Por Ritchie Pugliese
2 Timoteo 3:16-17 dice lo siguiente:
“Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarguir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”
Cuando estudiamos las distintas doctrinas de la Biblia, generalmente les damos una definición para poder entenderlas mejor. Cuando estudiamos sobre el tema “La Palabra de Dios” también se le da una definición igual o similar a esta: “Los cristianos creemos que la Biblia es la santa, inspirada e infalible Palabra de Dios y nuestra regla de fe y conducta”.
Esta es una definición muy popular en los círculos cristianos, enseñada principalmente en Seminarios e Institutos Bíblicos. Todos los que estamos en el ministerio sirviendo al Señor, en mayor o menor grado hemos estado enseñando esto a otros. Creemos fervientemente en esta verdad “teológica” y no ponemos en duda ni por un instante la veracidad de las Sagradas Escrituras, pero… ¿sabe una cosa? Creo que sí hay alguien que pone en duda lo que decimos. No es el diablo como muchos podríanpensar, ¡Es nuestro mismo Señor! Dios, al contemplar con sus ojos la tierra y ver las cosas que hacemos “en su nombre” como sus siervos, nos dice desde el cielo: – ¿Ustedes tienen como regla de fe y CONDUCTA a mi Palabra? ¡No les creo, porque su conducta o estilo de vida no se ajusta a lo que yo digo en mi Palabra! –
En este tiempo crucial de la historia, el Señor está buscando hombres y mujeres completos en El que sean lo mismo al frente (vida ministerial) y detrás del pulpito (vida privada). El Espíritu del Señor nos está hablando en esta hora para que nos evaluemos y nos demos cuenta si somos personas con una doble vida.
Debemos reconocer que muchos de los que sirven al Señor sufren de lo que yo llamo “Pulpitis” ¿Qué significa eso? Aquellos que en su ministerio y arriba de la plataforma son fieles a la Palabra, a la sana doctrina, pero en sus vidas personales son débiles en la Palabra pues no la practican. Son personas que tienen una doble vida.
Necesitamos aprender, para evitar este error cometido por muchos y que nos hace perder peso espiritual, que nuestro mayor enemigo no es el diablo ni el mundo ¡sino nosotros mismos! El Apóstol Pablo le dijo a su hijo espiritual Timoteo “Ten cuidado de TI MISMO y de la doctrina” (1 Timoteo 4:16). Él debía cuidarse de dos cosas, pero la primera era cuidarse de sí mismo, y el consejo sigue diciendo “persiste en ello” dando a entender la importancia de cultivar ese estilo de vida.
Muchos cuidan más de la doctrina que de la vida personal, alterando el pasaje. El famoso predicador John Wesley dijo en una oportunidad:“¿Qué es lo que estorba la obra de Dios? Considero que la primera y principal causa somos nosotros los ministros. Si fuéramos más santos de corazón y de vida, totalmente consagrados a Dios ¿No arderíamos todos los predicadores y propagaríamos este fuego por todo el país?”.
La voluntad de Dios es que haya fuego en la vida primero y luego que eso se refleje en nuestro ministerio. Dios nos invita a que miremos las cosas desde su perspectiva para que nos demos cuenta que no podemos opacar la autoridad de la Palabra de Dios en nuestras vidas y a la vez pretender ser personas de la sana doctrina en nuestro ministerio.
Muchos de los que están activos en la obra de Dios, se parecen al personaje tan popular llamado “Superman”. En la vida cotidiana aparece como Clark Kent, un joven mediocre y débil pero cuando se necesita acción, allí aparece con todo su poder. Muchos ministros son “SM” (SuperMinistros), es decir, en sus vidas privadas son débiles, pero a la hora de la acción ministerial se transforman en otras personas.
A continuación quiero mostrarle como la Biblia apuesta primero y principal a tener una vida íntegra y que lo que hago para Dios sirviéndole, si bien es importante, está en un segundo lugar o viene después.
1. LA VIDA DE SAUL (1 Samuel 15:1-35)
Como todos sabemos, fue el primer rey del Pueblo de Dios. En el v.3 Dios le da una orden por medio del profeta Samuel de que obedeciera la Palabra de Dios. Los vv. 8-9 nos dicen que cansado de esperar desobedeció. ¿En qué consistió la desobediencia? “No cumplió mis palabras” (En el v. 11 Dios se lo dice a Samuel y en el v. 26 Samuel se lo dice a Saúl). Lo más increíble de todo es que con toda su desobediencia todavía Saúl pensaba que todo estaba bien (v.13) ¿Cuál fue el resultado de su desobediencia?: Fue desechado como rey (v.23).
A Saúl lo único que le interesaba era la imagen ante los demás, lo que iban a decir los demás, solo le interesaba lo PÚBLICO, no lo privado (v.30). En cambio a Dios principalmente le interesa otra cosa: La obediencia a su Palabra (v.22). Debemos darnos cuenta que lo público debe ser sostenido por lo privado, es decir, el ministerio debe estar sostenido por una vida privada que se ajuste a la Palabra de Dios.
Nuestra costumbre es mirar y dejarnos impresionar sólo por lo externo, lo público, en vez de mirar principalmente lo privado. Dios está deseoso de revertir eso para que veamos las cosas como El las ve.
2. LOS UTENSILIOS (2 Timoteo 2:20)
Este interesante pasaje muestra distintos tipos de utensilios: Oro, plata, madera y barro. Estas palabras representan el material en el cual estaban hechos. ¿Cuál es el énfasis de Dios aquí en el tema que estamos tratando?: A Dios lo que le interesa principalmente no es lo que HACE (la función) el utensilio sino de cuál MATERIAL (calidad) está hecho. Muchos son buenos en hacer (ministerio) pero muy malos en ser (vida personal). La óptica de Dios es distinta: El primero mira el material y luego lo que éste hace.
3. CONSEJOS DE PABLO A TIMOTEO Y TITO (1 Timoteo 3:1-4; Tito 1:6-9)
En las conocidas Epístolas Pastorales Pablo aconseja a estos dos jóvenes pastores como debe ser la persona que anhela servir a Dios. Si lee los pasajes con detenimiento, solo se requiere que sepan hacer una cosa (aptitud para enseñar la Palabra. 1 Tim 3:2 y Tito 1:9). ¡El énfasis del Espíritu Santo recae no en la cualidad sino en la CALIDAD DE VIDA, porque el Señor sabe cuánto daño hacen a la obra de Dios los “SM” (SuperMinistros)!
4. EN LOS EVANGELIOS Y LOS HECHOS (Mt 8:17; 13;35; 21:4; Hechos 2:16; 7:48; 28:25)
En estos pasajes se refiere una y otra vez a palabras dichas por los profetas, pero lo interesante de todo esto es que siempre aparece la frase “como dijo el profeta”. No dice “como dice la profecía”. Menciono esto para darnos cuenta una vez más que el énfasis de Dios no está en la “profecía” (representa el ministerio público) sino en el profeta (representa la vida del que sirve a Dios).
5. EL PROFETA ELISEO (2 Reyes 4:8-12)
Aquí encontramos el profeta de fuego que tendría mucha fama por sus hazañas y portentos milagros realizados en nombre de Dios, pero… él era conocido como “un santo varón de Dios” (v.9). No decía la gente “allí viene el profeta” sino” allí viene un SANTO VARON. Decía eso por la calidad de vida que este hombre de fe llevaba. Una vez más, el énfasis de Dios recae sobre la vida de la persona y no sobre sus habilidades o dones.
Debemos abrir nuestros ojos espirituales a esta gran verdad que corre por las páginas de la Palabra de Dios y es que sin tener a la Palabra de Dios como regla de fe y conducta en nuestras vidas primero, no podremos servir exitosamente en la obra de Dios pues tarde o temprano sucumbiremos.
El Señor no quiere que tú seas el próximo ministro en caer en pecado y que traiga como consecuencia descrédito para el Reino de Dios. Su Palabra nos dice en 2 Crónicas 16:9a que “los ojos de Jehová contemplan toda la tierra para mostrar su poder a favor de los que tienen un corazón perfecto para con Él”.
Dejemos de correr para ser un “SM” (SuperMinistro) y trabajemos bien fuerte para ser ministros en el cual la Palabra de Dios sea principalmente poderosa en nuestra vida privada. Cuando hagamos esto, ¡la gloria de Dios descenderá sobre nuestro ministerio y seremos utilizados con gran poder de lo Alto!