Recopilado por Ritchie Pugliese
VIVIR CON PAZ INTERIOR EN UN MUNDO CONVULSIONADO
Vivimos en un mundo muy agitado donde por todos lados existe un clamor por la paz. Ese clamor puede ser a nivel de país, relaciones y por cierto personal. La gente va de un lado a otro con promesas de recibir y experimentar paz. Muchas de las religiones de este mundo prometen paz interior a sus seguidores y la gente corre de un lado al otro (corriendo riesgos de ser engañados) con tal de alcanzar aunque sea un poco de paz.
Nosotros, como creyentes en Cristo, sabemos que la verdadera y genuina paz no viene ni por realizar un curso de paz interior, ni por practicar ritos religiosos milenarios o encerrándose varios días en lugares místicos. Todas estas cosas son simples “vendajes” que no pueden sanar la necesidad interior del ser humano de experimentar verdadera y genuina paz.
Existe una sola manera de alcanzar y vivir en paz en este mundo y es con la paz que Dios provee a través de Jesucristo.
Jesucristo dijo categóricamente en Juan 14:27, para diferenciar la paz que supuestamente se ofrece en este mundo de la paz celestial que el provee: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”
Note la frase: “yo no os la doy como el mundo la da“. Por el pasaje entendemos que la “paz” que el mundo propone no puede impedir que siga la turbación y el temor dentro de nosotros. La paz que proviene de Dios a través de Cristo es sobrenatural y tiene un alcance muy poderoso, pues nos ayuda a vivir sin turbación y temor, confiados en Dios.
La paz de Dios no es natural, sino divina, celestial y por lo tanto es sobrenatural.
La mayoría de los creyentes conocemos el significado de la palabra hebrea “shalom”, la cual generalmente se la traduce como “paz de Dios”.
En Israel era y es muy común saludarse uno a los otros diciendo: “Shalom” y aún lo vemos a Jesús cuando llegaba a algún lugar decir “paz a vosotros” o “Shalom”.
¿Lo que Jesús decía era un simple saludo cultural o él estaba soltando o desatando algo sobrenatural a través del saludo (Lea Lucas 24:36; Juan 20:19, 21, 26)?
¿Jesús solamente les estaba saludando como una costumbre cultural o había algo más detrás de sus palabras?
Si la palabra Shalom significara solamente “paz” sería por cierto una gran cosa, especialmente en el mundo lleno de estrés en el que vivimos, sin embargo en el hebreo esta palabra tiene un significado y alcance espiritual más amplio, profundo y poderoso. En realidad tiene una aplicación práctica para vivir cada día bajo el Favor del Señor y sin estrés.
La paz que Dios provee es sobrenatural y por lo tanto tiene un alcance que quizás nunca hubiéramos pensado, por eso creo conveniente que analicemos por un instante el significado de la palabra “paz” en el hebreo y sus implicancias para la vida cotidiana.
La raíz hebrea de la Palabra “Shalom” (paz)
Para saber el alcance poderoso de la palabra “Shalom” debemos saber algunas cosas básicas del idioma hebreo.
En el hebreo la base de cada palabra es su raíz, la cual está compuesta de tres consonantes. Cada raíz tiene a su vez un significado propio. Las otras letras que llenan la palabra, junto a las tres consonantes, hacen que la palabra varíe y se formen otras palabras.
Sin embargo, algo del significado básico de la raíz siempre permanece en el significado de las otras palabras.
La raíz de la palabra “shalom” tiene un significado básico: “totalidad, plenitud, saciedad”. Literalmente, cientos de palabras se forman de la raíz “SH-L-M” y todas ellas tienen alguna conexión a su significado básico.
Por ejemplo, la palabra “ShaLeM” significa “completo, total” y es también el nombre de la ciudad de Melquisedec mencionada en Génesis 14:18: “Salem”.
Otra palabra, “SHeLemM” significa “ofrenda de paz” la cual era una de las ofrendas que se realizaba para restaurar la relación rota con Dios; y “SHeLeM” significa “el pagó”, esto es, que el cumplió totalmente con su obligación.
El lenguaje hebreo, a pesar de tener un breve vocabulario, tiene en sus palabras una variedad de significados. Esto se ve en la palabra “Shalom”, la cual generalmente se la traduce en español como “paz”, pero significa mucho más que “tranquilidad” o “lo opuesto a la guerra”.
Shalom significa muchos más que “paz”
Veamos algunos de los significados:
AMISTAD: El “Shalom” entre amigos tenía que ver con la confianza (Jeremías 38:22), la familiaridad (Jeremías 20:10) o en una relación de “entendimiento apacible” (Zacarías 6:13) donde la palabra para paz está ligada a la palabra “amigos”.
El Salmo 28:3 dice: “No me arrebates juntamente con los malos, Y con los que hacen iniquidad, Los cuales hablan paz con sus prójimos, Pero la maldad está en su corazón.” y el Salmo 41:9 habla de la traición hecha por “el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar.” Ambos pasajes contrastan a la amistad con la traición, no a la paz con la guerra.
De manera similar, en 1 Reyes 2:13 cuando Betsabé le pregunta a Adonías “¿Es tu venida de paz? El respondió: Sí, de paz.” Ella no le estaba preguntando si había venido pacíficamente, sino más bien le estaba preguntando si había venido con una intención amigable. Aunque Adonías le respondió “shalom”, en realidad le estaba mintiendo. Aunque él no llegó peleando, no vino con una intención amigable, sino con traición en su corazón. Cuando Jesús utilizó la expresión “hijo de paz” en Lucas 10:6, no se estaba refiriendo a una persona amorosa y pacífica sino a una persona hospitalaria y amigable.
BIENESTAR: Este uso de la palabra “shalom” tiene que ver con el bienestar general de una persona, incluyendo su salud y prosperidad, las cuales son regalos del Señor. Vemos este significado en 2 Reyes 4:26 donde el criado del profeta Elías le pregunta a la Sunamita si todo estaba bien con ella, su esposo e hijo. En el original hebreo la pregunta era simple: ¿Tienes “Shalom”?
Hoy día uno escucha esta misma expresión en Israel cuando alguien le pregunta a un amigo si todo está bien: “¿ma shlomcha?” lo que significa literalmente: “¿Cómo está tu Shalom?”, y si uno quiere que un amigo le lleve nuestros saludos a otro, simplemente le dice: “dreeshatshalom”, lo cual significa “preguntar por el Shalom (bienestar) de aquella persona”.
El Salmista hablando claramente del aspecto de la salud en su significado de Shalom dijo: “Nada hay sano en mi carne,… Ni hay paz (salud) en mis huesos, a causa de mi pecado.” (Salmo 38:3) La palabra “Shalom” en este pasaje no se la traduce como paz sino como “salud”.
SEGURIDAD: Leemos en Jueces 11:31 “cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.” Aquí Jefté dijo que si el volvía de la batalla “en shalom”, es decir en seguridad, lo primero que haría sería ofrecerle un holocausto al Señor. “Shalom” aquí es utilizado con el mismo significado de Isaías 41:3: “Los siguió, pasó en paz (seguridad) por camino por donde sus pies nunca habían entrado.”
Jesús utilizó la misma palabra con el mismo significado en la enseñanza de Lucas 11:21: “Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz (seguridad) está lo que posee.” Isaías mostró una conexión directa entre la vida recta que trae “shalom”, como seguridad y tranquilidad, cuando él dijo en Isaías 32:17-18: “Y el efecto de la justicia será paz (seguridad); y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.”
SALVACIÓN: La palabra “shalom” también es utilizada como un paralelo a otro sinónimo bíblico para la palabra “salvación”, como ser “tsedakah” (justicia, rectitud) en Isaías 60:17 y “yeshuah” (ayuda) en Isaías 52:7. Este pasaje cobra mayor significado cuando nos damos cuenta que las palabras que literalmente significan “paz” y “ayuda” eran sinónimos para la palabra “salvación” “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz (shalom), del que trae nuevas del bien, del que publica salvación (yeshuah), del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!”
El Apóstol Pablo entendió el “Shalom, Shalom” de Isaías 57:19 como una referencia a la salvación, no solamente a la paz. En su explicación en Efesios 2:13-18 el deja bien en claro que cuando el habla de Jesucristo: “Porque él es nuestra paz (salvación), que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,” (vv.14-15) y “Y vino y anunció las buenas nuevas de paz (salvación) a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.” (vv. 17-18).
Encontramos la misma implicación en la canción del ángel en Lucas 2:14: “¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz (salvación), buena voluntad para con los hombres!” Aún el pasaje muy conocido de Salmos 122:6 dice: “Pedid por la paz (salvación) de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman.” Sería mejor entendido si la palabra “paz” fuera traducida como “salvación”, sin embargo debemos tener en mente cuando hablamos de este pasaje que la palabra “shalom”, como todas las palabras hebreas para salvación, se refieren tanto a lo físico como a lo espiritual.
A través del Nuevo Testamento, las personas que tuvieron contacto con Jesús, sea directamente cuando él les ministraba o indirectamente a través de la salvación espiritual, eran descriptas en términos de “Shalom”. Zacarías y Simeón, por ejemplo, esperaban este “Shalom” (Lucas 1:79; “Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.” y 2:29 “Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra”.
Los ángeles anunciándola en Lucas 2:14 “¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz (salvación), buena voluntad para con los hombres!”. A las personas que eran sanadas se les decía que fueran en Shalom “Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.”(Marcos 5:34) y “Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.” (Lucas 7:50); la gente que cantaba al Mesías en la entrada triunfal a Jerusalén “diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!” (Lucas 19:38); y cuando Jesús lloró sobre Jerusalén, él se lamentaba de que ellos no entendieran que su venida significaba “Shalom” (salvación) para ellos y que se la habían perdido: “diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz (salvación)! Mas ahora está encubierto de tus ojos.” (Lucas 19:42)
Antes de su muerte, Jesús les dejó su “Shalom” a los discípulos (Juan 14:27; 16:33) y en el día de su resurrección: “Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.” (Juan 20:19-20). En este pasaje él dijo la palabra tres veces (Juan 20:21, 26).
Varios líderes del Nuevo Testamento hablaron de la salvación como “Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz (salvación) por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.” (Hechos 10:36); la predicación del Shalom: “Y vino y anunció las buenas nuevas de paz (salvación) a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;” (Efesios 2:17) y Efesios 6:15 “y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz” (Leer también Romanos 10:15).
También se declaró que “el Dios de paz” trae salvación total (espíritu-alma-cuerpo) “Y el mismo Dios de paz (salvación) os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”(1 Tesalonicenses 5:23).
Como se puede observar la palabra “Shalom” es una palabra muy flexible y puede referirse a mucho más que a la paz donde hay libertad, falta de desorden y división y hay armonía y calma. También los otros muchos significados incluido el de la amistad, bienestar, seguridad y salvación, claramente reflejan los varios aspectos de la plenitud que la raíz de la palabra hebrea significa.
Shalom en nuestra vida diaria
La cultura secular occidental de hoy tiene la orientación típica griega del concepto de paz, la cual la ve como algo emocional, interior pero sin ninguna influencia de lo divino.
Sin embargo, en las Escrituras hebreas (Antiguo Testamento) los escritores pensaron exactamente lo opuesto de esto. Ellos no concebían a ninguna condición humana independiente del control de la voluntad de Dios y de su presencia. Esta conciencia de Dios le da un sentido de plenitud y éxito a los negocios de la vida, la cual se deteriora por la incapacidad humana y el pecado.
Ellos creían que Dios es el creador de la paz en las esferas celestiales, sobre todo los asuntos humanos, y que la garantía de paz y su realización se la ve como prosperidad humana y plenitud en la vida. Uno puede ver este concepto en la oración del Señor en Mateo 6:9-10 donde dice: “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” El término “shalom” es a menudo utilizado para describir la prosperidad material, la cual para ellos estaba asociada con las promesas de pacto de Dios o la manifestación de su presencia.
Proféticamente, “shalom” es una parte transcendental de la promesa mesiánica de futura bendición que provee salvación en todos los niveles. Este es el “shalom” prometido para Israel, la cual pudiera extenderse al resto del mundo. Los profetas escribieron de una “shalom” que vendría, acompañada por relaciones restauradas, la restauración espiritual, un cese de guerra y conflicto, bienestar físico. Dios le promete a Judá e Israel en Jeremías 33:6-9 “He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz (shalom) y de verdad… Y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron. Y me será a mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria, entre todas las naciones de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago; y temerán y temblarán de todo el bien (prosperidad) y de toda la paz (shalom) que yo les haré.”
¿Qué significa esto para nosotros?
El poderoso “shalom”, que podemos tener ahora se encuentra en nuestra relación con Dios, se manifiesta a si mismo tanto espiritualmente como materialmente.
En el nivel más básico, el “shalom” de salvación es la puerta de entrada libre que el Señor nos ha dado para que caminemos a través de ella y podamos gozar de su “shalom” en todo sentido. Jesucristo, nuestro shalom (salvación), es nuestro si queremos aceptarlo. Pablo dice en Colosenses 1:19-20 “por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz (shalom) mediante la sangre de su cruz.”
Posteriormente, podemos encontrar también un”Shalom” verdadero espiritual y emocional. Pablo nos da la formula en Filipenses 4:4-9: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.”
Finalmente, podemos conocer el real “Shalom” material como bienestar y un sentido de prosperidad que existe para nosotros, sin importar lo que nuestras circunstancias materiales nos digan. Pablo dice en Filipenses 4:11-13: “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Es un contentamiento interior en el Señor donde Su presencia con nosotros es un “Shalom” que nos eleva por sobre las circunstancias temporales.
En todos los niveles, es una paz sobrenatural que “sobrepasa todo entendimiento”, que es percibida por el mundo y atrae a los hombres al Dios del “Shalom”.
La mayoría de los creyentes han tenido estas experiencias cuando las circunstancias eran de histeria, pero a través de la oración y la confianza en el Señor, su presencia trajo un “Shalom” sobrenatural y una sensación de bienestar, convicción, seguridad y la esperanza de que toda va a estar bien. Esta clase de Shalom solo puede venir de Dios y no puede ser adquirida de otra manera. ¡Esto es algo digno de celebrar!
En los días del Templo, de las varias ofrendas que se hacían para el Señor, una era llamada la “shelem” u ofrenda de paz. Esta ofrenda era ofrecida por aquellos que estaban en paz con Dios. Era realizada como una expresión de gratitud a Dios y por tener comunión con él (Levítico 3). Un buey, una oveja o cabra era sacrificada y su sangre era derramada sobre el altar, la grasa que se quemaba era un dulce sabor para el Señor, para de la carne era dada al sacerdote y lo restante era comido en el santuario por el que realizaba el acto del sacrificio y sus amigos (Levítico 7:15 y siguientes; Deuteronomio 12:1, 17 y siguientes).
También una ofrenda alimenticia y de bebida era hecha junto con la ofrenda de carne. La comida representaba la comunión que existía entre el adorador y el Señor y era un símbolo y compromiso de amistad y “Shalom” con él. Esta ofrenda era un reconocimiento público gozoso de la relación que había con el Señor, la cual demostraba su agradecimiento a Dios como la Fuente de todo.
Hoy, fuera del círculo de aquellos que tienen fe en el Dios de la Biblia, Dios no es visto como la Fuente de todo bienestar, prosperidad, seguridad y salvación. La mayoría de los humanistas se ven a ellos mismos como “la fuente” de su propio destino y a Dios pretenden dejarlo fuera de todo. Por eso, la mayoría de ellos no pueden tener un genuino “Shalom” en sus vidas.
El “Shalom” real interior, y contentamiento, no es algo que el mundo pueda dar. Esto viene solamente de nuestro Creador, el Redentor y Maestro, el Dios del universo, el Dios de Abraham, Isaac, Jacob, el Dios de Israel.
Para un mundo que clama por “Shalom”, Jesucristo es la respuesta para vencer la confusión que muchos sienten hoy, ¡Jesucristo es nuestro Shalom!
Cuando Jesús está hablando a sus discípulos acerca de los tiempos cuando el volvería al Padre, les prometió de Su Shalom. Él dijo que el Espíritu Santo vendría a ser su Consolador y Maestro. Él les recordaría todas las cosas que él les había dicho (Juan 14:25-26).
Entonces, él les dijo en Juan 14:27: “La paz (Shalom) os dejo, mi paz (Shalom) os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Es interesante que el remarcara que no les daba la paz del mundo, la cual es temporal, inconsistente, de corta duración. Más bien, él les prometió el Shalom de Dios, la cual en esencia es salvación, plenitud, bienestar, amistad, seguridad, prosperidad, salud, tranquilidad y contentamiento. ¿Se puede pedir algo más?
No esperemos más. Si la paz (Shalom) de Dios que sobrepasa todo entendimiento es nuestra por pedirla, ¡Entonces, dejemos que este día sea el día para experimentar este gran regalo del Señor!