Recopilado por Ritchie Pugliese
¿Cuál es el verdadero equilibrio?
En la Iglesia hoy encontramos un desequilibrio importante referido al tema de los números o el anhelo de “tener más gente”. Muchas congregaciones tiene un solo interés y es el de crecer y crecer numéricamente sin importar lo demás.
Por otro lado, están aquellos que dicen “lo que importa es la cantidad no la calidad” o “somos pocos pero buenos” ¿Cuál es el equilibrio? ¿Existe un verdadero equilibrio con este tema?
Cuando leemos en Hechos 6:1 leemos “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos” vemos que Lucas, es escritor de libro, utiliza una palabra diferente las anteriores. En el original griego “creciera” se lee “multiplicar”. Es decir, la Iglesia a esa altura se multiplicaba constantemente.
Previo a este pasaje, en Hechos 2:47 leemos: “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” Y en Hechos 5:14 leemos: “Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres;”
Vemos que Lucas tomó el tiempo para detallar las cantidades de personas que se convertían a Cristo.
Es interesante notar que el pasaje de Hechos 6:1 es el quinto informe dado por Lucas sobre el crecimiento de la Iglesia:
El primero fue en Hechos 2:41 y dice 3.000 personas; luego en Hechos 2:47 dice que muchos más se añadía sin especificar las cantidades. El tercero es en Hechos 4:4 donde menciona a 5.000 hombres; el cuarto fue en Hechos 5:14 donde se menciona que el Señor seguía añadiendo nuevas personas y el quinto informe es el de Hechos 6:1 que hemos visto recién.
Hoy muchos critican a los que enfatizan demasiado las cantidades y hablan de que les agrada la “numerolatría”, pero vemos que Lucas mencionaba las cantidades de personas que se convertían a Cristo en varias oportunidades.
Estamos seguros que Lucas no cayó en ninguna “numerolatría” ni enfatizaba exageradamente las cantidades, aunque es verdad que hoy hay algunos que abusan de los números, pero la mayoría de los líderes no lo hacen.
Ya conocemos el caso de David en el Antiguo Testamento y lo que significa abusar de los números. En 1 Crónicas 21:1 leemos: “Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel.”
David hizo eso para su propia Gloria y se metió en problemas, aunque luego reconoció su error (1 Crónicas 21:8), pero por otro lado mucho antes de ese acontecimiento Dios, no el diablo, le dijo a Moisés en Números 1:2: “Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el tabernáculo de reunión, en el día primero del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, diciendo: Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas.”. Por eso, el simple hecho de contar las cantidades, en sí mismo no es contrario a la naturaleza de Dios.
En la Palabra de Dios, expresamente en el libro de Hechos, vemos que tanto la calidad como la cantidad eran tenidas en cuenta con la misma intensidad:
Miremos los siguientes ejemplos:
1. Calidad en Hechos 1. Aquí observamos a los creyentes orando, buscando a Dios, eligiendo a Matías como el reemplazante de Judas.
2. Cantidad en Hechos 2:1-41. El día de Pentecostés 3.000 personas vinieron a los pies de Cristo.
3. Calidad en Hechos 2:42-47. La iglesia continuaba a paso firme y compartía sus posesiones con los necesitados.
4. Cantidad en Hechos 3:1-4:22. El hombre cojo es sanado y la iglesia crece a 15.000 miembros.
5. Calidad en Hechos 4:23-5:11 Los creyentes oran y comparten sus posesiones materiales.
6. Cantidad en Hechos 5:12-42. Señales y maravillas muestran el camino hacia la salvación de muchos.
7. Calidad en Hechos 6:1-6. La Iglesia se reorganiza.
8. Cantidad en Hechos 6:7. Muchos sacerdotes se convierten a Cristo.
Por lo que vemos en la Iglesia Primitiva tanto la calidad como la cantidad eran importantes para que la Iglesia creciera.
De la misma manera hoy, si queremos que nuestras Iglesias crezcan equilibradamente, debemos hacerlo en calidad y cantidad a la misma vez.