GRANDES COSAS SUCEDERÁN SI TE ATREVES A ORAR

Para entender el “ABC” o los principios básicos de la oración, y su importancia, debemos comenzar estableciendo fundamentos reflejados en la Palabra de Dios.

Cuando miramos como Dios ordenó las cosas en este mundo, vemos que Dios estableció el principio de prioridades y orden:

1) La creación de Adán; nos enseña que la primera relación que debemos cultivar es con Dios;

2) La creación del matrimonio nos enseña que la segunda relación que debemos desarrollar es con nuestro cónyuge y

3) La creación de la Iglesia nos muestra que la tercera relación que debemos desarrollar es entre los hermanos en Cristo, entre otros que creen lo mismo que nosotros.

Generalmente decimos “primero Dios” pero lo decimos mas de lo que lo practicamos en realidad, pero de una manera u otra refleja el orden de Dios para ser aplicado aún a la vida de oración.

Para desarrollar una relación fructífera con Dios es necesario entender la dinámica de lo individual, personal e íntimo para con él.

¿Qué esta primero entonces, según la Palabra? Mi relación personal con Dios, mi relación individual, personal e íntima con el Señor.

Aunque pareciera sencillo aplicar y entender este principio en nuestras vidas, si somos sinceros, aquí comienza nuestro problema. Nos cuesta mantener una relación individual, personal e íntima con el Señor cada día.

Si bien es importante y necesario orar en la Iglesia con los hermanos, y en casa junto con nuestro cónyuge, nada reemplaza la necesidad que tenemos de relacionarnos primero y principal, individualmente y personalmente con Dios.

Para eso fuimos creados, para tener contacto personal con el Señor y desarrollar una relación íntima y profunda con él.

Necesitamos adiestrarnos para ser hombres y mujeres buscadores de Dios, …pero…allí comienza nuestro problema… porque decimos que no tenemos tiempo. Debido a nuestras ocupaciones diarias, generalmente lo primero que hacemos es eliminar nuestro tiempo a solas con Dios.

Hoy quiero decirte de parte de Dios que si te atreves a orar, las cosas cambiarán.

Hay un episodio en la Biblia que ejemplifica muy bien lo que el Señor hoy nos quiere enseñar y/o recordar: Que la oración cambia las cosas.

Lo que puede suceder cuando buscamos a Dios

1 Samuel capítulo 1 detalla la previa de lo que fue la gestación y el nacimiento del profeta Samuel.

Había un matrimonio que servía a Dios, Elcana y Ana, que no podían tener hijos. Ana era estéril. En aquella época no ser madre era una verdadera desgracia. Sumado a eso la otra mujer de Elcana, Penina, tenía varios hijos y se burlaba de la esterilidad de Ana todo el tiempo. Esa situación agravaba aún más la situación.

Esto nos enseña que el enemigo siempre intenta que estemos afligidos y nos sintamos mal. El intenta que nos comparemos con aquellos que tienen lo que nosotros carecemos para que nos deprimamos y nuestra fe desfallezca.

La situación era irreversible, humanamente hablando, pero en medio de todo lo negativo, Ana sabía la importancia de buscar a Dios a solas. Ella se atrevió a buscar a Dios y observemos lo que sucedió.

En 1:10 nos dice que ella decidió buscar a Dios, en oración y clamor. Aquí dice que a pesar de su amargura, ella determinó buscar a Dios y lo hizo, llorando abundantemente delante de él. Su amargura no limitó su capacidad de creer y confiar en Dios.

Ella no esperó a estar bien para luego empezar a orar, no… a pesar de su condición ella decidió buscar a Dios. No era una oración para cumplir con un rito religioso. Era una oración de vida o muerte. Esta clase de determinación, de fe, es la que mueve la mano de Dios.

Ella comenzaba su búsqueda de Dios en oración deprimida, angustiada, por eso lloraba amargamente, hasta que superó esa barrera de lo sentimental y entró en la dimensión espiritual de la fe, de creerle a Dios.

Ana le hizo una promesa al Señor prometiéndole que si quedaba embarazada, ese hijo iba a consagrárselo para toda la vida. Así como fue con Ana, hoy el Señor te dice tres cosas:

1:11 “Yo lo dedicaré a Jehová”

Si hoy te atreves a orar y consagrar lo que le pides a Dios, él te lo dará.

1:12 ella “oraba largamente delante de Jehová”

El Señor te dice: Si hoy te atreves a orar sin importar el tiempo que lleve, él te lo dará.

1:15 Ella en su oración derramaba su alma delante de Jehová

El Señor te dice: Si hoy te atreves a orar y te derramas ante él, sin importar lo que los demás te digan, el te lo dará.

¿Qué sucedió?

1:19 Volvió a su casa con su esposo, tuvieron relaciones y note lo que dice la Palabra: “Jehová se acordó de ella”. Ana quedaría embarazada y daría luz no solo a un hijo, sino a un poderoso profeta!

Esto nos enseña una gran verdad. Mientras oramos y luego de orar, Dios no se olvida de nuestras oraciones. El todo lo ve y tiene buena memoria.

Si has pensado que tus oraciones han quedado olvidadas en el cielo, hoy sabes que no es verdad. El señor las tiene en cuenta, las recuerda. Siempre Dios recompensa a los que le buscan a solas. ¡Esto si es una gran noticia proveniente del cielo!

Pasajes bíblicos que demuestran que algo poderoso sucede mientras oramos:

Hechos 9:11 “Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, (mientras tanto) él ora,”;

Hechos 10:9-10 “Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta.Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras (oraba) le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis…”;

1 Samuel 1:12Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella.”;

Esdras 10:1Mientras oraba Esdras y hacía confesión, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, se juntó a él una muy grande multitud de Israel, hombres, mujeres y niños; y lloraba el pueblo amargamente.”;

Lucas 9:18 y 28-29 “Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo?”, “Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente.”;

Hechos 10:30 “Entonces Cornelio dijo: hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente”;

Lucas 3:21-22 “Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando (o mientras oraba), el cielo se abrió, 22y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.”;

Hechos 22:17 “Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis.”;

Lucas 6:12-16 “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles: a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé,Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote,Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor”;

Daniel 9:20Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios;”

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