Por Ritchie Pugliese
Con el tema del ayuno existe mucha confusión, pues algunas sectas y religiones falsas lo practican desvirtuando el real significado. Sumado a eso en ciertos sectores del pueblo de Dios no hay una comprensión real de lo que significa ayunar.
La Palabra de Dios es clara y precisa con el tema del ayuno, para que como cristianos no nos perdamos la bendición de practicarlo. Existe un ayuno que glorifica a Dios, y de eso vamos a hablar.
Para comenzar debemos dar una definición de lo que es el ayuno que Dios aprueba:
“Es la abstención voluntaria de ingerir alimentos y/o beber agua por un período de tiempo determinado, con la finalidad de buscar el rostro de Dios, estar en una mayor profunda comunión con El en busca de sabiduría y dirección.”
EXISTEN DIFERENTES CLASES DE AYUNO:
Se los ha clasificado de la siguiente manera:
1. TOTAL (Nada de líquido ni sólido)
En los tiempos bíblicos se hacía cuando se presentaban situaciones límites, de mucho riesgo para la vida de una persona o nación.
Citas bíblicas:
• Ester 4:16
• Jonás 3:7
• Hechos 9:3 (v.11) “He aquí que el ora”
2. ABSOLUTO (Agua solamente) (llamado también el ayuno natural)
• Mateo 4:1-11 (Jesús) Cuando se habla de Jesús el pasaje no menciona que tuvo sed, pero sí menciona que tuvo hambre (4:2)
3. PARCIAL (Eliminar ciertos alimentos, postres)
• Daniel 10:3 “no comí manjar delicado, ni entro en mi boca carne ni vino”
• Daniel 1:12 El ayuno de Daniel, solo legumbres y agua.
PROPÓSITOS POR LOS CUALES AYUNAR:
Existen seis propósitos:
1. Para experimentar un quebrantamiento interior y tener mayor sensibilidad espiritual
Para combatir el orgullo espiritual y humillarnos ante Dios (Isa. 57:15)
David por su descuido, pecó y endureció su corazón (2 Sa. 12:5-7)
2. Para tener un cambio de actitud
El Señor llega a áreas profundas de nuestras vidas para producir arrepentimiento (área de las emociones, pensamientos, conducta) Sal. 51:10
3. Para recibir liberación personal
Para deshacer las obras del diablo (1 Jn. 3:8). Marcos 17:21 “Pero este género no sale sino con oración y ayuno.”
4. Para obtener dirección
Para guiarnos por sendas de justicia (Sal. 23:3). En Hch. 10 se le apareció a Cornelio, el centurión romano que ayunaba y oraba con humildad, un ángel que le dio instrucciones. Del otro lado había otro orando (Pedro).
5. Para recibir fortaleza
Para liberar las cargas y renovar fuerzas interiores.
6. Para ciertos llamados específicos de servicio a Dios
En Hch. 13:2 “Apartadme a Pablo y Bernabé…”
7. Para cortar yugos, ligaduras o ataduras del diablo sobre personas y situaciones
Isaías 58:6 “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?” Marcos 17:21 “Pero este género no sale sino con oración y ayuno.”
TRES IDEAS ERRÓNEAS O EQUIVOCADAS SOBRE EL AYUNO:
1. Ayunar para obtener un beneficio o comprar el favor de Dios
Mt. 6:16 “…como los hipócritas” Dios mira el corazón por sobre todo y conoce la intención. Muchos lo hacen por penitencia o religiosidad.
2. Ayunar para demostrar que somos más espirituales que los demás
Mt. 6:18 “para no mostrar a los hombres que ayunas”
3. Ayunar como sinónimo de mayor santidad y espiritualidad
Mt. 6:16 “demudan sus rostros…”. Los religiosos cuando ayunaban ponían caras de santos con expresión de sufrimiento, para demostrar a otros su “padecimiento por Dios”.
LAS TRES MENTIRAS DEL DIABLO ACERCA DEL AYUNO PARA QUE NO LO PRACTIQUEMOS
1. El ayuno es un sacrificio y no tiene valor, pues vivimos bajo la Gracia.
Jesús lo menciona en Mt. 6:17 “…cuando ayunes…” Jesús le dio un cambio al ayuno: de triste y sacrificado a gozoso y para tener comunión con el Señor. El lavarse la cara y la cabeza era al revés de lo que hacían los fariseos.
2. Es dañino para la salud
El ayuno está diseñado para que todos lo practiquen, tomando las precauciones necesarias para cada caso, especialmente personas que están enfermas y/o medicadas.
3. Es un acto religioso
Algo se convierte religioso cuando perdemos la frescura espiritual y no existe una verdadera intención del corazón de agradar a Dios. Si el ayuno está centrado en nosotros, es religión, si está enfocado en Dios será un acto de adoración.
No descuidemos la bendición de practicar el ayuno. Eso sí, tengamos cuidado de hacerlo con la actitud que Dios quiere y de la manera espiritual que el Señor requiere.