:10). El temor es un espíritu inmundo que anda dando vueltas todo el tiempo buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8).
2. ¿Qué hace el espíritu de temor?
Isaías 54:14 dice: “Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti.”
Note la palabra “opresión”. Según el diccionario de la Real Academia Española, “opresión” significa: 1. Acción y efecto de oprimir. 2. Molestia producida por algo que oprime. 3. Dificultad de respirar. ¿Quién es el que oprime sino el diablo? Cuando le damos lugar al espíritu de temor, somos oprimidos por el maligno.
3. ¿Cuáles son las consecuencias de dar lugar al espíritu de temor?
Job 3:25 “Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía.”
Lo que nos espanta nos viene y nos acontece lo malo que temíamos. Esto nunca puede provenir de Dios sino del maligno, cuyo plan es hurtar, matar y destruir (Juan 10:10ª).
4. ¿Cuál es el propósito del espíritu de temor?
Proverbios 29:25 dice también: “El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.”
El propósito del espíritu de temor es enlazar al creyente. ¿Quién es el enlazador? El enemigo, utilizando al espíritu de temor.
El temor nos hace ver lo malo sea en el presente o el futuro, tiene la intención de enlazarnos, de atarnos para que no podamos movernos en fe y quedemos presos en el terreno de lo malo y negativo.
5. ¿Cuál es el propósito destructivo final del espíritu de temor?
Romanos 8:15 dice: “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”
El propósito destructivo final es que vivamos como esclavos, igual o peor de lo que vivíamos antes de convertirnos. El temor es un espíritu que nos esclaviza y nos hace vivir con un espíritu de condenación, derrota, amargura y negativismo.
6. Podemos ser libres de todo espíritu de temor:
Lo glorioso es que el Señor quiere que vivamos libres de todo temor. El Salmo 34:4 dice: “Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.”
Cuando nos disponemos a buscar al Señor, no solo la fe vendrá, sino que previamente seremos librados de la opresión de todo espíritu de temor.
7. Cómo trabaja prácticamente el espíritu de temor:
El espíritu de temor es el que le habla a nuestra mente para poner ideas contrarias a la voluntad de Dios. Lo malo que pensamos se traslada al ámbito de las sensaciones y sentimientos.
Es por eso que debemos estar alertas para llevar cautivo (eliminar de la mente) todo pensamiento contrario a lo que dice la Palabra de Dios (2 Corintios 10:5). El temor por así decirlo, es ocultismo disfrazado, pues nos proyecta un futuro mentiroso, como si fuera la verdad.
8. El antídoto para vencer al espíritu de temor de nuestras vidas
El antídoto al temor es mantener una comunión íntima y estrecha con la Deidad. Debemos tener cuidado pues si escuchamos lo que nos dice el espíritu de temor no estaremos oyendo lo que Dios dice de nosotros.
Es por eso que 2 Timoteo 1:7 dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” Para contrarrestar el temor debemos estar sumergidos en la presencia de Dios.
El poder representa al obrar del Espíritu Santo;
El amor representa el amor de Dios el Padre;
El dominio propio se refiere a Jesús, la Palabra viviente, con la cual renovamos la mente para pensar como Dios piensa.
9. En el perfecto amor del Señor hay libertad y paz
1 Juan 4:18 dice: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.”
Cuando nos refugiamos en el Señor y vivimos bajo la cobertura de su amor seguro, experimentamos paz.
El perfecto amor es el que recibimos del Señor. Isaías 9:6 dice: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”
Juan 14:27 dice: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
Isaías 26:3 dice: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.”
Para vivir derrotando al temor debemos:
a) Perseverar en pensar en el Señor y en recordar sus promesas para nosotros.
b) Confiar, es decir, creer, tener fe en el Señor.
10. Decidamos vivir en todo momento sin temor
Cuando el temor reina en una vida, elimina la paz de Dios y ese espíritu comienza a afectar nuestra alma y posteriormente nuestro cuerpo físico.
Proverbios 17:22 dice: “El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos.”
El espíritu triste se refiere a un corazón herido, afectado por el temor, lo cual origina que los huesos se sequen. Esto medicinalmente hablando se refiere a que nuestro sistema inmunológico pierde sus defensas y nos deja a expensas de cualquier virus, enfermedad, espíritu de muerte prematura. ¿Puede entender el efecto destructivo del temor y por qué el diablo una y otra vez pretende que usted sea atrapado por un espíritu de temor?
11. Decidamos vivir en todo momento con un espíritu de fe, creyéndole al Señor
Para contrarrestar al temor debemos desarrollar un espíritu de fe. La fe viene por oír la Palabra de Dios, por oír lo que Dios dice en su Palabra (Romanos 10:17).
Dios nos ha dado a todos los creyentes una medida de fe para que la desarrollemos (Romano 12:3). No nos olvidemos que justo por la fe vivirá (Romanos 1:17). Eso significa que sin fe, el creyente no puede vivir… y si el creyente no puede vivir…. significa que puede morir espiritualmente. Vivir sin fe es como estar muerto en vida.
¡Cuidado, no seamos ignorantes de lo que puede hacer el espíritu de temor, si le damos lugar, y levantémonos en fe creyendo que Dios nos ama tanto que tiene un plan de bendición para cada día de nuestra vida y para toda la vida!
Cuando algún pensamiento quiera hacerle caer bajo el temor, no se quede pasivo, detéctelo y échelo fuera de su mente en el nombre del Señor. Tome la autoridad que usted tiene en Cristo y ate y reprenda a todo espíritu de temor para que se vaya de su vida, derrotado y sin haber podido lograr su cometido. Alabe y adore al Señor para que la presencia del Espíritu Santo cambie la atmósfera alrededor suyo. ¡Somos más que vencedores en Cristo Jesús! ¡Aleluya!
Proverbios 3:24-25
“Cuando te acuestes, no tendrás temor, Sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere.”